Sesenta y un días. Prácticamente dos meses de lluvias, si bien éstas tuvieron carácter intermitente. Lanzarote batió el año pasado su récord, desde el año 2000, en cuanto a días en los que se registraron precipitaciones. Noviembre fue el mes más lluvioso con trece días de chubascos. Para encontrar un ejercicio con tantas jornadas en las que los lanzaroteños tuvieron que echar mano del paraguas hay que remontarse hasta 2009. Entonces, según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología recogidos en la estación del aeropuerto, llovió durante sesenta días.
Pese a todo, 2016 no ha sido el año con mayor pluviometría. El cielo descargó más días pero en menor cuantía que otros años. Lejos se sitúan los 127,8 litros por metro cuadrado acumulados el año pasado en la isla, de los 211,6 del año 2005, o de los 182,6 litros computados en 2014.
Menos cambios se han producido en cuanto a la evolución de otros parámetros meteorológicos en Lanzarote en el periodo comprendido entre 2000 y 2016. Por ejemplo, la humedad se situó en torno a la media de esta etapa con un 66%. Otro tanto sucedió con la temperatura media. El mercurio en 2016 rondó los 21,7 grados de promedio. Dato éste muy similar a los de los últimos 17 ejercicios. Para encontrar el año con una temperatura media más elevada hay que retroceder hasta 2010 cuando el promedio alcanzado fue de 22,4 grados. Por el contrario la media más baja de este periodo se computó a principios de la serie, en el año 2000, con 20,8 grados.
Intensidad del viento
Pero si algo marca el tiempo en Lanzarote es, sin duda alguna, el viento. Sobre todo, la intensidad con la que éste sopla. En 2016 los meses con un mayor número de días en los que las ráfagas de viento superaron los 55 kilómetros por hora se concentraron durante el verano. Según la Agencia Estatal de Meteorología, en julio hubo 22 días en esas condiciones. Agosto sumó 20 días y junio 15. Además en abril se alcanzó la velocidad máxima media mensual durante diez minutos, con vientos de una fuerza de 68 kilómetros por hora.
