"Si el Ayuntamiento no se puede permitir farolas en condiciones, no podrá pretender que los ciudadanos paguemos impuestos". De esta manera han protestado desde la Escuela de Música Toñín Corujo, ubicada en la transversal de la calle Fajardo, en el centro de Arrecife. María Valido asegura que no hay luz en esta zona y esta situación puede ser peligrosa para los niños que estudian en la escuela.
Además, no sólo se quejan de la iluminación, sino de que la carretera está "llena de agujeros", "no hay ni una papelera en la zona" y no existe un paso de peatones, que ha sido solicitado "hace más de cinco años". "Al Ayuntamiento de Arrecife le importan un pito sus ciudadanos", señala.
Según explica, fue a principios de año cuando se suprimió la farola que estaba frente a la Escuela de Música Toñín Corujo. En su momento, Maria Valido acudió a la oficina del teniente de alcalde, José Montelongo, en el Ayuntamiento de Arrecife, para comunicarle que en la escuela trabajan con niños y que "podía ser un peligro que éstos saliesen del centro solos con una calle tan oscura".
"Por esas mismas fechas pasé por las diferentes oficinas responsables a las que me fueron mandando para comunicar el mismo hecho, pero ni caso", asegura esta mujer. Antes de la supresión de la farola, ya habían cambiado las luminarias de la calle "con el poco acierto de poner las farolas demasiado grandes, que quedaron encajadas en medio de los balcones". "La proyección lumínica se limitó justo al espacio que queda bajo la luz. Entre farola y farola no hay luz", explica.
Arrecife, como el "Londres de Jack El Destripador"
Por ello, asegura que a partir de las 19.30 horas, cuando ya está oscuro, la imagen de la calle desde la Escuela de Música Toñín Corujo parece el "Londres de Jack El Destripador". Con el cambio de hora, este problema ha aumentado. "Esta vez presenté por escrito la petición hace casi dos meses y aún no he recibido respuesta", se queja.
María Valido insiste en que "si algún día pasa cualquier cosa, desde luego el Ayuntamiento va a ser responsable subsidiario, porque las peticiones están hechas". "Yo, como ciudadana, puedo llegar más allá y hacerle una propuesta al Ayuntamiento. Si no se siente capaz de gestionar los servicios públicos más simples, pues que deje que los ciudadanos lo hagan. Pero, evidentemente, dejando de pagar los impuestos", propone.
