Leandro San Ginés acusa a la Guardia Civil de "perseguir" a los vehículos de su empresa

Leandro San Ginés, propietario de la empresa Grúas San Ginés, denunció hoy en Radio Lanzarote que su empresa está siendo "perseguida" por la dotación de tráfico de la Guardia Civil, "día sí y día también". "Nosotros ...

3 de agosto de 2005 (22:15 CET)
Leandro San Ginés acusa a la Guardia Civil de "perseguir" a los vehículos de su empresa
Leandro San Ginés acusa a la Guardia Civil de "perseguir" a los vehículos de su empresa

Leandro San Ginés, propietario de la empresa Grúas San Ginés, denunció hoy en Radio Lanzarote que su empresa está siendo "perseguida" por la dotación de tráfico de la Guardia Civil, "día sí y día también". "Nosotros desde hace mucho tiempo estamos siendo interceptados por el destacamento de la Guardia Civil", señaló San Ginés, añadiendo que "hemos presentado una serie de escritos a los distintos mandos de la Guardia Civil, porque consideramos que esta situación no es correcta".

En la actualidad, Grúas San Ginés está a la espera de que se responda a estos escritos, el último de los cuales fue presentado en el mes de mayo. Por entonces la reclamación fue presentada en la Dirección Insular de la Administración general del Estado, así como al sargento y al capitán de la benemérita, porque lo sucedido en primavera sacó de sus casillas a los trabajadores y propietario de la empresa. Por aquel entonces, "uno de los conductores tuvo que ser ingresado en el hospital por la actitud de uno de los hombres del destacamento".

El empresario considera que está siendo descaradamente perseguido por el cuerpo de seguridad, a raíz de unos hechos que tuvieron lugar hace ocho años. En aquella ocasión, el propio San Ginés fue acusado por uno de los miembros de la dotación de tráfico de alteración del orden público, pero un juzgado de Arrecife y la Audiencia Provincial absolvieron al denunciado de toda culpabilidad, e incluso el auto del juez reconocía que los agentes perseguían sistemáticamente a los coches de Grúas San Ginés.

A partir de ese momento, según el afectado, la Guardia Civil decidió tomar la justicia por su mano. Desde entonces, las denuncias contra la empresa han venido en cascada, llegando hasta "130 o 140 denuncias en un año". En actualidad, y debido a la supuesta persecución a la que la benemérita somete a una de las empresas con más solera de la Isla, "hay dos denuncias interpuestas en la Audiencia Provincial contra un miembro del destacamento". Ese atrevimiento de San Ginés contra los agentes del cuerpo de seguridad del Estado mucho. le han costado mucho. Desde entonces las denuncias contra su empresa se pongan "día sí, día también", llegando incluso a "dos o tres denuncias al día".

Los recursos de los agentes para agobiar a los trabajadores son infinitos y la imaginación de algunos agentes no tiene parangón. El pasado lunes se vivió un episodio inédito en todos los años de la supuesta persecución. "Un camión pequeño de tara de 1.800 kilos volcó en Playa Blanca y fuimos avisados por la asistencia en carretera para retirar ese vehículo, por lo que mandé una unidad de 13.000 kilos", lo que convertía el vehículo transportado en "un juguete sobre mi camión", explicó San Ginés.

A la altura de Playa Quemada el camión de la empresa fue parado por una pareja de la Guardia Civil, que trató de obligar al conductor bajar el camión de la grúa porque en teoría atentaba contra la seguridad del tráfico. Aunque el vehículo siniestrado llevaba una de las ruedas deshinchadas y en consecuencia tenía una posición ligeramente inclinada sobre la grúa, cinco cintas de 1.800 kilos de resistencia cada una sujetaban el vehículo por uno de los lados. Y teniendo en cuenta que el peso del mismo era de 1.800 kilos y que había al menos cuatro cintas de más, "en ningún momento hubo ningún peligro ni retenciones".

Al ser avisado Leandro San Ginés por el conductor del camión, el empresario decidió desplazarse él mismo hasta el lugar de la detención para supervisar la carga e indicó a su empleado que no continuara la marcha y que se arrimara al arcén.

Llegado al lugar, San Ginés comunicó a los agentes que tendrían que denunciar a su empresa dando las razones de la detención y además tendrían que expedir una orden de inmovilización para que el camión no pueda continuar la marcha. Lo más sorprendente es que la benemérita se negó a realizar el papeleo correspondiente, amenazando al empresario que de pasar algo en la carretera con la carga "iban a venir por mí".

A pesar de que no se hayan expedido ambos documentos por parte de los agentes, el daño ya estaba hecho. El servicio había comenzado sobre las tres y media de la tarde y en el momento de la llegada de San Ginés a la carretera de Yaiza a la altura de Playa Quemada eran ya las siete y media. Y así, el taller ya estaba cerrado y el cliente, como es lógico, iba a exigir a la empresa las razones por las que se retrasó tanto tiempo el servicio. De allí que San Ginés exigiera a los agentes los documentos alegando las razones de la detención. "Hay un perjuicio muy grande y una mala imagen de mi empresa hacia el cliente, que a su vez se quejará a la asistencia, y la asistencia me lo remitirá a mí". Así explicó el empresario el daño hecho por la Guardia Civil a la empresa.

El departamento jurídico de la empresa, ante lo que consideran un descarado atropello de los derechos más básicos de cualquier ciudadano, denunciará esta situación sin precedentes. Incluso la empresa sacó fotografías del camión para tener pruebas materiales de la injusticia que se ha cometido.

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