Un ciudadano que tuvo a un familiar en la residencia Las Cabreras de Lanzarote ha querido agradecer la atención de los trabajadores y tributarles "un impagable homenaje"
"No habiendo sido excesivamente partidario del internado de nuestros mayores en estas instituciones, hará cosa de unos dos años hube de tolerar el ingreso de alguien muy cercano por las circunstancias familiares. En un primer momento, mediante el programa 'Respiro Familiar', y después bajo el paraguas de la Ley de Dependencia, explica este hombre, que afirma que la estancia le ha hecho cambiar radicalmente la percepción que tenía de tales instituciones".
"No dispongo de palabras para valorar y agradecer el cuidado, la atención, la actitud y aptitud de todo el personal que ejerce sus funciones en esta residencia. Ahora se habla mucho de la profesionalidad en el ejercicio de un oficio, desdeñando la vocacionalidad como algo trasnochado, cuando creo que en el ejercicio de funciones como la docencia y la sanidad es algo esencial. Y es esta vocación unida a la profesión lo que he encontrado en todo el personal de Las Cabreras", continúa.
Este ciudadano afirma que a lo largo de todo el proceso de acogida de su familiar, que acabó falleciendo, "el trato cercano, amable y humano ha sido una constante". Incluso, afirma que los trabajadores les acompañaron a la hora del sepelio.
"Quizá me haya caído la suerte por el internamiento de mi familiar en esta residencia, pero sea así o no, me permito afirmar que Lanzarote tiene en esta residencia de mayores Las Cabreras un espejo inmensurable en el que poder mirarse las distintas residencias de mayores de nuestra cercana Canarias y nuestra lejana Península, si se quieren imitar los buenos ejemplos", concluye.
