UNO DE LOS VECINOS TENÍA QUE ABANDONAR LA CASA ESTE VIERNES

La Justicia retrasa el desahucio de dos viviendas en Argana que fueron vendidas por la Iglesia

Luis Manuel tenía que abandonar la casa este viernes, pero se le ha concedido una prórroga de un mes. También se ha retrasado otro desahucio, el de un matrimonio de 90 y 87 años. La PAH ha realizado una protesta en la empresa que ha pedido el desalojo...

7 de marzo de 2014 (14:53 CET)
La Justicia retrasa el desahucio de dos viviendas en Argana que fueron vendidas por la Iglesia
La Justicia retrasa el desahucio de dos viviendas en Argana que fueron vendidas por la Iglesia

Un Juzgado de Arrecife ha retrasado el desahucio de dos viviendas en Argana, que fueron donadas por un particular a la Iglesia para familias con escasos recursos y, posteriormente, la Diócesis Canarias las vendió a una empresa "con los vecinos dentro", según ha explicado el ex presidente de la asociación de vecinos de Argana, Andrés Medina.  Este mismo viernes, Luis Manuel Guillén, de 56 años, tenía que abandonar esta casa, pero la Justicia le ha concedido una prórroga de un mes. Guillén no tiene a dónde ir, está en paro desde hace "tres o cuatro años", cobra 426 euros y está enfermo.

Además, la Justicia también ha concedido una prórroga a otra de las viviendas afectadas, en la que vive el matrimonio formado por Sinforiano Lemes, de 90 años, y Pilar Callero, de 87 años. La pareja tenía que abandonar la casa el 21 de marzo, pero se les ha otorgado una prórroga hasta el 23 de mayo. "Llevan viviendo en esta casa desde el año 1959. Vinieron con seis hijos y aquí tuvieron otros tres más", ha explicado Andrés Medina.

Las viviendas están ubicadas en Argana, en la calle Palacio Valdés. Recientemente, a una de las vecinas, a Dolores Guillén, la Audiencia Provincial le permitió seguir viviendo en esta casa. Dos familias ya fueron desahuciadas en 2013 y sus casas "se derribaron".

 

"Una especulación desde el principio"


Andrés Medina ha asegurado que en este asunto "ha habido especulación desde el principio". Así, ha explicado que los Cursillistas de la Cristiandad, una agrupación religiosa, comenzó en 1959 a crear una serie de viviendas, seis en concreto, con ayuda de feligreses, vecinos y empresas que donaron bloques y cemento. El terreno, de 10.500 metros cuadrados, era una donación de Leopoldo Díaz Suárez.

Los Cursillistas entregaron estas casas a la Iglesia pero las seis familias "podrían quedarse con ellas hasta que tuvieran medios para marcharse". "La Iglesia nunca reclamó nada hasta 2006, cuando se presentó el párroco de San Ginés, Antonio Perera, diciendo que tenían que abandonar las casas, porque había una venta realizada con una empresa", ha señalado Medina, que ha explicado que se vendió primero una parte de la parcela por 258.000 euros y luego otra por 360.000 euros. 

La empresa es Iveco, donde este viernes, miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) han realizado una protesta por estos desahucios. La Policía Nacional ha acudido a la zona y los agentes han comunicado a los miembros de la plataforma la intención de Iveco de presentar una denuncia contra ellos por gritar lemas como "¿Y de este desahucio quién tiene la culpa? ¡Iveco!". 

Por su parte, Andrés Medina ha querido recordar también que estas familias han realizado obras en las viviendas como "poner puertas nuevas y arreglar los pisos". "La Iglesia ha especulado, ha venido unas casas que decía que estaban en ruina y es mentira. Se ha beneficiado de un dinero. Según dice el párroco, llegó a un acuerdo con la empresa para que indemnizaran a los vecinos o los buscaran alojamiento, pero eso no ha pasado y, además, no hay nada escrito", ha denunciado, al tiempo que ha asegurado que la intención de la empresa es "derribar las casas".

 

"No tienen un poco de corazón y humanidad"


"Lo que no entendemos es qué clase de personas existen en el mundo que no tienen un poco de corazón y humanidad y respetan a gente que llevan ahí más de 50 años. Nadie duda que la propiedad sea de ellos, porque se la compraron a la Iglesia, pero al menos un poco humanidad", ha exigido Andrés Medina, que ha llegado a enviar dos cartas al Papa Francisco, pero aún no ha obtenido respuesta.

Además, se queja del trato del Ayuntamiento de Arrecife y el Cabildo en este asunto, así como de la propia Iglesia. "Ni el concejal responsable, ni el consejero han visitado a las familias y tampoco la empresa. No se han dignado a venir aquí ni el párroco de San Ginés, ni el de Santa Coloma, responsable de la iglesia de Argana", ha lamentado. 

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