La Graciosa entra en la fase 1 pero opta por seguir "confinada"

Los bares y restaurantes han decidido no abrir sus terrazas y las calles y playas siguen prácticamente desiertas

4 de mayo de 2020 (17:03 CET)
La Graciosa entra en la fase 1 pero opta por seguir "confinada"
La Graciosa entra en la fase 1 pero opta por seguir "confinada"
La Graciosa entra en la fase 1

Fotos: Sergio Betancort

 

La Graciosa ha entrado este lunes en la fase uno de la desescalada, adelantándose así al resto de España, pero este nuevo escenario no se ha notado en sus calles. Los gracioseros han seguido "confinados" durante la mañana, más incluso que en Lanzarote o en otros puntos de España, donde ya se autorizan algunas salidas. Además, ni un solo bar ni restaurante ha abierto sus puertas, a pesar de que ya pueden hacerlo con restricciones.

Concretamente, en la fase uno se pueden utilizar las terrazas, siempre que no se supere el 50% de la capacidad, pero los negocios han seguido cerrados. "No compensa abrir para ocupar cuatro mesas", señalaba el dueño de uno de esos restaurantes. Además, todos coinciden en que el principal problema no son tanto esos límites como la falta de clientes, ya quienes suelen llenar los restaurantes de La Graciosa son los turistas.

"Un graciosero igual puede sentarse un día a echarse una cerveza o una tapa, pero a comer la gente de La Graciosa no viene", señalan desde otro local. Así, de los 12 bares y restaurantes que tiene La Graciosa, ninguno ha abierto sus terrazas este lunes. El único que estaba abierto era una pizzería, pero solo para reparto a domicilio, que es lo mismo que ya venía haciendo en jornadas anteriores. E incluso en este caso, el dueño apunta que la mayoría de los días ni siquiera ha sido rentable abrir. De hecho, señala que salvo un día que llegó a vender 30 pizzas, el resto solo le  han pedido "dos o tres", que no justifican "ni el gasto de tener encendido el horno de gas".

En cuanto al resto de negocios de la octava isla, los que están abiertos son los que ya podían hacerlo hasta ahora por ser servicios esenciales, como los supermercados, la farmacia y la panadería, donde están también vendiendo bocadillos "por encargo". "Algunos pescadores, cuando van a salir nos encargan un bocadillo para llevárselo", explican.

 

Calles y playas casi vacías


La decisión de adelantar la desescalada en La Graciosa -junto con las islas de La Gomera, El Hierro y Formentera- se basó en que en esta isla no se ha detectado ni un solo caso positivo desde el inicio de la pandemia. Sin embargo, los gracioseros siguen optando por la prudencia y en la mañana de este lunes apenas se veían personas por las calles. Ni siquiera en el horario en el que están autorizadas en toda España las salidas de los niños.

Así, salvo contadas excepciones, las calles y las playas estaban prácticamente vacías y solo se registraba actividad en los negocios que están abiertos por ser servicios esenciales, como la farmacia, a cuyas puertas si esperaban varias personas su turno para poder entrar.

De hecho, lo que más llamaba la atención era la presencia de varios medios de comunicación, que se han desplazado a la octava isla para cubrir un inicio de la desescalada que, en el caso de La Graciosa, prácticamente no se ha notado.

Junto a periodistas, fotógrafos y cámaras, también han estado este lunes en la octava isla efectivos del Consorcio de Seguridad y Emergencias de Lanzarote, que han acudido a realizar labores de desinfección. Ése es el único movimiento que se ha podido ver este lunes en los restaurantes, que han abierto para desinfectar, aunque no tienen intención de empezar a funcionar hasta que se empiece a recuperar el turismo. Y eso, de momento, sigue sin tener fecha, ya que solo se puede viajar a la octava isla con causas justificadas. De hecho, en los barcos que siguen operando no viajan habitualmente más de cinco personas.

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