"Esperar, rezar y ver si ocurre pronto una buena noticia". Así pasa los días Marino, uno de los capitanes de la UD Lanzarote, y en estas circunstancias se encuentran los otros 20 jugadores integrantes de la plantilla. La situación que viven es complicada, "desorbitada", como la califica Juanma, otro de los capitanes del club. En total, el club les debe cuatro meses de salario, una cantidad nada desdeñable, máxime teniendo en cuenta que todos ellos están pagando o bien hipotecas, o bien alquileres, o letras del coche. "En mi caso, tengo una niña y mi mujer está embarazada", explica Marino. Procedente de Tenerife, el capitán lleva once años en el club y recuerda que la directiva,"siempre ha sido ejemplar a la hora de cumplir con nosotros". "Es gente seria", añade, pero lo cierto es que pasa el tiempo y "la preocupación es cada vez mayor".
Y no es para menos, ya que tanto Victoriano Elvira como la Junta Directiva han dimitido y ahora la U.D. Lanzarote está en manos de una Junta Gestora. Si el club no cumple lo que prometió (abonarles tres mensualidades y negociar la restante) sería la gota que colmara el vaso y los jugadores podrían hacer uso de su derecho a presentar denuncias ante la Asociación de Futbolistas de España. Sin embargo, la plantilla aún no ha decidido nada. "Llevo mucho tiempo en el club y se ha portado conmigo genial. Se hace duro", confiesa Marino. También es difícil para el sevillano Alberto. "Al margen de la situación que vivimos ahora, ha sido un año muy bueno, por los compañeros, el equipo y la afición", subraya. La decisión que tomen en cuanto a las denuncias, no será de forma colectiva sino individual, y tienen como plazo límite el 30 de junio. Después, pasará un mes hasta que ésta se haga efectiva, pero los jugadores confían en que el club reciba en este período las subvenciones que tiene pendientes y les abone "cuanto antes" los salarios pendientes. De hecho, varios de ellos confían en cobrar en los próximos días.
Un futuro incierto
La plantilla, desde que terminó la temporada el pasado mes de mayo, se encuentra de vacaciones con su familia, en sus correspondientes lugares de origen. Los jugadores proceden en su mayoría de muy diferentes puntos de la península y todos ellos están siguiendo el consejo del ya expresidente Victoriano Elvira: esperar. El pasado 14 de febrero, todos ellos mostraron su preocupación, junto con la del cuerpo técnico, por el hecho de llevar, entonces, dos meses sin cobrar. Ese día, amenazaban con llevar a cabo más acciones si Junta Directiva no solucionaba el problema, pero finalmente, decidieron seguir jugando sin cobrar.
A algunos, como Alberto o Koke, se les ha terminado esta temporada su contrato y aunque el club estaba interesado en renovarles, les comunicó que no podía debido a la situación económica que atravesaba. "Victoriano me dijo que quería que siguiera pero que entendía que me buscara otras ofertas", explica Koke. Tanto a él como a Alberto, la dirección les pidió que si encontraban trabajo en otro equipo, se lo comunicaran. Frente a esta situación, está la de otra parte de la plantilla, con años de contrato todavía por delante. Algunos están buscando opciones en otros clubes pero otros, como Dani Mayo, no. "Yo en estos momentos sigo siendo jugador del Lanzarote y hasta que no ocurra una catástrofe, no voy a mirar nada", recalca el argentino.
En el caso de Juanma, la situación se complica por su edad. Aún tiene por delante un año de contrato y aunque está buscando otras opciones, a sus 31 años, lo ve "complicado". "Estoy casado y tengo mellizos así que si no se soluciona la situación del Lanzarote, y no encuentro trabajo en otros clubes, tendré que buscar en otro sitio", se lamenta el capitán. Después de lo ocurrido, si la situación se solucionara ¿volverían a confiar en el club? El madrileño Koke confiesa que dependería de las condiciones y de si no tuviera otras ofertas. Lo mismo opina Alberto. "Mi mujer y yo queremos algo de seguridad", señala el jugador sevillano.
Optimistas pero realistas
Pese a llevar varios meses sin cobrar y a que el presidente y toda la Junta Directiva dimitieran, "cansados de llamar a puertas y no recibir ayuda" (como decía Victoriano Elvira el pasado 6 de junio, cuando presentó su dimisión), los jugadores son optimistas respecto al futuro del club. "Que el Lanzarote esté en 2ªB es un lujo para el turismo de la isla, porque se pasea por toda España", indica Juanma. Él, acostumbrado a vivir situaciones así en otros equipos, no sabe "si a la isla le interesa dejar que el club se hunda".
Alberto también ha vivido este tipo de crisis en otros equipos y cuando vio que se retrasaban en los pagos le dijo a su mujer: "cariño, nos toca un año duro". Precavidos, él y su esposa se han acostumbrado a ahorrar y a cuidar sus gastos siempre, "por si acaso". Por su parte, Dani Mayo no cree que nadie deje desaparecer al equipo. "Espero que salga alguien, que se presente a las elecciones, que lo resuelva el Cabildo o quien le corresponda", señala. Y es que, el calendario electoral se encuentra abierto, hasta el próximo 30 de junio.
