Este martes pasará a la historia de la política canaria por la lamentable forma que tienen de ver Canarias algunos líderes políticos. Obviando por completo el importante rechazo de islas como Lanzarote, Fuerteventura o La Gomera ...
Este martes pasará a la historia de la política canaria por la lamentable forma que tienen de ver Canarias algunos líderes políticos. Obviando por completo el importante rechazo de islas como Lanzarote, Fuerteventura o La Gomera -cada una de ellas en dimensiones distintas-, tanto el secretario general del Partido Socialista Canario (PSC), Juan Carlos Alemán, como el presidente del Partido Popular (PP), José Manuel Soria, se descolgaron este martes con declaraciones en las que evidencian su falta de respeto al desarrollo de la democracia y su falta de respeto a lo que se piensa en las islas menos pobladas. De hecho, ambos, cada uno en su dimensión, dan por hecho que la lista regional de quince diputados se va a terminar aprobando. Parece que no cuentan con los números ni con las posibles sorpresas, no cuentan con que todos los diputados de Lanzarote respeten lo que han prometido que van a hacer o con que los de La Gomera, El Hierro, La Palma o Fuerteventura puedan hacer lo propio. Es como si la política de PSC y PP empezara y terminara en Gran Canaria y Tenerife.
El presidente de Coalición Canaria (CC), Paulino Rivero, explicó este martes también en Radio Lanzarote que tiene la impresión de que a Juan Carlos Alemán le están colando un gol por la escuadra desde el PP: primero, porque le han enfrentado a sus actuales socios sin necesidad alguna, y segundo, porque le han creado un problema interno en su partido al que él parece ser totalmente ajeno.
De hecho, leyendo las declaraciones de Alemán cualquiera podría pensar que no ha sucedido nada en Lanzarote. El secretario general del PSC dijo en rueda de prensa que la reforma electoral "va a salir" pese a que en estos momentos "el insularismo más rancio de ATI" esté intentando la estrategia de dividir a su partido para tratar de "romper" la formación, algo que se ha evidenciado con las presiones al PSC de Lanzarote para que no respete la disciplina de partido y no apoye una propuesta que rompa la triple paridad.
O sea, que según Alemán, sus compañeros de Lanzarote, con Manuel Fajardo a la cabeza, se han dejado influir por "el insularismo más rancio de ATI", y así, por esta especie de enajenación mental transitoria, han manifestado lo que han manifestado. Obviando por completo su opinión, insistió en que "la lista autonómica va a salir adelante", gastando una broma que no a todo el mundo ha sentado bien al garantizar que "no veo a ningún diputado con cara de Tamayo" en las filas de su partido, en alusión a uno de los dos diputados de la Asamblea de Madrid que traicionó a su grupo para impedir que prosperara el acuerdo de los socialistas con Izquierda Unida (IU). Resulta muy lamentable que un supuesto líder del socialismo canario haga semejantes afirmaciones, y resulta sobre todo más lamentable comprobar, asunto tras asunto -el último fue el del nombramiento del sustituto de José Manuel Arnáiz al frente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas- que le importa muy poco lo que se pueda pensar en esta parte del Archipiélago.
Por su parte, José Manuel Soria, que en este asunto sin duda es el que puede salir más beneficiado por el evidente peso político que tiene en una isla como Gran Canaria, dijo no tener ninguna noticia de "rebelión" alguna en Lanzarote, asegurando, para pasmar al más pintado, que las mociones presentadas en el Cabildo no tratan de la lista regional. Como las declaraciones nos las sirve una agencia de prensa, nos tenemos que fiar, pero nos cuesta creer que el presidente de los populares haya podido decir algo así. Sólo se nos ocurre que está tan contento, está tan embriagado con su pequeño triunfo, que ya se permite hasta hacer chascarrillos con la verdad.
Es triste que esto esté ocurriendo, sobre todo si no se produce una reacción contundente de nuestros políticos, que algo tendrán que decir en este asunto.