"SUPE QUE SUFRÍA MALOS TRATOS POR GENTE DEL PUEBLO", HA DECLARADO SU HERMANO

Vecinos y parientes conocían el "abandono" de Verónica y no actuaron: "No quería roces ni jaleos"

Tres testigos han afirmado en el juicio que la veían "haciendo labores en el campo", que "estaba más delgada de lo normal" y que su aspecto era "diferente" al de sus hermanastros

27 de septiembre de 2017 (21:14 CET)
Vecinos y parientes conocían el "abandono" de Verónica y no actuaron: "No quería roces ni jaleos"
Vecinos y parientes conocían el "abandono" de Verónica y no actuaron: "No quería roces ni jaleos"

Vecinos y parientes han reconocido en el primer día de juicio por el caso de Verónica que conocían al menos parte de la situación que vivía la joven pero no denunciaron. "Yo creo que no se preocupaban por ella, estaba abandonada total", ha afirmado un vecino y primo de Carmen Delia, la madrastra de la joven. Tras denunciarse su desaparición, fue él quien le dijo a la Policía que miraran en una grieta de la casa, que fue donde se halló la bolsa con los restos de Verónica, porque "la veía esconderse ahí". 

"Vestía fatal, con ropa que no era de mujer o sucia", ha afirmado este hombre, que ha asegurado además que estaba "muy delgada". "Si venía viento, se la llevaba", ha añadido este vecino y primo de Carmen Delia, que ha precisado incluso que era tal la delgadez que una vez "que fue a botar un cubo a la basura, se fue con el cubo para adentro". Aunque este hombre ha apuntado que no vio que la maltrataran físicamente ni signos de que le pudieran pegar, sí cree que Verónica era "maltratada", "por la ropa y por verla en el campo como una esclava".

Sin embargo, a pesar de ello, y de que también ha señalado que "veía diferencias en el aspecto" de Verónica con sus hermanastos, ha manifestado que "nunca" llegó a pensar "que pudiera pasar esto" y, por ello, y porque "no quería tener roces, ni jaleos", no dio aviso a las autoridades. "Si tiene sus padres, que se hagan cargo ellos", ha añadido. Además, ha explicado que no se hablaba con ellos "por problemas con las fincas", porque "cuando los niños eran pequeños pasaban y lo destrozaban todo". 

 

La veían "haciendo labores en el campo"


En cuanto a la grieta donde se hallaron los restos de Verónica, ha apuntado que le dijo a la Policía buscara en ese lugar porque veía a la joven "esconderse ahí" y porque el hermano, José Luis, también le había dicho que "cuando eran pequeños se escondían allí". Según ha relatado, Carmen Delia le "recriminó" su actitud cuando le vio llegar con la Policía, señalando que hacía "falta un papel para que suban". "Yo no tenía nada que ocultar", ha dicho. 

En el aspecto "descuidado" y "diferente" al de sus hermanastros, y en que veían a Verónica "haciendo labores en el campo", han coincidido los otros dos vecinos de la familia que han declarado. "Siempre estaba un poco descuidada", ha señalado uno de ellos, que no obstante ha precisado que "no fatal" como "para decir esto no puede ser". "Parecía desatendida, no tenía el aspecto que tenía que tener, estaba más delgada de lo normal", ha afirmado el otro, que ha declarado saber que Verónica había estado en un centro de menores y que la familia había tenido problemas "con Servicios Sociales porque se comentaba entre los vecinos". También ha dicho ser conocedor de que la joven tenía una minusvalía, apuntando creía "que no podía valerse por sí misma".

 

El hermano asegura que supo de "malos tratos" por "gente del pueblo"


El hermano biológico de Verónica, José Luis, también ha declarado en el juicio. En su día, el joven relató a La Voz haber sufrido de pequeño, cuando vivía en la casa de Tinajo,  "malos tratos y vejaciones" por parte de su madrastra y hermanastros, aunque no ha sido preguntado por ello en el juicio ni por la fiscal ni por la abogada de la acusación particular. No obstante, en la causa ya consta una sentencia del año 2004, por la que el padre y la madrastra de Verónica ya fueron condenados por abandonar y maltratar a los niños. En ese juicio, José Luis ha apuntado que fue la única vez que vio a su hermana desde que ésta se fugó en 2002 de un centro de menores en el que estaban ambos cuando ella tenía 17 años de edad, a pesar de que desde entonces la busco "unas 15 veces".

