El Cabildo de Lanzarote debe convertirse en el verdadero promotor de iniciativas en políticas sociales, económicas, territoriales y de nuevas competencias. En el año 2003 el Partido Popular entró a formar parte del ...
El Cabildo de Lanzarote debe convertirse en el verdadero promotor de iniciativas en políticas sociales, económicas, territoriales y de nuevas competencias. En el año 2003 el Partido Popular entró a formar parte del Gobierno Insular. El panorama que encontramos no podía ser más desolador. Nos encontramos con una fuerte deuda extra presupuestaria que hubo que afrontar mediante un estricto reajuste económico y un exhaustivo control del gasto, gracias al cual se pudo reflotar la situación.
A la dificultad económica, se añadía los, casi históricos, problemas en sanidad;una red socio-sanitario deprimente; demandas en infraestructuras educativas; en materia de inmigración; una deficiente oferta cultural y de ocio; una red de carreteras en lamentable estado; una situación turística preocupante, y un sector primario agrícola-ganadero y pesquero abandonado a la iniciativa particular.
Desde el Partido Popular, y ya en el Grupo de Gobierno, exigimos la necesidad de priorizar las medidas a tomar, señalando en primer lugar las económicas. El Grupo de Gobierno comenzó a dar las soluciones reales que necesitaba Lanzarote. Se diseñó un plan de saneamiento de la Institución desde la Consejería de Economía y Hacienda, que dirigía nuestra compañera Astrid Pérez Batista. Dicho plan pasaba por cambiar el sistema y control del gasto.
En apenas doce meses, ya habíamos recuperado capacidad inversora para nuestro Cabildo. Asimismo, iniciamos los trámites para incorporarnos a la Ley de las Grandes Ciudades y, con ello, asumíamos el compromiso de modernizar la administración cabildicia, a través de programas y proyectos que nos metieron de lleno en la Sociedad de la Información y de la Comunicación.
Desde la presidencia cabildicia, y preocupados por la situación turística, sacamos a concurso la contratación de un equipo redactor del Plan Territorial Especial de Turismo de Lanzarote. Era un momento de reflexión, que nos llevaba a cuestionarnos, desde entonces, cuál era le modelo de Isla que queremos.
Lanzarote es una Reserva de la Biosfera que no llega a los 900 kilómetros cuadrados, limitados por la presencia de un Parque Nacional como el de Timanfaya, una reserva marina como la del Archipiélago Chinijo y numerosos espacios naturales protegidos, pero soportamos una presión demográfica cada vez mayor, y necesitamos modificar la tendencia.
Debemos hacer un gran esfuerzo inversor en planes de recuperación Medio Ambiental, que aborden y den soluciones efectivas, al grave problema de los residuos, a las escombreras clandestinas, a la protección de los espacios naturales y a la recuperación de espacios, tan emblemáticos, como el Lago Verde o Charco de los Clicos, en el Golfo.
Nuestra naturaleza volcánica nos ha dado una gran oferta de ocio complementario, que nos ha convertido en destino diferenciado, aplicando unos principios de sostenibilidad, excepcionales, si tenemos en cuenta que se producen en una Isla Reserva de la Biosfera, donde el ser humano realiza actividad económica.
Nuestro celo debe centrarse en conservar y hacer compatible la dualidad Hombre-Naturaleza.
Pero, no es menos cierto, que el Sector Turístico, base esencial de nuestra economía, demanda una oferta de ocio complementario que debe ser atendida pero que tiene que ser, necesariamente, compatible con la que la naturaleza nos ha dado. Esa oferta, es la que debe recoger el futuro Plan Territorial Especial de Turismo de Lanzarote y , debe, necesariamente, salir del consenso de todos los sectores y definir la Isla que queremos.
*Francisco Cabrera
Candidato del Partido Popular al Cabildo de Lanzarote
