Una vecina de Playa Honda que tiene riesgo de quedarse ciega y que debe ser revisada por un oftalmólogo "cada tres meses" ha denunciado que "lleva un año y dos meses esperando" a que le den cita en el Hospital Molina Orosa. "Hay una lista de espera que no veas y me dicen que no hay oftalmólogos", asegura Silvia de Renovales, que tacha de "tomadura de pelo" la situación de la sanidad pública en la isla. "No hay derecho a que pase esto. ¿Pero dónde estamos viviendo?", se pregunta.
Silvia tiene 50 años y hace unos cinco le detectaron una retinopatía serosa bilateral por la que ahora solo ve un cinco por ciento y tiene una minusvalía reconocida del 80%. "Estaba trabajando entonces en el aeropuerto y se me fue la salud de un día para otro, que no veía bien, que no veía las tarjetas de embarque...", cuenta esta mujer, que en un primer momento decidió acudir a un médico privado, aunque luego recurrió a la Seguridad Social. "Porque necesito unos pinchazos y cada pinchazo en la privada cuesta 1.500 euros", asegura.
Así, apunta que durante casi cuatro años estuvo siendo tratada en el Hospital Doctor Negrín de Las Palmas de Gran Canaria porque en Lanzarote no se proporcionaba el tratamiento que necesitaba. "Pero una vez empezaron a pinchar en Lanzarote, me derivaron aquí", relata Silvia de Renovales, que afirma que entonces empezaron los problemas. Y es que, lleva "un año y dos meses esperando" a que le den cita, a pesar de que asegura que necesita "revisiones cada tres meses".
Reclamaciones al hospital sin solución
"Yo necesito cada equis tiempo revisarme para ver si tengo líquido y si tengo líquido me pinchan y entonces durante ese tiempo veo mejor. Y luego, aparte, al ver un 5%, me tienen que mirar cada tres meses porque puedo tener un desprendimiento de retina y muchas cosas más", explica esta vecina de Playa Honda, que afirma haber acudido en diferentes ocasiones a reclamar al hospital sin éxito.
"Hablé con el jefe de Atención al Paciente y me dijo que era cosa de dirección, porque no hay oftalmólogos, porque a algunos les ha salido plaza en su tierra y otros están de baja. Y hablé con la secretaria de dirección y me dijo que le iba a pasar el caso al gerente y que en 15 días me llamaban, pero de esto hace mes y medio y nada", señala esta mujer, que reclama una solución. "Si no hay oftalmólogos en Lanzarote, pues que los busquen, y sino que me manden a Las Palmas, a Madrid, a Barcelona o a una clínica privada aquí, donde sea, no me importa, pero necesito un oftalmólogo, no puedo estar en esta situación", demanda
"Estoy con depresiones porque siento que nadie me hace caso"
Silvia cuenta además que tiene una hermana gemela con el mismo problema, que en su caso lleva "un año y siete meses" esperando a ser citada. "Y a mi marido le salieron cataratas y perdió el trabajo porque no le llamaban. Y al año y medio por fin le operaron de un ojo, pero no le han hecho la revisión oportuna y está viendo mal. Es que no saben lo que está afectando esto a mi vida, que tengo a una niña de 15 años que está cuidándonos a los dos. ¿Tú crees que esto es normal?, cuestiona.
Así, esta mujer ha decidido denunciar públicamente su caso, porque afirma incluso estar sufriendo "depresiones" como consecuencia de no conseguir la asistencia sanitaria que necesita. "Esto ha supuesto para mí muchas depresiones, de repente quedarme sin vista, perder mi trabajo, no poder conducir, cambiarme la vida por completo... Y hace seis meses me quité las pastillas y otra vez con las depresiones porque siento que nadie me hace caso", relata.
"Y yo sé que en la Seguridad Social somos un número, pero bastante difícil es mi vida ya para que encima no tenga un oftalmólogo que me revise, que encima estoy viendo peor. Y yo sé que más tarde o más temprano voy a quedar ciega, porque esto es degenerativo, pero contrólamelo, porque yo tengo que luchar por este 5% que tengo con uñas y dientes", añade Silvia de Renovales, que considera que "no hay derecho a que pase esto en Lanzarote". "Y le pasa lo mismo a mucha gente. Y yo soy luchadora, pero habrá viejitos que se sientan desamparados. Esto ya no es por mí sola", concluye.
