Sus vecinos de Argana Alta, que alertaron a la policía por el fuerte olor que provenía de la vivienda, todavía están impactados por la noticia. El fallecido tenía 46 años y, al parecer, estaba separado y era padre de dos hijos

Más de dos semanas muerto en el salón de su casa

El buzón algo herrumbroso a rebosar de folletos propagandísticos delata que hace muchos días que nadie recoge su contenido. Un guante de latex en el patio delantero, junto al pequeño jardín, ...

14 de enero de 2008 (22:55 CET)
Más de dos semanas muerto en el salón de su casa
Más de dos semanas muerto en el salón de su casa

El buzón algo herrumbroso a rebosar de folletos propagandísticos delata que hace muchos días que nadie recoge su contenido. Un guante de latex en el patio delantero, junto al pequeño jardín, algo dejado, y la inconfundible cinta policial sobre la puerta del número 97 de la calle Sabine de Betherlot, en el barrio de Argana Alta, dicen que algo malo ha pasado en la vivienda. Y es que en su interior, se encontraba desde hace más de dos semanas el cuerpo sin vida de un hombre.

Su joven vecino Adrián Abeijón, que vive en el barrio junto a su familia desde hace tres meses, fue quien alertó a los servicios de emergencia este domingo. Su casa está puerta con puerta con la del fallecido, y aunque no lo conocía, "no sabía ni su nombre", matiza, le extrañó no verlo pasar hacia su casa desde hacía más de 20 días. "Sentí olor y me asomé (al patio). Olía bastante", explica. Este domingo hacia el mediodía la Policía, los bomberos y el 112, según cuentan otros vecinos de la misma calle, ocuparon la vía. Agentes de la Policía Local de Arrecife saltaron un muro de la casa y entraron.

Tumbado boca arriba se hallaba el cuerpo sin vida del morador de la vivienda, V.H., cuyo cadáver se encontraba en avanzado estado de descomposición. "Podría llevar muerto unos 17 ó 20 días, el tiempo que calculan los vecinos que no le veían", informaba el comisario de la Policía Nacional, José Antonio Fernández García Camacho.

Según una primera valoración del médico forense, el fallecimiento se pudo deber a una "muerte natural", explicaba el comisario, que además informaba que estaba previsto que este mismo lunes se le realizara la autopsia al cuerpo, cuyos resultados confirmaran la primera valoración forense. El comisario ha apuntado además, que se encontraron varias botellas de licor en la habitación donde se encontró el cadáver, el salón de la vivienda según la información facilitada por la Policía Local.

Los vecinos de las casas colindantes todavía tienen el susto en el cuerpo. "Ha sido una cosa muy desagradable", cuenta una de las vecinas, que además recuerda que no era un hombre mayor. Asegura que tenía 46 años, que era de la Península, aunque llevaba muchos años en Lanzarote y que estaba separado. Su vecina lo conocía poco, pero explica que, aunque vivía sólo, tenía dos hijos veinteañeros. "Venían a visitarlo de vez en cuando", recuerda. Otra vecina comenta que el fallecido no había pasado una buena época. "Había tenido problemas con el alcohol y estuvo recuperándose".

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