El párroco explica cómo empezó a venerarse a San Ginés en la isla y habla del papel que juegan los actos religiosos en las fiestas

La devoción llegó "casi por casualidad"

Los tiempos han cambiado, y con ellos las fiestas de San Ginés también han sufrido una evolución. De unas celebraciones basadas en la religiosidad, se ha pasado a unas festividades que aglutinan los actos de ocio y diversión ...

20 de agosto de 2010 (13:11 CET)
La devoción llegó casi por casualidad
La devoción llegó casi por casualidad

Los tiempos han cambiado, y con ellos las fiestas de San Ginés también han sufrido una evolución. De unas celebraciones basadas en la religiosidad, se ha pasado a unas festividades que aglutinan los actos de ocio y diversión con la tradición religiosa, pero que siguen siendo un referente claro en el mes de agosto en Lanzarote.

La imagen de San Ginés llegó a la isla en 1798 y fue donada por Ginés de Catro, aunque para entonces, en Arrecife ya había comenzado la devoción a este santo. "Llego casi por casualidad, las cosas vienen de forma providencial", afirma el párroco de la Iglesia de San Ginés, Miguel Hernández. San Ginés de Clermont era un santo muy venerado en Francia y, al parecer, arraigó también en la capital de la isla de la mano del "trasiego de barcos y pasajeros por el puerto" de Arrecife en aquella época.

Actualmente, la santa imagen se encuentra expuesta en la Iglesia de San Ginés, concretamente "en el altar mayor", apunta el párroco. La imagen original ha servido de inspiración para Mario Delgado, autor del cartel de las fiestas de este año 2010. "Me llamó la atención al principio. Esta muy bien logrado. El motivo religioso aparece a primera vista, era intención del autor y de la Comisión de Fiestas. Algo diferente respecto a otros años", comenta el párroco.

Aunque a veces parece que el carácter religioso de las fiestas ha pasado a un segundo plano, Miguel Hernández afirma que "la asistencia de la gente a los actos religiosos cada vez es mayor". Según Hernández, todo se debe a la propia programación de las fiestas, que anteriormente ubicaban el acto más multitudinario el mismo día de San Ginés, un dato que por ejemplo este año ha cambiado con la celebración del concierto de Alejandro Sanz el día 24.

"Hay gente que se acerca alguna vez a la iglesia, pero siempre hay una comunidad estable que participa en las actividades religiosas, y sobre todo se sigue contando con la acción de gracias", afirma el párroco.

Programación religiosa

Dentro de los actos religiosos previstos en el programa de fiestas, el domingo día 25 se celebrará la eucaristía y la solemne procesión en honor a San Ginés, que contará con la presencia de todos los párrocos de la isla, así como la del Arcipreste de Lanzarote, Reverendo Santiago Quintana Díaz.

Otro acto importante de estas fiestas es el Quinario, que se desarrollará del 20 al 24 de agosto. El Quinario es un acto de fe que consiste en un espacio de cinco días que se dedica a la devoción y culto a Dios o a los Santos. Este acto contará con la presencia de varios sacerdotes que predicarán con el tema "San Ginés, seguidor de Jesús y testigo del evangelio, modelo de santidad y vida cristiana para nuestro tiempo".

"San Ginés de Clermont: un santo venido de Francia"

San Ginés de Clermont fue un obispo francés del que se conocen muy pocos datos. Combatió las herejías de Novaciano y Joviniano y fundó la Abadía de Manlieu y la iglesia de San Sinforiano de Clermont, donde fue enterrado. "Un hombre piadoso, llegó a ser obispo y en su diócesis era muy sensible y cercano a los pobres", indica el párroco de la capital.

La actual imagen del Santo se instaló en 1798 en la antigua ermita, hoy iglesia de San Ginés. En los archivos parroquiales, se indica que "la imagen se conservaba tal y cómo habían venido de La Habana, sin barniz ni vestiduras". Se sabe que su imagen es "francesa con marcada influencia de la escuela andaluza, aunque su procedencia es americana", según el libro "Bienes Histórico-Artísticos de la Iglesia de San Ginés de Clermont de Arrecife", de Esther Olivero y Francisca Perera. Fue reparada en los años 80, y actualmente se encuentra expuesta en la Iglesia de San Ginés.

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