Soy ciudadano del Estado español y me hubiera gustado entrevistarme también con el nuevo presidente boliviano Evo Morales, pero el Gobierno español sólo le preparó encuentros con empresarios que han invertido en Bolivia y que ahora tienen miedo de no poder seguirse lucrando a mansalva en este país en base a contratos firmados con los dos anteriores mandatarios que han tenido que marcharse del gobierno repudiados por un pueblo empobrecido pero desde hace unos años justamente reivindicativo. Y estas empresas españolas protestarán mucho si tienen pérdidas o si se los expropia bienes, pero le quiero comunicar al Presidente de Bolivia que no se piense que todos los ciudadanos de este país coincidimos con el bloque empresarial (encabezado por las petroleras) que ahora ponen mucho enfasis en la exigencia que se respeten sus inversiones, cuando ellos nunca hasta ahora se han preocupado ni respetado al pueblo boliviano, y nunca les había interesado su pobreza, como tampoco Zapatero no había pensado en cancelar la deuda boliviana hasta ahora que ve peligrar algo, tampoco exageremos, sus transnacionales. Por lo tanto, señor Morales, le pido que piense por encima de todo en su pueblo y en la reparación de la deuda social que pesa, históricamente, sobre España y también, actualmente, a través de algunas de sus empresas rapaces, y que sepa que cuenta con la simpatía de muchos ciudadanos de este Estado.
Jordi Oriola i Folch