Juguemos

Carmen Morales
28 de mayo de 2018 (13:20 CET)

Los hombres no dejan de jugar porque envejecen,

envejecen porque dejan de jugar.

 

¿A qué te suena esto? "Al corito de San Miguel, el que se ríe se va al cuartel";  "La chata virigüela"; "Carabina 1, carabina 2, carabina3"; "El que no se haya escondido, tiempo habrá tenido";  el teje, la soga, el elástico, los cromos, veo veo, el stop, la piola, carrera de saco, comecocos, el teléfono, la sillita de la reina, el pañuelo; el sé, sé, sé en la calle de la bomba? ¿A tu infancia?

¿Juegan tus hijos a esto? ¿Has buscado tiempo para jugar con ellos y enseñarles?

Hoy, Día Internacional del Juego, quiero poner el énfasis en la importancia de dedicar tiempo para jugar con los menores, sin duda, el mejor regalo que les podemos hacer. El Diagnóstico de la Situación de la Infancia en Canarias, elaborado el pasado mes por las dos Universidades Públicas Canarias, recomienda que los padres y madres debemos practicar más ocio y deporte en familia.

Desde la Dirección General de Protección a la Infancia y la Familia hemos querido rescatar todos esos juegos tradicionales, de bajo coste económico, inclusivos, no sedentarios y que se desarrollan al aire libre, y convocamos el concurso, Juguemos un Juego, en que instamos a los menores de Primaria a que nos envíen fotos jugando estos entretenimientos tradicionales, de los que en ocasiones desconocemos el nombre. Quién no ha jugado al elástico de las manos con el que se hacían distintas figuras, sin saber cómo se llamaba el juego. Otros, sin embargo, varían de denominación según la isla, como el brilé, que en algunos lugares llaman el quemao. El concurso lo ganará el menor que haya enviado más fotos hasta el Día de Canarias.

Cabe recordar que estos juegos intergeneracionales, que posibilitan el desarrollo de las habilidades motrices básicas,  así como la mejora de las capacidades coordinadoras, son un elemento de integración social, estimulan la creatividad y actitudes como el compañerismo,  el respeto y el aprender a perder y a ganar con deportividad.

Además, la utilización de canciones y rimas activa el aprendizaje y el fomento de la  memoria.

El patio de mi casa es particular.

Cuando llueve se moja como los demás.

Agáchate,  y vuélvete a agachar, que los agachaditos no saben bailar.

Hache, i jota, ka, ele, elle, eme, a, que si tú no me quieres otro amante me querrá.

Hache, i jota, ka, ele, elle, eme, o,  que si tú no me quieres otro amante tendré yo.

Chocolate, molinillo, corre,  corre, que te pillo.

 A estirar, a estirar que la niña va a pasar.

 

¿A qué jugamos?

 

Carmen Morales, directora general de Protección a la Infancia y la Familia del Gobierno de Canarias.

 

 

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