Con el estreno del audiovisual "Sonido del Agua", firmado por el artista plástico Ildefonso Aguilar y el compositor Benito Cabrera, se dio este lunes por inaugurada oficialmente la Semana de Lanzarote en la Expo de Zaragoza, dentro de un programa que arrancó en la mañana del mismo lunes con diversos actos.
Ante una sala repleta, la presidenta del Cabildo, Manuela Armas, destacó el orgullo de estar presente en este encuentro de reflexión sobre el agua, como representante de una isla que vio nacer la primera desalinizadora, "gracias a la fecunda imaginación del conejero Manuel Díaz Rijo, en 1965 se puso en marcha la primera potabilizadora de agua de mar. Hoy funcionan más de 700 en todo el país", recordó. También destacó estar en Zaragoza tanto para compartir los conocimientos atesorados durante siglos de carencia de agua en la isla como para aprender de las experiencias ajenas.
Ildefonso Aguilar y Benito Cabrera coincidieron al valorar de manera muy positiva el trabajo en equipo y el resultado, "una recreación visual, plástica y muy sensorial de la naturaleza minimalista de Lanzarote", en palabras del propio Aguilar. Por su parte, el timplista confesó haberse inspirado en la "poética salvaje, dramática y al mismo tiempo tierna" de la isla y explicó que ha combinado sonidos procesados de agua y sal con melodías tradicionales como la seguidilla, la zaranda o el rancho de pascua. Durante la proyección, Cabrera apoyó las imágenes con el sonido de su timple.
En septiembre en Lanzarote
Minutos antes de dar comienzo el acto, la presidenta del Cabildo manifestó su deseo de compartir con la sociedad de Lanzarote todo el trabajo realizado expresamente para la Expo de Zaragoza. Así, una vez finalizado el foro del agua, en el mes de septiembre los lanzaroteños podrán disfrutar del audiovisual "Sonido del Agua", de la exposición de fotografías de José María Barreto o apreciar la belleza de los dibujos de Santiago Alemán, que ha recopilado en una carpeta de elegante factura imágenes de aljibes, pozos, tanques y otros ejemplos de la ingeniería popular isleña destinada a la gestión de tan escaso recurso.
