Hassan El Haski, que cumple condena en España, fue cedido temporalmente a Marruecos en septiembre del año pasado durante seis meses para que pudiera ser juzgado por causas pendientes en el reino alauí. Fue detenido en diciembre de 2004 en Lanzarote junto a otros tres terroristas islamistas, y condenado por la justicia española a catorce años de cárcel por su implicación en los atentados de Madrid del 11-M.
El marroquí, de 41 años, ha sido absuelto esta tarde de los hechos que se le imputaban en su país. La Corte de Apelación de Sale no ha encontrado indicios suficientes para probar las acusaciones de la Fiscalía: "asociación de malhechores para preparar y cometer actos terroristas dentro de un proyecto colectivo para atentar contra el orden público por medio del miedo, el terror y la violencia". Aún así, el letrado de El Haski ha informado de que es probable que el Ministerio Fiscal recurra la sentencia y que la apelación podría celebrarse en el plazo de un mes.
En concreto, se le acusaba de estar vinculado al Grupo Combatiente Islámico Marroquí, detrás de los atentados de Casablanca de 2003, que costaron la vida a 45 personas, tres de ellas españolas. A la salida de la vista, que ha durado dos horas, la defensa de El Haski, Khalil Idrissi, declaraba a la prensa local que "no hay ninguna prueba sólida que lo demuestre, todo se basa en testimonios orales".
Testimonios que, según Idrissi, "se obtuvieron según los propios declarantes, amigos y vecinos de El Haski, tras ser presionados por la Policía". Al ser preguntados más tarde por el juez "los interrogados cambiaron su versión y aseguraron que nunca habían abordado con mi cliente la posibilidad de organizar un atentado; sus pretensiones, la de este grupo de amigos, eran bien diferentes, viajar a Siria para terminar sus estudios de Ciencias Islámicas".
Durante toda la vista, El Haski, muy vehemente, ha negado todas las acusaciones del Fiscal y también ha rechazado de plano toda implicación con los atentados de Madrid. Ahora, el marroquí tendrá que regresar a España para terminar de cumplir su condena en este país.
TORTURAS EN LANZAROTE
Idrissi, sin embargo, ha informado a los periodistas de que está a la espera de recibir unos documentos para presentar ante los tribunales una petición para que su cliente pueda cumplir su pena en las cárceles marroquíes. "Tiene derecho como ciudadano de este país", ha afirmado.
Aunque el motivo principal de esta demanda, ha asegurado, "son las torturas físicas y psíquicas a las que ha sido sometido mi cliente en España". En especial, ha destacado, en la prisión de Lanzarote, "donde fue sistemáticamente golpeado e insultado por la Policía". Según el letrado, "no sólo le han pegado; también ha sido objeto de comentarios racistas, le han presionado de muchas maneras e incluso le han prohibido que lea el Corán". Las torturas a las que ha sido sometido, ha añadido Idrissi, se han repetido también en otras prisiones, como en la de Madrid.
ACN Press
