"Buscar una colaboración entre las empresas turísticas, incluso si son competidoras, para conseguir beneficio mutuo". Éste es el objetivo de la jornada informativa sobre clusters, que ofrecerá la Cámara de Comercio de Lanzarote el próximo 3 de noviembre, de 8.30 a 11.00 horas en el Hotel Lancelot. Estas charlas, impartidas por la consultora Cluster Development, pretenden lograr que las firmas turísticas de Lanzarote comiencen a crear sinergias que redunden en sus propios beneficios, lo que también mejorará la economía insular.
De momento, en Lanzarote no existe ningún cluster, que es una herramienta de competitividad que puede servir de gran ayuda a las pequeñas empresas frente a las grandes. Sin embargo, en Canarias sí que existen ejemplos y están dando "muchos beneficios", según explica el técnico del departamento de Innovación de la Cámara de Comercio de Lanzarote, Luis Arencibia. Así, en el Archipiélago ya se creó hace algunos años un cluster turístico, otro marítimo, así como de energías renovables. En Tenerife cuentan también con un cluster del vino.
"Una de las condiciones para que tenga sentido un proyecto de cluster es que las empresas compartan un mismo negocio, que tengan intereses comunes. Y esto se puede aplicar al ámbito turístico de Lanzarote", indica Luis Arancebia. Y es que, aunque los hoteles compitan entre sí les interesa, por ejemplo, que la localidad turística en la que se ubican "aumente su prestigio". "En este caso, se podrían desarrollar proyectos cooperativos, que den beneficios a todos los asociados al cluster, que lograrán incrementar sus beneficios", expone este técnico.
Con estos proyectos se puede crear "algo parecido a una superempresa, generando una infraestructura que pueda hacer estudios o planes de marketing comunes". Por ejemplo, una de las dificultades a las que se enfrentan los empresarios del sector turístico es el escaso tiempo y capacidad para acudir a todas las ferias interesantes para sus negocios. "Si se creara un cluster, tendrían un gestor que pagarían entre todos, y él se encargaría de todas estas cosas", indican desde la Cámara de Comercio, que aseguran que este figura se dedicaría también a "buscar fondos públicos y proyectos comunes que vayan en beneficio de los asociados".
El proceso normal para la creación del cluster suele comenzar cuando la administración pública o las cámaras de comercio desarrollan acciones para que los empresarios conozcan de qué trata este proyecto. "El problema suele ser que los empresarios nunca han contemplado esta posibilidad o que ni siquiera saben que existe. El problema suelen ser los hábitos, que son las barreras más invisibles pero, a la vez, las más poderosas", señala Luis Arancebia. Tras ello, se convoca a un grupo de empresarios a una primera reunión con consultores especializados, que analizan los problemas del sector. "Ahí se decide si tiene sentido un trabajo cooperativo o no", explica este técnico.
"Estas posibilidades se acaban vislumbrado trabajando, hablando entre los empresarios y buscando proyectos comunes", indica este técnico, que asegura que estas jornadas que organiza la Cámara de Comercio de Lanzarote servirán precisamente para que los empresarios conozcan los beneficios económicos que pueden traer los clusters, muy extendidos en la Península en los sectores de innovación y nuevas tecnologías.