El protocolo familiar supone que los temas empresariales se discutan en un contexto empresarial y los temas familiares, que afectan a la empresa, se debatan en otro ámbito

La mayoría de empresas familiares confunden las relaciones de negocios con el parentesco

Una de las causas de la desaparición de las empresas familiares en Canarias y España es la inexistencia de un conjunto de normas que regule la relación entre la familia y la empresa. Se conoce como protocolo familiar y debe estar ...

29 de junio de 2005 (12:43 CET)

Una de las causas de la desaparición de las empresas familiares en Canarias y España es la inexistencia de un conjunto de normas que regule la relación entre la familia y la empresa. Se conoce como protocolo familiar y debe estar consignado dentro de un proyecto de sucesión para garantizar la continuidad de la empresa familiar sobre todo cuando venga el inevitable relevo generacional.

El Instituto de Estudios de la Pyme Familiar (IPYMEF) celebró ayer en el Arrecife Gran Hotel una jornada con el propósito de orientar a los emprendedores conejeros sobre una realidad que casi siempre es vista en la empresa del vecino, pero que toca la puerta de todas las empresas familiares.

Vicente Lluch Martínez, director de Unilco Canarias, consultoría especializada en empresa familiar, dijo a La Voz que es absolutamente necesario que los temas empresariales se discutan en un entorno empresarial y los temas familiares, que afectan a la empresa, se debatan en otro contexto, para así evitar confundir y mezclar gestión con propiedad o propiedad con capacidad, entre otros aspectos. Así, es conveniente constituir un consejo de administración y crear también un consejo de familia como órganos de tomas de decisiones.

Otros factores

Sin embargo, el protocolo familiar no es la única dificultad que las empresas pueden encontrar en el camino. ¿Será fácil lograr un consenso en cuanto al proyecto de futuro que se desea?. La planificación estratégica, como en todo proyecto serio, también debe estar en la lista de prioridades. Pudiera parecer exagerado, pero además es saludable que las empresas establezcan fechas de entrada y salida de los sucesores y sucedidos.

Según la Cámara de Comercio de Las Palmas, sólo el 9 por ciento de las empresas canarias ha consolidado el protocolo familiar. Éste y el descuido de los otros factores antes descritos determinan que el 70 por ciento de las empresas familiares no supere la segunda generación. Además, las estadísticas registran que sólo el 32 por ciento de las organizaciones familiares planifica la sucesión desde el punto de vista fiscal, lo que demuestra el desconocimiento de una legislación favorable en la actualidad, gracias al Impuesto de Sucesiones y Donaciones.

Las cifras de Canarias son muy similares a las consolidadas a nivel nacional . Una de cada dos empresas no pasa a la segunda generación y como se piensa que el que fracasará es el otro, los emprendedores no se toman en serio la planificación con el tiempo necesario.

Lluch Martínez expuso en la jornada ejemplos de empresas que han superado los tránsitos generacionales para motivar a los emprendedores a dar los pasos que permitan minimizar riesgos. "No queremos quedarnos con las cifras duras, sino que en el fondo pretendemos dejar una información positiva", comentó.

En todo caso, Lluch subrayó que es lógico que haya un mínimo de exigencia para que la siguiente generación asuma la responsabilidad de la empresa. Si la empresa es un saco donde todos caben sin exigir ningún tipo de esfuerzo o requisito para entrar, lo más probable es que entren los peores y que los mejores se vayan a montar su propia organización.

Actualmente Unilco Canarias está elaborando un estudio por islas para conocer la realidad de las empresas familiares en cada una de ellas. No obstante, el problema de organización lo tienen tanto las empresas familiares grandes como las más pequeñas. "La problemática y el desconocimiento es exactamente igual", concluyó el experto.

Otros datos aportados por la Cámara de Comercio determinan que más de un 20 por ciento de las empresas familiares canarias, aproximadamente 14.000, se encuentran en la etapa sucesoria, por ello es vital que la mayoría pase con éxito el delicado proceso de relevo. Un 30 por ciento alcanza la segunda generación y entre un 5 y un 15 por ciento siguen en la tercera generación en manos de los descendientes del fundador.

El programa formativo de la empresa familiar se inició en marzo y se lleva a cabo a lo largo de todo el año con reconocidos consultores y firmas españolas especializadas en la materia.

LO MAS LEÍDO