Me rebelo, luego existo

Por Antonio Cubillo Ferreira Todos conocemos que Descartes afirmaba, pienso, luego existo, siendo éste un principio fundamental que revolucionó todo el conocimiento de la época moderna. Siglos después, Albert Camús, premio Nobel francés 1957, nacido en ...

9 de noviembre de 2009 (18:02 CET)
Por Antonio Cubillo Ferreira
Todos conocemos que Descartes afirmaba, pienso, luego existo, siendo éste un principio fundamental que revolucionó todo el conocimiento de la época moderna. Siglos después, Albert Camús, premio Nobel francés 1957, nacido en ...

Todos conocemos que Descartes afirmaba, pienso, luego existo, siendo éste un principio fundamental que revolucionó todo el conocimiento de la época moderna. Siglos después, Albert Camús, premio Nobel francés 1957, nacido en Argelia en 1913 y gran escritor y combatiente antifascista, en su libro "L´homme revolté", planteaba la cuestión sobre el hombre que se subleva, para decir que existe.

También lo plantea en plural, para demostrar que levantándonos, sublevándonos, existimos. Las primeras sublevaciones de esclavos, partían de este principio, no admitir el no pensar ante los amos, que es lo que querían los esclavistas. Lo mismo se aplica a los pueblos colonizados o dominados por potencias extranjeras. Todas estas consideraciones dialécticas, se pueden aplicar en Canarias, país sometido al colonialismo hace seis siglos, como se aplicó en su día a los territorios americanos sometidos al colonialismo español.

Por cierto, este gran escritor antifascista francés, que después de la II guerra mundial, fue llamado a trabajar en la UNESCO recién creada, dimite de su puesto en noviembre de 1952, porque se admitió la España franquista en la misma.

Las potencias coloniales como España, siempre pensaron que un país, una vez conquistado, arrasada su cultura y rotas las estructuras sociales que los mantenían, no debería pensar ni sublevarse contra sus amos. Esos pueblos habían sido castrados intelectualmente y borrado incluso el recuerdo de sus antepasados o lo que es peor, sus habitantes ya colonizados, en el vano intento de igualarse a los conquistadores, se fabricaban linajes emparentándose con los conquistadores.

Ni que decir tiene, en las escuelas de primaria y secundaria, se les enseñaba a no pensar, a no reflexionar y a creer incluso que descendían de los propios conquistadores, pues les daban apellidos semejantes. Pero todo este mundo de dominado, de obediencia y esclavitud, se rompe cuando unos se rebelan y arrastran con su ejemplo a los otros. Esto pasó en la América dominada por la corona española y el ejemplo de unos cuantos diciendo no al colonialismo, este ejemplo arrastró a unos muchos y con los años de lucha, América se liberó.

Pasó también en Filipinas y después en las Antillas, donde Cuba dijo lo mismo. Ahora está pasando en este archipiélago africano que son las Canarias y como siempre, la monarquía española y sus gobiernos de las tendencias que fueren, no comprenden nada y van a recurrir a las mismas armas ilegales de siempre para hacer callar a los que dicen no al colonialismo y que gritan: aquí estamos, existimos y reclamamos nuestros justos y legítimos derechos nacionales.

Hace 45 años dimos este grito a través de un Movimiento de Liberación y empuñamos una bandera con siete estrellas verdes, que hoy ondea en todas partes y en todas las islas como símbolo de soberanía e independencia. Este hecho sorprendió a los colonizadores porque no podían aplastarlo como siempre, ya que sabían que el ejemplo se iba a extender a todas partes en el interior del territorio africano colonizado de estas islas de Canaria.

La España colonial creía que seis siglos era suficiente para destruir un pueblo, su cultura y su historia y que la obediencia iba a ser eterna. No ha comprendido nunca que en los años 50, los pueblos sometidos habían comenzado a sublevarse y a decir que no a la colonización secular y los colonialismos se iban a ir acabando por todas partes y en todos los continentes, incluso el europeo.

Llegó el año 1960, en que las propias Naciones Unidas, adoptaron la Declaración 1514( XV), sobre el Derecho de los Pueblos a su autodeterminación e independencia, España votó en contra, claro está, llegaron las independencias de casi todas las colonias africanas y la España colonial no ha comprendido nada ni creemos que vaya a comprenderlo puesto que siguen con la mentalidad del siglo XV y creen que enviando conquistadores militares como Pedro de Vera o Alonso Fernández de Lugo, van a resolver el problema con sus veladas amenazas.

Los tiempos han cambiado, ya no estamos en el s. XV y no se pueden emplear los mismos métodos, aunque no será por falta de ganas de Madrid; hay una nueva dialéctica marcada por una organización que se llaman las Naciones Unidas que ha establecido la década 2000/2010, como la década final del colonialismo y no pueden inventar entelequias como la de territorios Ultraperiféricos o frontera sur de Europa, para mantener sus colonias, porque los colonizados han dicho basta y lo hemos demostrado durante años y lo seguiremos demostrando hasta la recuperación de nuestros justos y legítimos derechos nacionales para convertirnos en la República Federal Canaria.

Claro que un gobierno colonial que se ha mantenido durante seis siglos, sin muchas protestas o alzamientos organizados, no puede o no quiere comprender, que ya es hora de irse y lo mejor es partir de una manera elegante y pacífica, fijando un calendario de descolonización, de común acuerdo con la representación de los patriotas independentistas y bajo el control de las Naciones Unidas.

El sábado 24 de octubre, en la manifestación que tuvo lugar en la vieja ciudad de Aguere, en Tenerife, en conmemoración del 45 aniversario de la bandera nacional de las Siete Estrellas Verdes, mas de 3.000 patriotas, mujeres, hombres y niños de todas las islas, salieron a la calle pacíficamente, con una sola consigna, descolonización e independencia, para decir no, aquí estamos, existimos, ante el asombro de los colonialistas y secuaces, que no se lo esperaban.

Fue una digna representación del Millón casi de Canarios que habitamos estas islas, por descendencia y nacimiento y esto ya no se puede callar, puesto que hay detrás una Idea Fuerza que mueve a este pueblo colonizado que busca la independencia.

Cuando creamos en 1986, el Congreso Nacional de Canarias, brazo político del MPAIAC, pusimos este nombre en recuerdo del Mahatma Ghandi, que vino como abogado a la colonia británica de África del Sur en su juventud y organizó a los combatientes africanos en un partido, ANC ( Congreso Nacional Africano), con el mismo nombre que tenía el gran partido en su patria india, Congreso Nacional Indio. La India se liberó, África del Sur también y ahora nos toca a nosotros. La Historia está con nosotros y no con el colonialismo.

*Antonio Cubillo Ferreira,

presidente del Congreso Nacional de Canarias (CNC), brazo político del Movimiento de Liberación Nacional, el MPAIAC.

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