Querido César:
Que mejor regalo en tu centenario que hacerte llegar, aunque sea de forma alegórica y con cierto retraso, la declaración que siempre aspiraste en tu persecución pasional por salvar a las islas de la especulación, pudiera algún día recibir como merecido destinatario todo el pueblo canario.
Los abajo firmantes: Alcaldesas y Alcaldes, Presidentas y Presidentes de Ayuntamientos, Cabildos y Gobierno de Canarias queremos, recogiendo una muy arraigada aspiración, trasladar a los que habitan este territorio el MANIFIESTO POR CANARIAS que a continuación se transcribe.
I.- Cuánta razón tenías cuando ya en 1985, hace ahora treinta y cuatro años, declarabas de forma contundente: "HA LLEGADO EL MOMENTO DE PARAR".
César nos engañaron o, lo que es peor como responsables públicos, nos dejamos engañar al admitir como verdad absoluta que un incremento paulatino de camas turísticas traería prosperidad a las islas. Pero la realidad con el paso de los años evidencia lo contrario, pues tenemos listas de espera en la seguridad social de las más altas del país, un paro juvenil muy elevado, acusados niveles de desigualdad social y abandono escolar, así como un índice intolerable de pobreza.
Como ves estamos lejos, muy lejos del alto nivel de vida-cultura que aventurabas podría tener esta tierra si éramos capaces de acometer un desarrollo racional del turismo; y por lo que se atisba, no lo estamos consiguiendo.
Si supieras que el legislador canario no contento con los desmanes cometidos en suelo urbano, recientemente ha dotado a las administraciones locales con una ley que posibilita la construcción de camas turísticas en suelo rústico, lo que seguramente traerá consigo nuevos episodios de especulación urbanística.
Te alarmarías y gritarías con esa vehemencia tan indomable tuya: "ustedes se han vuelto locos", si te contáramos que pasamos de los quince millones de turistas al año. Por no decir de los gestos e improperios que saldrían de tu boca si escucharas a un responsable de turismo declarar que todavía no hemos alcanzado nuestro techo, que podemos seguir construyendo más hoteles, complejos de apartamentos y centros comerciales.
César, es verdad:
-En el pasado no prestamos atención a tu acelerado discurso emitiendo sabios consejos, pues eras conocedor de la urgencia que requería la toma de decisiones en materia de protección del territorio.
-Y que acertado estabas cuando presagiabas, como adelantado a tu tiempo, el sombrío devenir que le esperaba a las islas en atención a los excesos que se estaban cometiendo en sus litorales.
Los que suscribimos este documento, una vez hemos recapacitado a tenor de las desacertadas decisiones tomadas en el pasado y de sus funestas consecuencias, ANUNCIAMOS que efectivamente tenemos que detener este urbanismo desbocado. Es más, debemos DECRECER, hay que decirlo aunque sea de momento una palabra que se quiere esconder, pero que hay poner "ya" encima de la mesa de los responsables del planeamiento en las islas de Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura, Lanzarote y La Graciosa.
II.- Afirmabas con dolor en 1986: "Lanzarote se está muriendo", pero si divisaras hoy La Graciosa desde tu evocadora Caleta de Famara, o contemplaras las costas canarias desde nuestro vigía Teide, tu pesar sería mayor.
César estamos de acuerdo contigo nuestras islas son territorios limitados, pues como tienes escrito: "Lanzarote (al igual que el resto) es una isla pequeña, con una lógica cabida y un tamaño que permite un número determinado de habitantes"; y la realidad es que en algunos lugares hace tiempo que se ha superado con creces su capacidad poblacional.
Muchos años acariciaste la esperanza, de nosotros depende que no sea una falsa ilusión, de que con el esfuerzo de todos: políticos y particulares, de las personas de buena voluntad como solías decir, podemos salvar a las Islas Canarias. No tenemos el futuro perdido porque disponemos de los argumentos con los que fuiste armando, de forma sigilosa y sin nosotros saberlo, la conciencia de todos a través de:
-Tu sana obsesión para que la sensibilidad no se apague nunca en el alma canaria.
-Tus desvelos para que el sentir isleño este impregnado por la belleza de esta tierra como fuente de inspiración.
-Y, tu constante predicar para que los habitantes de estas islas accedan a la cultura como forma de garantizar su porvenir, ya que como tienes declarado: "un pueblo sin educación está condenado a la ruina".
