Curso de política absurda

A veces es muy difícil leer entre líneas, y si no se lo creen que se lo digan a Maradona a ver si él era capaz....ni un tebeo podía hojear. La virtud del doble sentido de las palabras es algo tan sencillo que cualquier niño puede ...

7 de julio de 2005 (13:02 CET)

A veces es muy difícil leer entre líneas, y si no se lo creen que se lo digan a Maradona a ver si él era capaz....ni un tebeo podía hojear. La virtud del doble sentido de las palabras es algo tan sencillo que cualquier niño puede hacerlo pero pocos políticos llegan a dominar y pienso que es porque no les conviene. Creo que esa es la causa de muchos de los malentendidos y trifulcas que luego organizan, como por ejemplo el caso del ex ministro de asuntos exteriores Josep Piqué.

Usando la lectura entre líneas vamos a adentrarnos en los arrecifes (en honor al comandante Cousteau)  de la última polémica suscitada y veremos como ésta podría haberse resuelto en el fondo como un juego de palabras.

Echar la culpa a los periodistas como se hace en los programas del corazón es siempre un método rápido que podría haber usado perfectamente el señor Josep de la manera siguiente: «Si, si, es que los de la prensa me tendieron una trampa y claro, como no puede ser de otra manera, yo piqué, piqué»

Sin embargo, había otra opción más astuta  pero si cabe más fácil que el señor Piqué  tenía en su mano haber utilizado cuando dijo que a los señores «Angel Acebes» y  a «Eduardo Manos Zaplanas» los identificaba con «el pasado». Todos se rasgan las vestiduras (o los trajes de Armani) cuando consiste sólo en este silogismo:

¿De que conozco yo a estos dos señores? Del gobierno anterior. ¿Es lo mismo decir la semana anterior que la semana pasada? Sí. ¿Es lo mismo decir el gobierno anterior que el gobierno pasado? Sí. Por lo tanto a estos señores los identifico con el PASASO.  Y se acabó la polémica.

En ocasiones tengo la sensación de que la política es simple y la complican ellos,  en esos momentos me pregunto...¿por qué mejor no dejamos que nos gobiernen los niños?...pero después llego a la conclusión de que si se intercambiaran los papeles entre infantes y políticos habría que invertir un presupuesto descomunal en Educación.

David Sergio

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