La escasez de uva que se espera en esta vendimia ha traído incertidumbre a las bodegas de Lanzarote. Ahora, y a diferencia de otros años, la decisión más importante está en manos de los viticultores, que deberán elegir a quién vender los 1,5 millones de kilos que se espera que se recojan, según apunta Jerónimo Quevedo, vocal de los viticultores del Consejo Regulador. Una cifra que, de confirmarse, estaría muy lejos de los2,5 millones del año pasado, cuando se registró un excedente.
Ante la complicada situación, el grupo de vocales viticultores delConsejo Regulador hizo un llamamiento pidiendo que este año se venda la uva a aquellas bodegas que otros años han comprado "más de la necesaria". Esta petición hace rememorar la situación que vivieron muchos viticultores en 2009, cuando el excedente de uva impidió que los bodegueros compraran toda la cosecha. Ahora, la situación se invierte y los viticultores reciben muchas ofertas de bodegueros que ansían comprarles la uva. La decisión de a quién abastecer está en sus manos.
Ramón Rivera Guerra lleva 30 años dedicándose a viticultura. El año pasado fue uno de los afectados por el excedente y no pudo colocar toda su uva. "Tuve un problema gordo, la verdad. Me recorrí todas las bodegas y nada. Fuimos muchos los que nos vimos desesperados. Podíamos pisar la uva, pero eso es muy complicado. Uno no es químico y no sabe qué hacer con el mosto", afirma. Al final, consiguió "a un chico que me compró una parte y la otra se la di al Cabildo, pero todavía no he visto el dinero", lamenta.
Con respecto a la venta de este año, no titubea. Han sido muchas las llamadas que ha recibido, y afirma que no tendrá en cuenta el pasado. "¡Qué vamos a hacer!, porque un burro te de una coz, no le vas a cortar la pata", afirma.
No es el caso de Domingo Lemes, otro viticultor lanzaroteño, que tendrá en cuenta a la bodega que le amparó el año pasado. En cuanto a la escasez a la que se enfrentan los bodegueros, mantiene una posición firme: "Este año no habría escasez si la uva del año pasado hubiese sido guardada en los depósitos del Complejo Industrial".
Lemes está refiriéndose a una posibilidad que se barajó el año pasado ante el excedente.El Cabildo se planteó en un primer momento ofrecer una subvención a los bodegueros para que solucionasen su falta de espacio y recogiesen el excedente de uva para transportarlo a unos depósitos del complejo Industrial, constituyendo una reserva. Sin embargo, esta medida no prosperó..
Menos, pero mejor
La cara más amable de la vendimia de este año es la calidad que ha ganado la uva. "No le falta fortaleza porque el viento ha saneado la vid y le ha proporcionado una mayor calidad", asegura Ignacio Valdera, propietario y enólogo de Bodegas Bermejo. "Los agricultores dicen que la planta se lo ha cogido para sí, para descansar, para fortalecerse y crecer. Así es Lanzarote, unos años nos sobra y otros no nos llega", añade.
Por otro lado, la parra se lo ha tomado con calma yla uva está tardando más en madurar. "Todavía ronda los nueve grados y necesitamos que tenga unos doce para que esté lista", explica Alejandro Felipe, enólogo de Bodegas La Geria. "Se debe a la existencia de dos brotaciones diferentes, que ha provocado una disparidad en la cosecha. Por otra parte, apunta que será una vendimia complicada y difícil, en la que va a ser necesario conseguir un equilibrio. Para ello, o bien se realizará en dos fases, o biense tendrá que retrasar la recogida hasta que se emparejen las maduraciones, aunque la que ya está lista sobremadure un poco. Tendrá que decidir el agricultor", apunta Ignacio Valdera.
Maximiliano Álvarez, un viticultor que lleva 20 años dedicándose a esta actividad, comenzó pronto la vendimia y prácticamente ya tiene las parras vacías. Asegura que no le afecta haber recolectado menos uva, porque este año está mejor que nunca. ¿El truco?: aplicar las pautas de antes, "lo que yo se de campo, sin hacer caso de nadie, automedicándome".
Sin embargo, recalca que el vino de Lanzarote podría mejorar su calidad aún más y denuncia que los esfuerzos no se están poniendo donde se debe: "Los estudios que se hacen son de uva negra,que ya hay en la península. Deben ampliarse los estudios de malvasía, que es la que caracteriza a nuestro vino".
Desde Bodegas Bermejo, Ignacio Valdera agrega que el mejor avance que podría conseguirse es el refuerzo del papel que cumple el campesino, el tesón y esfuerzo que pone en la marcha de la isla. Considera que se está menospreciando el papel de los viticultores. "Hay que apoyarlos, se necesitan incentivos para el agricultor, que mantiene el paisaje característico de la isla, del que nos beneficiamos todos", explica.
"Las bodegas no les podemos dar la rentabilidad que ellos necesitan, puesto que la competencia en el mercado lanzaroteño es muy alto, un kilo de uva aquí cuesta 10 veces más que en algunas zonas de la península. Las instituciones deben volcarse para conseguir ayudas medio ambientales para Canarias", concluye.
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