En la lucha por mantener viva la llama de la sensibilidad contamos con la Fundación Cesar Manrique (guardián de tu memoria y legítima divulgadora de tu obra y pensamiento), que viene desempeñando un papel fundamental, a veces contra viento y marea, en tu empeño por alumbrar un mañana mejor para este archipiélago desde el faro de la utopía.
III.- Hoy, con tu antiguo megáfono en mano, gritamos con la fuerza de ocho volcanes para que el eco retumbe en cumbres, cráteres y barrancos de nuestra tierra: "EL FUTURO DE LAS ISLAS PASA POR MÁS MANRIQUE".
La aclamación de tu nombre será el estímulo que necesita esta sociedad para afrontar los desafíos que están por llegar. César decirte que entre los bienes legados por ti hemos tomado posesión:
-De tu incondicional amor a este pueblo por encima de cualquier circunstancia.
-De tus exhortos para que nos sintamos orgullosos de tener una conciencia colectiva inclinada, lo que es admirado por visitantes, hacia la protección del territorio como reflejo de una herencia recibida en silencio de antepasados, que cultivaron la tierra al mismo tiempo que decoraban el paisaje de La Geria, El Jable, Los Arenados y Campos de Tuneras. Estos mismos agricultores-artistas supieron también en la orografía de las islas dibujar Gavias, Terrazas y Bancales de escarpada belleza, sin dejar de mencionar los efímeros y pequeños montículos levantados en Las Salinas que desde siempre han blanqueado nuestras orillas.
Igualmente, debemos admitir que esta predisposición ha arraigado en nuestro imaginario común con más fuerza tras la huella dejada por el paso de tu mirada por estos lares, dado que integraste en perfecta armonía con el paisaje natural todas tus creaciones artísticas.
-Tampoco renunciamos a la condición de ti heredada de <eterno activista>, reivindicando en todo momento lo mejor para esta tierra y sus gentes. Ejerciendo esta condición has podido vernos en las manifestaciones contra las prospecciones de petróleo y en los actos contra la Ley de Suelo, donde de haber sido posible nadie te hubiera privado de estar en primera fila, y quien lo niegue que poco o nada te han conocido.
Para dar fiel cumplimiento a tu última voluntad, así como para garantizar la permanencia de tu legado, desde ahora en adelante, debe ser de obligado cumplimiento la aplicación de la directriz "MAS MANRIQUE" que ordena: Toda actuación urbanística que se pretenda ejecutar en Canarias tendrá previamente que pasar por el tamiz del binomio ética-estética.
IV.- LA EDUCACION: Última muralla que nos queda para proteger a estas islas.
Todos deben saber que el debate sobre el porvenir de Canarias no se decide, en contra de la querencia de promotores y constructores en despachos de consejerías o en modernos estudios de arquitectura. No César, la batalla decisiva se está librando en Colegios, Institutos y Universidades donde son legión los docentes que, especialmente sensibilizados con tus ideales, están formando a las generaciones destinadas a gobernar el mañana bajo los principios de protección medioambiental, desarrollo sostenible y decrecimiento. También en dichos centros educativos se empieza a enseñar tus postulados: "sobre la confluencia entre arte y naturaleza como propuesta estética", "de cómo educar con el arte" y "sobre la búsqueda del saber ver y crear con absoluta libertad".
Sí, serán estos jóvenes los que decidirán nuestro destino, jóvenes que se integran y manifiestan en movimientos como "Viernes por el Futuro"; en cuyo seno por un mundo mejor brotarán medidas contra el calentamiento global, a la vez que trazarán actuaciones dirigidas a posibilitar la preservación del planeta tierra.
César, entre tú y nosotros, este debate "tu lucha" se está ganando. Esa idea por la que tanto bregaste en vida, que ahora tu memoria reivindica <hacer la utopía en este territorio una realidad> está cada día más cerca, aunque se precise para ello tu salto-record. Y será entonces cuando, por fin, podamos ver de nuevo como la sonrisa regresa a tu rostro, desplazando la seriedad y preocupación que acompañaron tu mirada y discurso durante los últimos años de tu tránsito por esta tierra.
No quisiéramos terminar sin declarar, como siempre quisiste, de forma solemne y por unanimidad: "César serás recordado sin importar el lugar, momento o pensamiento como el canario que luchó para salvar a las Islas Canarias de la especulación y la barbarie".
Anotado queda con esta fecha, 24 de abril
Fdo. S.A.T. EL JABLE: Cultivamos el paisaje de Lanzarote, una isla posible.
