Casas blancas, puertas y ventanas verdes

Por Bruno Perera Hay en Lanzarote una creencia popular e inculcada en el turismo, que dice: CesarManrique fue quien por primera vez propagó e impuso la idea de que para que lospueblos conejeros se vieran bellos e hicieran juego con ...

14 de junio de 2009 (00:30 CET)
Por Bruno Perera
Hay en Lanzarote una creencia popular e inculcada en el turismo, que dice: CesarManrique fue quien por primera vez propagó e impuso la idea de que para que lospueblos conejeros se vieran bellos e hicieran juego con ...

Hay en Lanzarote una creencia popular e inculcada en el turismo, que dice: Cesar

Manrique fue quien por primera vez propagó e impuso la idea de que para que los

pueblos conejeros se vieran bellos e hicieran juego con la naturaleza de nuestros

volcanes y suelo, debíamos pintar las casas de blanco y sus puertas y ventanas de

verde. (Tal afirmación no es cierta).

Si nos trasladamos al pasado de los años, más

o menos, 1430-1850; en Lanzarote no existían ferreterías, pero sí almacenes donde se

vendía materiales para la construcción (importados), como madera, brea, clavos,

bisagras, trancas, fechillos, cal, escobas, porrones, herramientas manuales, etc,

rudimentarias.

A partir del comienzo de la era de la hechura de barquillos de orilla

y de veleros de pesca, año aprox. 1888, tiempo en que se necesitaba otros utensilios

para la construcción de barcos, emprendió el negocio de las ferreterías. Las naves

que se hacían en Lanzarote para la pesca chica o la de altura, eran todas pintadas

con casi las mismas pinturas y los mismos colores: se usó y se usa todavía, el

blanco, más que otros, el verde, más que otros, el negro, el azul y el amarillo;

también el barniz oscuro. (La cal se usó para albear los exteriores e interiores de

las casas, y la pintura de plástico llegó a Lanzarote en el año aprox. 1965.

Con

estas pocas clases de pinturas de aceite habidas a la venta, cuando llegaba un barco

desde la costa africana, después de un periodo de pesca de tres o seis meses, los

marineros lo varaban en una playa, lo reparaban y le daban una mano o dos de

pintura.

Alguna vez que otra, o varias, los pescadores (llamados "costeros")

mientras hacían el pintado, sustraían alguna brocha y algo de pintura para pintar

las puertas y ventanas de sus casas, otras veces cuando tenían dinero compraban.

Así fue como por lo habido en el mercado y por falta de dinero, las puertas y

ventanas de las casas de Lanzarote pasaron a verse la mayoría pintadas de verde.

Otro punto a recordar: las puertas y ventanas de las casas de nuestra tierra,

pocamente se pintaban con pintura pura, la mayoría se cubrían con mitad de petróleo

revuelto con mitad de pintura, es por esa razón que las puertas antiguas hayan

durado tantos años; causa: la pintura con petróleo , no hace cascarón, se filtra en

la madera y la protege de parásitos.

P.D. Cesar Manrique no impuso regla de pintado

de las casas, pero sí varias veces dijo, y bien claro: Debemos construir un modelo

de infraestructura turística basada entre una simbiosis humana-naturaleza.

Chapeau para ti amigo Cesar, por la Gran Obra que nos dejaste.

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