Concluye una de las semanas más políticas de la historia del Archipiélago con la inclusión de un fuerte debate en la sociedad de islas como Lanzarote que gira en torno a la propuesta de Partido Socialista Canario (PSC) y Partido ...
Concluye una de las semanas más políticas de la historia del Archipiélago con la inclusión de un fuerte debate en la sociedad de islas como Lanzarote que gira en torno a la propuesta de Partido Socialista Canario (PSC) y Partido Popular (PP) de crear una lista regional de quince diputados que terminaría definitivamente con el actual sistema de equilibrio entre islas, el sistema que se conoce como triple paridad.
Han sido muchas las cuestiones que se pueden destacar de lo sucedido en los últimos cinco días, justo después de que saltara la voz de alarma y de que este diario ya anticipara el rechazo unánime de todas las fuerzas políticas.
Lo primero que sucedió y que hay que aplaudir, aunque algunos insistan en que se trata de algo que no preocupa demasiado a los ciudadanos, es la tremenda unidad demostrada por las fuerzas políticas con representación institucional en Lanzarote, que han sido capaces de votar a favor de una declaración institucional del Cabildo en la que se pide la defensa de la triple paridad.
Lo segundo que hay que destacar, es la valentía con la que han defendido este argumento políticos del PSC y del PP como Manuel Fajardo o Alejandro Díaz. El primero, ha dejado claro que le tienen que dar argumentos mucho mejores a los actuales para que cambie de opinión y para que cambien sus dos compañeros con escaño en el Parlamento, Manuela Armas y Andrés Fuentes. También ha provocado la apertura de un intenso debate en su propio partido, donde alguien torpemente calculó muy mal la jugada, no sólo por hacerle el juego al PP que dirige con mano firme José Manuel Soria sino por no molestarse en consultar con sus compañeros de las islas no capitalinas.
El segundo, el único parlamentario del PP por Lanzarote, destaca por su firmeza a la hora de garantizar, en contra también de lo que dice el líder de su partido, que si se lleva a votación el asunto votará en contra, por no estar en absoluto convencido de que se rompa el actual sistema.
Lo tercero que se puede destacar es el interesante debate en que protagonizaron en Radio Lanzarote el vicesecretario general del PSC, Francisco Hernández Spínola, y el presidente insular de Coalición Canaria (CC), Mario Pérez. Si hubiera que mojarse, habría que decir que ganó por cao técnico en el primer asalto el representante de los nacionalistas.
Lo cuarto que hay que destacar es el desprecio con el que Juan Carlos Alemán y José Manuel Soria han hablado de este asunto, dando por hecho que va a salir adelante sin contar con el consenso adecuado. De hecho, no cuentan siquiera con la rebelión de los cabildos, cinco de los cuales no se presentaron a la última reunió de la Federación Canaria de Islas (FECAI) que convocó José Manuel Soria como presidente de turno. Lamentable por cierto el arrebato de chulería del presidente del PP al argumentar que con la presencia de los cabildos de Gran Canaria y de Tenerife había más que suficiente, puesto que representan a más del ochenta por ciento de la población de las Islas.
Lo quinto y último que destacamos en este resumen del tema es las dudas que existen en estos instantes sobre las perspectivas de progreso de la ruptura del sistema que se presentan. Políticos como María Isabel Déniz dan por hecho que prosperará el acuerdo entre socialistas y populares, mientras que políticos como Paulino Rivero defienden que el camino es largo y que al final todo quedará en "ruido y humo". ¿A quién debemos creer?