Tuvo lugar este martes a las 20.30 horas en el centro sociocultural

Los recuerdos de la niñez y del pueblo de Tiagua, protagonistas del pregón de Rosa María Hernández

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5 de septiembre de 2012 (14:32 CET)
Los recuerdos de la niñez y del pueblo de Tiagua, protagonistas del pregón de Rosa María Hernández
Los recuerdos de la niñez y del pueblo de Tiagua, protagonistas del pregón de Rosa María Hernández

IMÁGENES: Sergio Betancort

El centro sociocultural El Molino de Tiagua lució este martes sus mejores galas para recibir a la pregonera de las fiestas en honor a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Rosa María Hernández se subió al escenario a las 20.30 horas para echar la vista atrás y recordar la infancia en el pueblo.

Contó que ella fue una niña muy feliz, que jugaba con las muñecas de trapo, a saltar a la soga, al teje, a las casitas o al quemado, entre otros. Relató que cuando comenzaban las fiestas de Tiagua, su mayor ilusión era poder estrenar el traje y los zapatos para ir a la misa y a la procesión. Posteriormente, disfrutaba de un compuesto, del pan casero y de algún dulce, en un día muy especial que terminaba con un baile.

La pregonera recordó muy especialmente a sus maestras, ya que gracias a ellas pudo finalizar su carrera docente, que lleva ejerciendo 30 años. Rosa María Hernández imparte clases en la escuela unitaria de Tiagua, el pueblo que la vio nacer.

También relató que cuando llegaba el mes de mayo preparaba las novenas y algunas de las niñas recitaban versos, mientras otras se vestían de ángeles preparando el altar para la Virgen con muchas flores. Rosa María recordó que Tiagua siempre ha sido un pueblo muy implicado en preparar obras de teatro, siendo muy famosas y comentadas por los vecinos del pueblo.

En cuanto a su niñez, rememoró cómo era la tienda del pueblo, a la que acudía para comprar petróleo, aceite o pan. Para ello, tenía que llevar botellas vacías, así como una saca de tela para poder traer el pan, como sucede ahora para evitar tener que comprar las bolsas de plástico en los supermercados.

Rosa María estuvo muy arropada por su familia, vecinos del pueblo y muchos amigos llegados desde diferentes puntos de la isla. A todos se les vio la cara de felicidad, porque también recordaron sus vivencias. La pregonera fue interrumpida en más de una ocasión por los aplausos del público.

La directiva del centro sociocultural El Molino de Tiagua le hizo entrega de un ramo de flores y de una placa conmemorativa. Cuando Rosa María bajó del escenario, fue felicitada por la familia, vecinos y amigos, que quisieron arroparla en este día tan especial.

Acto seguido, el grupo Alberto y sus amigos pusieron en escena un espectáculo de música y humor para el disfrute de todos.

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