El hermano biológico de Verónica ha relatado que fue "a finales de 2012" cuando volvió a buscar a su hermana "por una herencia", pero dado que "no aparecía" decidió presentar una denuncia. "Me moví con la abogada y ahí se descubrió", ha añadido. Después de esa denuncia, José Luis ha explicado que se enteró "por un familiar de Carmen Delia" de que Verónica se había quedado "embarazada", aunque "no sabía de quién".

Aunque el joven ha dicho que "hacia 10 años que no veía" a Verónica, ha afirmado que sabía "por gente del pueblo" que su hermana había sufrido "malos tratos" y estaba "descuidada". En las ocasiones que fue a buscarla, ha apuntado que "algunos" vecinos le dijeron que "no la habían visto desde tiempo atrás" y que, "después", un familiar de Carmen Delia le dijo "que se había ido con un novio a Fuerteventura". 

 

Un trabajador que fue a la casa: "No nos dejaban solos"


Otro de los testigos que ha declarado, un hombre que fue a la vivienda en enero de 2013 a arreglar un contador de agua, ha señalado que le llamó la atención que no les dejaban "solos en ningún momento" y que, incluso, Carmen Delia les echó una mano para abrir una pequeña zanja. Dentro de la casa, cuando llegó, ha indicado que había "un señor mayor, sentado en un rincón, deteriorado, canoso y con aspecto enfermizo", en referencia al padre de Verónica, y una chica joven que ha identificado en un primer momento la sala como Keila, la hermanastra de la joven fallecida. No obstante, después se ha contradicho al ponerse de pie una sobrina de Carmen Delia que, al ver que señalaba a su prima, se ha levantado diciendo que era ella la que estaba en la vivienda aquel día. "Son muy parecidas, ahora no sabría decir". 

En el juicio también ha declarado como testigo una auxiliar de la farmacia del pueblo, quién ha asegura que hubo tiempo en 2012 en que Keila acudió con bastante frecuencia "a comprar pildoras abortivas", hasta el punto que le acabó advirtiendo "sobre los peligros de su abuso", tras lo que "dejó de ir". Preguntada sobre si podría haber confudido a Keila con su prima, la mujer ha dicho rotundamente que "no". 

 

Un Policía: "Carmen Delia apareció agitada y con cal en los pantalones"


El agente de la Policía Nacional que instruyó en su día el atestado de entrada y registro al domicilio de Tinajo ha contado que "no contestaban a la puerta" cuando acudieron a la vivienda y que, al acceder a la misma, encontraron al padre de Verónica "en un sillón moribundo". "Oímos pasos arriba y apareció Carmen Delia agitada y con cal de pared en los pantalones", ha relatado, añadiendo que la mujer alegó que venía de casa de un vecino al que se la cuidaba cuando no estaba. Después, ha apuntado que cuando fueron "a un garaje anexo", a Carmen Delia le dio "un vahído". 

El agente ha explicado que, tras terminar el registro, se encontró con un vecino de Tinajo, el primo de Carmen Delia que declaró en el juicio, que le dijo que el hermano de Verónica le había dicho en una ocasión que cuando era pequeños "se escondían en una grieta que hay entre las dos casas". "Fuimos a localizarla y Carmen Delia estaba en la azotea, nerviosa, e increpando a Ramón". Así ha relatado que fue como encontraron la mochila donde estaba "la bolsa con los restos óseos", además de "unas tijeras de podar y varios gorros". 

En la primera sesión del juicio también estaba prevista la declaración como testigo de Tamar, otro de los hermanastros de Verónica, quien no vivía en la casa desde hace años. Sin embargo, tras varios intentos fallidos de contactar con él mediante videoconferencia, se ha acabado renunciando a su declaración. 

LO MAS LEÍDO