HAN ACUDIDO AL PLENO CON PANCARTAS PIDIENDO LA "DIMISIÓN" DE CABRERA

Los comerciantes llevan al Cabildo su rabia por la "muerte comercial" de la Avenida

Han acudido al Pleno de la institución con pancartas en las que pedían la "dimisión" del consejero Manuel Cabrera, lamentaban la "muerte" de comercios y su "perjuicio económico". La Voz de Lanzarote ha podido conocer las historias de algunos de ellos...

27 de febrero de 2016 (07:08 CET)
Los comerciantes llevan al Cabildo su rabia por la "muerte comercial" de la Avenida
Los comerciantes llevan al Cabildo su rabia por la "muerte comercial" de la Avenida

FOTOS: Sergio Betancort.

 

Los comerciantes de la Avenida Marítima han llevado este viernes sus protestas al Cabildo de Lanzarote. Una decena de ellos ha acudido al Pleno que celebraba la institución, y lo han hecho pertrechados con pancartas lamentando la "muerte" comercial de esta calle de la ciudad e incluso pidiendo la "dimisión" del consejero Manuel Cabrera. La Voz ha conocido las historias de algunos de ellos. Afirman que sus pérdidas superan el 60 por ciento y algunos están al borde del cierre.

Según han indicado tras el Pleno, desde el Cabildo les han transmitido que los convocarán la próxima semana para una reunión a tres bandas, entre la propia institución, los comerciantes y la empresa que está realizando los trabajos, Ingemont. Con esta nueva protesta, los comerciantes evidenciaban unas quejas que vienen plasmando desde hace semanas. Su protesta en la institución llega, además, en plena polémica por los retrasos de estas obras, después de que el consejero afirmara que la empresa podría volver a incumplir el nuevo plazo del 31 de marzo. Los comerciantes, por su parte, creen que las obras podrían incluso prolongarse más allá del verano.

Desde que comenzaran el pasado mes de agosto, los dueños de los negocios de la zona se han venido quejando por las pérdidas económicas que los trabajos les están causando. En las últimas semanas han arremetido especialmente contra Cabrera, que en múltiples ocasiones se ha mostrado contrario a compensarles y ha asegurado que debían "aguantar". Mientras, ellos aseguran que no pueden más y piden que las obras "terminen ya". 

 

1.200 euros en mercancía para recaudar 99


La Voz de Lanzarote recorrió este jueves la Avenida y pudo conocer de primera mano la historia de algunos de estos comerciantes. Todos coincidían en recalcar unas pérdidas que les están poniendo contra las cuerdas. El relato de uno de ellos evidencia las dificultades que atraviesan. Se trata del dueño de un bar que se encuentra al inicio de la calle, que explica que en estos carnavales recaudó 99,60 euros. 

"Casi me echo a llorar. Compré mercancía por 1.200 euros y me la estoy comiendo con papas", lamentaba. Este hombre explica que estuvo trabajando desde las 21 horas hasta las 6 de la mañana del día siguiente, pero apenas tuvo clientela en toda la noche. "No entraba nadie prácticamente. En el carnavalito de día todo el mundo estaba por fuera y tal, pero aquí no entraba nadie. Fue más triste… de haberlo sabido me habría ido al coso con mi hija". Su bar lleva ya 8 meses rodeado de zanjas y vallas, flanqueado por un estrecho pasillo como único acceso.

Teniendo que hacer frente a 1.700 euros de alquiler cada mes y tras haber pedido un préstamo para poder ir pagándolo, cifra sus pérdidas en "más de la mitad". Asegura que está "atrasado en todo" y que tan sólo podrá resistir al cierre si los proveedores y el dueño del local "esperan". A pesar de ello, por ahora, no contempla echar el cierre. "¿A dónde me voy? ¿Con 50 años a dónde se va uno? Ahora tienes que aguantar", se convence.

 

"Este mes ya no tenía de dónde ingresar el alquiler"


En otro tramo de la calle, ya frente al quiosco de la música, hay otro comerciante que también trata de resistir. Desde que comenzaron las obras, afirma que sus pérdidas oscilan "entre el 50 y el 60 por ciento". "En Navidad aquí no venía nadie", recuerda. Relata que tiene cuatro empleados con contrato fijo a los que está luchando para no despedir.

Muy cerca de allí, otra comerciante pinta una situación distinta. Según relata, ella no ha podido aguantar y ha tenido que despedir a dos empleadas. Ahora se encuentra al borde del cierre. "Este mes ya no tenía de dónde ingresar el alquiler", explica, a la vez que señala que en estos meses de obras ha tenido que recurrir a los "ahorros de años" para hacerlo. Así, asegura que de haber sabido "que las obras durarían un año", hubiese abandonado el local cuando comenzaron. Esta comerciante critica la "poca vergüenza" del consejero y cree que las compensaciones que finalmente se han avenido a conceder desde las instituciones (exenciones en impuestos o ayudas para cartelería o arreglo de los escaparates una vez acabadas las obras), "no sirven de nada". "Yo cerraré, y los beneficios de esta obra en unos años serán para los dueños de los locales", lamenta.

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