Ahora mismo, las riendas del club las lleva una Junta Gestora (integrada por Enrique Elvira, Francisco Morales y Antonio Perdomo) elegida el pasado viernes 13 en una Asamblea General Extraordinaria. Ese mismo día, la Junta Directiva hacía efectiva su dimisión. Sin embargo, los jugadores son conscientes de que el proceso electoral no va a ser fácil, teniendo en cuenta que las pasadas elecciones, se tuvieron que convocar cinco veces porque no se presentaba ningún candidato. Ahora, la situación parece complicarse ya que el club arrastra una deuda de más de 400.000 euros.
A la hora de buscar culpables, la plantilla coincide en señalar que no corresponde a una única parte. "Culpable es toda la isla", afirma tajantemente Koke. Marino considera que se han juntado muchas cosas, por lo que "es injusto señalar a un único culpable". Responsabilidades aparte, el capitán se lamenta de la situación que está viviendo el club porque él sabe "lo que es sufrir en 3ª y jugar en esos campos". "Espero que la situación se arregle porque ha costado mucho llegar hasta donde estamos", declara.
"El Lanzarote es mi vicio"
"¿Quién está haciendo la propaganda fuera de la isla? La UD Lanzarote", se responde el propio Agustín Hernández. Utillero de la categoría senior desde hace 33 años, y jubilado como marinero, este lanzaroteño se queja de que los grandes hoteles "se están beneficiando de esta propaganda pero no aportan un céntimo al club". En su opinión, la directiva ha pecado de inocente, al confiar en las ayudas que le ofrecieron el Ayuntamiento, el Gobierno Canario, la televisión y el Cabildo. "Cuando vino el Real Madrid aquí a jugar la Copa del Rey, estuvimos un mes entero oyéndo hablar de la UD Lanzarote, y no sólo en España", resalta orgulloso. Socio también del club, Agustín reconoce que nunca había vivido una situación económica como la de ahora.
"El fútbol es peor que la política. Si yo soy político y usted presidente de un equipo y no me interesa que esté ahí, yo le cierro el grifo para que se vaya", asegura. Él siente pasión por el Lanzarote. "Quiero más al fútbol que a mi mujer", afirma. "Ni fumo ni bebo así que el club es mi vicio", añade. Pero es optimista, porque ha oído que un empresario se ha interesado por la deuda que tiene el club. "Tendremos que esperar para ver qué pasa", declara resignado, mientras recuerda que su trabajo con los jugadores de 2ªB le llenaba de energía.
"Estoy jubilado y mi tarea en el Lanzarote era lo que me mantenía activo", señala, mientras relata cómo le entusiasmaba salir los sábados a la península, estar en medio de los jugadores, preparar el equipaje en el estadio, poner las botas de los chicos en su sitio y luego recogerlo todo. "Yo salía a las ocho de mi casa y hasta las doce de la noche estaba trabajando", asegura. Pero sólo hace falta ver el brillo en sus ojos mientras habla del Lanzarote para saber que aunque trabajara muchas horas, era su pasión.
Los otros "damnificados"
Además de los jugadores de 2ªB, son muchas las personas del club que se encuentran sin cobrar, "pero al ser de la casa, nos dejan un poco de lado", se lamenta José Labrador, entrenador de los alevines y pre-benjamines, y director de la escuela de base. De hecho, el equipo debe a lo que se conoce como personal de base (formado por cerca de 25 personas entre fisioterapeutas, delegados y entrenadores de las categorías de pre-benjamines, benjamines, alevines, infantil, cadete, juvenil, y regional) más mensualidades que a los jugadores. "Entre cinco meses y medio y seis", indica Labrador.
Sin embargo, durante todo este tiempo, él ha seguido entrenando a los chavales. "Ellos no tienen la culpa y si dejara de entrenarles, saldrían perjudicados", señala. En total, más de 300 chavales, entre niños de 6 años y jóvenes de 20, conforman las categorías de base del club. Para los más pequeños, el entrenamiento, atarse las botas por primera vez, supone descubrir un nuevo deporte, con los valores de compañerismo, sacrificio, pasión y entrega que el fútbol implica. Para los jóvenes de regional, jugar en el Lanzarote se convertía en un trampolín para poder saltar a categorías superiores.
En cuanto a los padres de los alevines y pre-benjamines, Labrador confiesa que no ha recibido ni gratitud ni apoyo por parte de ninguno de ellos. "Lo único que te preguntan al final de la temporada es si no le regalas un chándal al chaval", indica. Labrador espera que la situación se solucione pronto y afirma que en su caso, como en el de la mayoría de la gente de la base, ha estado trabajando sin contrato. Otro de los miembros a los que el club debe dinero, en concreto, el coordinador de las bases, Óscar Martín, aventura que la situación se va a arreglar muy pronto. "He oído que hay alguien interesándose por el club y preguntado por su deuda", declara.
En pocas palabras
Marino: "El club siempre ha sido ejemplar a la hora de cumplir con nosotros"
Juanma: "La culpa es de todos: dirección, instituciones y empresas"
Dani Mayo: "No estoy mirando otras ofertas porque todavía soy jugador del Lanzarote"
Koke: "Entre el Cabildo y algún empresario sacarán adelante al club"
Alberto: "Mi mujer y yo nos hemos tenido que "apretar el cinturón""