Ampliación de pista, ¿sí o no?

Por Dominik Sánchez Meckenstock Son muchas las voces que reclaman un prolongamiento de la pista de aterrizaje del aeropuerto de Guacimeta. Recientemente con el mal tiempo se ha especulado mucho sobre las razones por las que los vuelos comerciales se desvían. He aquí ...

10 de diciembre de 2010 (15:36 CET)
Por Dominik Sánchez Meckenstock
Son muchas las voces que reclaman un prolongamiento de la pista de aterrizaje del aeropuerto de Guacimeta. Recientemente con el mal tiempo se ha especulado mucho sobre las razones por las que los vuelos comerciales se desvían. He aquí ...

Son muchas las voces que reclaman un prolongamiento de la pista de aterrizaje del aeropuerto de Guacimeta. Recientemente con el mal tiempo se ha especulado mucho sobre las razones por las que los vuelos comerciales se desvían. He aquí algunas explicaciones.

Existen en la aeronáutica moderna, dos tipos de aproximaciones. Las llamadas "de precisión" y las de "no precisión". Las de precisión se basan normalmente en lo que llamamos un ILS (Instrumental Landing System)). Esta estación en tierra, emite un rayo que se llama "localizador" y otro que se llama "senda". El localizador, mediante un instrumento en la cabina del piloto, guía al avión en el plano horizontal hacía la cabecera de pista.

La senda hace lo mismo, pero en el plano vertical. De esta manera el avión va descendiendo sobre la senda y el localizador hasta que llega a su altura de decisión, los también llamados mínimos. Durante todo el descenso, no es necesario que el piloto tenga contacto visual con el terreno. Es decir, se puede hacer todo a ciegas.

Una vez llegados a los mínimos sin embargo, el piloto debe de tener la pista (o al menos una parte de las luces de aproximación) a la vista. Si no es así debe iniciar la maniobra de "frustrada". En ese caso, y también apoyándose en las estaciones terrestres, se vuela según un procedimiento publicado por la autoridad. No reviste ningún peligro y es algo totalmente normal. Las tripulaciones se entrenan para ello y los aviones están preparados para esas maniobras.

Las aproximaciones de no precisión están normalmente basadas en unas radioayudas que no disponen de la precisión con la que nos indica el ILS nuestra situación. Tienen mucho más alcance que un ILS, pero no son tan precisas.

Estas estaciones se llaman VOR (Very High Frecuency Omnidirectional Radio Range) o NDB (Non directional Beacon). Estas estaciones, funcionan básicamente, y con algunos matices, como un ILS. Son capaces de guiar el avión en el plano horizontal. Carecen sin embargo de la guía vertical, por lo que en este tipo de aproximación el avión desciende de manera escalonada y no continua como en el caso del ILS.

Disponemos de dos VOR en Lanzarote, una estación en el norte y otra al lado del aeropuerto, llamados LZR y LTE.En este tipo de aproximaciones los mínimos son muchos más altos que en el caso de las aproximaciones de precisión. Dicho de otra manera, no permiten legalmente, que el piloto descienda tanto como en el caso de una aproximación de precisión. Si el piloto no ve la pista en su altura mínima de descenso debe de ejecutar igualmente su frustrada.

En el caso de comparar las dos altitudes, los mínimos de no precisión son aproximadamente unas 5 veces más altos que los de precisión. Ahora, si las nubes están tan bajas, que a la altura mínima de descenso todavía seamos incapaces de ver la pista de aterrizaje, tenemos la obligación de iniciar el procedimiento de frustrada y es imposible aterrizar en el aeropuerto.

En el caso de Lanzarote, la pista de aterrizaje 03 dispone de un ILS y la pista 21 no. Cualquier ávido lector clamará ahora: ¿Por qué no instalamos un ILS en la pista 21? La respuesta es sencilla. Los ILS tienen, dependiendo de la orografía, una pendiente de descenso y unos márgenes de seguridad.

La ley marca un máximo para pendiente de descenso de los ILS que ronda los 5 grados. Esto no es suficiente sin embargo para instalarlo en la cabecera de la 21. Además, no es solo un tema legal sino también del rendimiento de los aviones. Nos tenemos que imaginar que un avión en un descenso es como un coche que rueda por una pendiente.

Si la pendiente es demasiado grande, el avión coge demasiada velocidad lo que también impide el aterrizaje. Esa es la sencilla razón por lo que tenemos en la cabecera de la 21 una aproximación de no precisión y eso no va a cambiar.

Fuerteventura es una isla fantástica para desviarse porque está a menos de 10 minutos de vuelo y además tiene ILS por las dos pistas. El tráfico marítimo permite en última instancia llevar los pasajeros a su destino por ferry y guaguas. La prolongación de la pista de Lanzarote no es una opción que mejore sustancialmente esa situación, porque por todo lo anteriormente expuesto, la orografía impide que por la pista 21 se pueda aterrizar con tiempo sur en situaciones meteorológicas que para la pista 03 estarían dentro de los límites.

Para los despegues tampoco sería la solución, porque, ¿cuántos metros de pista debemos prolongar la pista? ¿200? ¿300? Esos 300 metros serían una obra faraónica que nos costaría un inmenso dineral para una mejora insignificante. El lecho marino parece ser muy abrupto por lo que rellenar eso sería extremadamente costoso además de lo que perjudicaría al medio ambiente.

Los despegues de los aviones normalmente se calculan en las peores situaciones, es decir, que el avión solamente vuela con un motor. Debo llamar la atención sobre el hecho de que esto es como se calculan las cosas y no como efectivamente se vuelan. Si nuestro avión dispone de dos motores, debemos asumir en el cálculo que solamente estamos volando con uno.

Esos son los datos de rendimiento (performance) de nuestro avión. Son esos los números que nos limitan tanto. Si nuestro avión bimotor vuela con dos motores, superará con amplitud el cálculo que hayamos hecho para el despegue, pero eso no nos sirve de nada, porque legalmente estamos obligados a ceñirnos a los cálculos penalizados por el fallo de un motor.

Por todo esto, cuando vemos los aviones despegar, nos da la sensación de que supera con una facilidad enorme las montañas. Otro gallo cantaría si ese avión tuviera un fallo de motor, en condiciones no visuales e incapaz de circunnavegar la montaña Mina. Yo no querría estar en ese avión... ni siquiera con 300 metros más de pista.

He pretendido dar con este artículo de opinión mi visión de la situación y dotar a las personas que se lo lean, de un conocimiento básico explicado en palabras sencillas y simplificando algunos conceptos. La próxima vez que nuestros políticos hablen de lo que en apariencia ni siquiera saben y sobre lo cual no se asesoran, les pido que recuerden este artículo y eviten que nuestros impuestos sean dilapidados de manera irresponsable.

LO MAS LEÍDO