Condenado a cinco años de prisión por arrancar media oreja de un mordisco a un hombre en un bar de Puerto del Carmen

La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a cinco años de prisión a Abderrahmane Adama Dieye por un delito de lesiones, así como a una multa de 3.600 euros por una falta también de ...

19 de septiembre de 2011 (19:33 CET)
Condenado a cinco años de prisión por arrancar media oreja de un mordisco a un hombre en un bar de Puerto del Carmen
Condenado a cinco años de prisión por arrancar media oreja de un mordisco a un hombre en un bar de Puerto del Carmen

La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a cinco años de prisión a Abderrahmane Adama Dieye por un delito de lesiones, así como a una multa de 3.600 euros por una falta también de lesiones.

El condenado deberá indemnizar asimismo a una de las víctimas, Vasko Angelov, con la cantidad de 930 euros por los días que tardó en curar de sus lesiones, más 15.000 euros por el "perjuicio estético provocado", después de que le arrancará gran parte de su oreja de un mordisco.

Los hechos tuvieron lugar en la madrugada del 14 de noviembre de 2008, en el Bar Hawaian de Puerto del Carmen, cuando el ahora condenado abordó a Joop Teunis, quien mantenía relaciones con su ex pareja, y le "golpeó en repetidas ocasiones en el rostro", provocándole lesiones que necesitaron "15 días para su completa sanación".

El condenado y la víctima "son viejos conocidos", señala la sala, que hace referencia a las declaraciones de la víctima, que aseguró que el acusado le había agredido "cinco o seis veces" anteriormente. La dueña del local afirmó también que tenía prohibida la entrada al bar "por las peleas que generaba". De hecho, según sostiene la sentencia, el acusado ya había sido condenado por agredir a esta misma persona.

"Cuando el acusado dejó de pegar a Joop (Teunis)", añade la sentencia, "los camareros intentaron calmarle fuera del local, intentando que no volviera a entrar". Sin embargo, se unió al grupo, "quizás para curiosear", Vasko Angelov, a quien el condenado le profirió "una mordedura en la oreja derecha, ocasionándole el arrancamiento traumático casi completo del pabellón auricular derecho". "Abría la boca sin parar. Yo le empujaba, pero acabó mordiéndome y arrancándome la oreja", declaró la víctima durante el juicio.

Como consecuencia de los hechos, la víctima recibió asistencia a través de analgésicos y cura local, aunque "objetivamente requería de intervención quirúrgica consistente en cirugía plástica". La propia víctima señaló durante el juicio "que encontró el trozo de oreja, pero no pudieron transplantársela, según le dijeron los médicos, seguramente por el escaso índice de éxito de tal intervención".

Sin duda sobre la autoría

El acusado negó durante la vista oral la autoría del mordisco, pero la Audiencia considera que los hechos quedan probados "no sólo por la declaración del lesionado", sino "por las propias características de la lesión, en la que se aprecia que su modo de producción fue un mordisco. "La lesión es compatible con la mordedura humana", declaró el médico forense. Además, "la sala pudo apreciar a simple vista la falta de la mayor parte del pabellón auditivo", tal como señala la sentencia.

La Sala de la Audiencia sostiene en su sentencia que "no abriga duda alguna" sobre la autoría de los hechos y estima que, aunque es cierto que el perjudicado tenía alguna copa de más", "no se encontraba tan borracho como para no saber quién le arrebató parte de la oreja de un mordisco, pues muy gráficamente describe el paronama de estar ambos en el suelo y observar una boca, la del acusado, desmesuradamente abierta e insaciable que pretendía morder, como efectivamente hizo y, es más, que quería continuar mordiendo".

Durante el juicio, la defensa solicitó que se aplicara la atenuante de dilaciones indebidas, debido a que los hechos ocurrieron en 2008. Sin embargo, la sala considera que no se trata de "un plazo excesivamente largo" que justifique su aplicación y que, además, el procedimiento "no se ha paralizado en ningún momento", sino que se han ido practicando "constantemente" diversas diligencias. Incluso, añade, se ha señalado "la celebración del juicio varias veces".

En el momento de celebración del juicio, Abderrahmane Adama Dieye se encontraba en prisión, aunque por una condena anterior por otra causa.

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