La Audiencia Provincial de Las Palmas ha juzgado en Lanzarote a un hombre acusado de un delito de abusos sexuales contra la hija de su esposa. La niña escribió con nueve años en un diario, con sus palabras y con crudeza, que su "papi" le había pedido que le practicara una felación. Posteriormente, le mostró el diario a su hermano, que se lo acabó contando a su madre. La madre denunció estos hechos en abril de 2012 y dejó la convivencia con este hombre, aunque aún no han tramitado el divorcio.
El acusado, que tiene una orden de alejamiento de la menor, ha negado que se bajara los pantalones delante de la pequeña, así como que le enseñara el pene y le reclamara una felación, mientras le tocaba el trasero, tal y como sostiene la fiscal. "¡Cómo le iba a hacer eso!", ha exclamado.
Según ha relatado, conoció a su esposa cuando la hija de ésta tenía un año. "Les reconocía como si fueran mis hijos", ha señalado ante el tribunal, en referencia a los tres hijos que aportó su mujer al matrimonio. Este hombre ha explicado que él se hacía cargo de los niños, de "llevarles al colegio o darles de comer". Con respecto a la relación con la niña que ha denunciado estos supuestos abusos, ha explicado que se llevaba "muy bien con ella".
Este hombre sostiene que la niña "se puso nerviosa y dijo eso", es decir, relató estos supuestos abusos sexuales, escribiéndolos en un diario que posteriormente enseñó a su hermano. Cree que se puso "nerviosa" porque su madre iba a irse de viaje a su país de origen. "Nunca ha habido ningún problema con la niña. La niña es feliz", ha insistido.
Durante el juicio, también ha tenido que declarar la pequeña, que tiene ahora 10 años, para la que el acusado era "como su padre". Al principio de su declaración, la menor se ha mostrado esquiva y ha afirmado que no recordaba los hechos. "No me acuerdo muy bien, hace mucho tiempo de esto. No me acuerdo de lo que escribí en el diario", ha señalado.
Sin embargo, minutos después, la pequeña ha declarado que en el diario "escribió lo que pasó ese día", cuando se quedó a solas con él. "Me tocó el culo y me lo enseñó y me dijo lo que escribí en el diario", ha explicado la niña, que se metió en su habitación, de la que "no quería salir por miedo". Según su relato, el acusado le dijo que "no lo contara".
La madre ha decidido no declarar
El hermano de la niña, de 13 años de edad, también ha declarado en el juicio. "Recuerdo cuando mi hermana me enseñó el diario pero no muy bien", ha indicado. Lo que en un principio no ha recordado es la frase que escribió la niña en este diario. Sin embargo, cuando se la ha recordado la fiscal, el menor ha dicho que sí la recordaba y que tras leerla llamó a su madre y se lo contó. La madre ha sido la cuarta persona en entrar a la sala donde se ha celebrado este juicio oral, pero ha decidido acogerse a su derecho a no declarar.
La última en declarar ha sido una perito judicial, que ha asegurado que es "probable y creíble" el testimonio de la niña "desde un punto de vista psicológico". Aunque la pequeña no haya mostrado secuelas, la perito ha insistido en que el "hecho en sí es dañino aunque no se llegara a realizar".
Al término de los testimonios, la fiscal ha mantenido su petición de 5 años y seis meses para el acusado y ha recordado que "le dijo a la niña que se sentara encima suyo, se bajó los pantalones" y le pidió que le practicara una felación.
"El propio hecho es dañino"
La fiscal ha reconocido que la pequeña se ha mostrado "esquiva" en su declaración en un principio, pero posteriormente "lo ha recordado todo". "Tenía miedo después de los hechos", ha insistido, al tiempo que ha dicho que en estos hechos hay "un daño moral, porque el propio hecho es dañino".
Por el contrario, la defensa ha destacado la "falta de persistencia" en el testimonio de la niña, que en declaraciones anteriores al juicio no había señalado que su padrastro "le tocara el culo". "La menor no nos ha contado prácticamente nada", ha señalado. Además, ha insistido en que en el caso de que el acusado se hubiera bajado los pantalones delante de la niña y le hubiera enseñado el pene, se le tendría que aplicar un delito de exhibicionismo y no de abusos sexuales. Así, ha pedido la libre absolución de su cliente.
La sala de la Audiencia que juzgaba estos hechos ha impedido el acceso de fotógrafos y cámaras de televisión a la vista, para preservar la identidad de la menor, por lo que tampoco ha permitido tomar imágenes del acusado.
