LA ACUSADA HA RECONOCIDO LOS HECHOS Y HA EVITADO EL JUICIO

Condenada a dos años de cárcel la antigua dueña de un puticlub de Costa Teguise

La propia acusada ha reconocido los hechos y ha aceptado la petición de la Fiscalía, por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. Traía chicas de Brasil "en situación económica precaria"...

14 de mayo de 2014 (15:09 CET)
Condenada a dos años de cárcel la antigua dueña de un puticlub de Costa Teguise
Condenada a dos años de cárcel la antigua dueña de un puticlub de Costa Teguise

La Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a la antigua dueña de un puticlub de Costa Teguise a dos años de cárcel por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. El juicio estaba previsto este miércoles pero finalmente no se ha llegado a celebrar la vista, ya que la acusada ha reconocido los hechos y ha aceptado la petición de pena de la Fiscalía, por lo que la Audiencia ha procedido directamente a dictar sentencia.

En su resolución, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial considera probado que Rita de Cassia Do Nascimento "explotaba desde el año 2004 un negocio de prostitución y alterne, denominado Club 55" y ubicado en el centro comercial Nautical de Costa Teguise. "Dicho negocio se nutría, entre otras, de chicas extranjeras naturales de Brasil en situación económica precaria y, cuya llegada al club y estancia en España, era facilitada por la procesada, tras ponerse previamente en contacto las chicas, bien directamente, bien a través de familiares o amigas, con la procesada". 

Según recoge la sentencia, "una vez que había acordado con alguna chica la concesión de una plaza en el Club, y para facilitar su llegada y permanencia en  España, con la única finalidad de que trabajara para ella", la acusada "procedía a realizar cartas de invitación ante notario, usando en ocasiones a su marido Benedicto Cabrera Tejera, para evitar levantar sospechas a las autoridades españolas".

 

Se quedaba con el 50 por ciento de lo que cobraban


Además, "compraba el billete de avión desde Brasil hasta Lanzarote, puesto que las chicas, debido a su precaria situación económica, no podían hacer frente al mismo; y facilitaba un dinero en efectivo a modo de bolsa de viaje con el que las chicas podrían justificar ante los agentes de aduana del aeropuerto, ya en España, su estancia en el país". Asímismo, la procesada, "para facilitar la estancia de las chicas en España, también les proporcionaba alojamiento en un apartamento, que ella misma tenía alquilado en Costa Teguise, cobrándoles una cantidad de dinero por ello".

Con todo esto, según sostenía la acusación de la Fiscalía y ha reconocido la acusada, ésta "obtenía sustanciosos beneficios del ejercicio de la prostitución, puesto que ingresaba el 50 por ciento de todos los servicios que realizaban las chicas, los cuales oscilaban entre 180 euros y 100 euros por servicio sexual y entre 20 euros y 200 euros por consumición y alterne".

Al menos una de las afectadas ha sido testigo protegido en esta causa, que estuvo parada entre enero de 2010 y julio de 2013, pese a que hace cuatro años se concluyó la instrucción y se acordó la apertura de juicio oral. Debido a ese retraso, se ha rebajado la pena al aplicar el atenuante de dilaciones indebidas.

Además de dos años de prisión, a la acusada se le ha impuesto también la pena accesoria de inhabilitación especial durante el tiempo de la condena y al abono de las costas procesales.

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