Un libro del Corán fue descubierto el pasado lunes 21 de noviembre en la recepción oficial con que las autoridades locales obsequiaron a Los Reyes de España en el Castillo de San José, con motivo de su última visita a Canarias. La información la adelanta este viernes en exclusiva LA VOZ en su edición gratuita de papel.
Según aseguran a este medio testigos que prueban su presencia en el sorprendente e inesperado instante del hallazgo, estando Don Juan Carlos I y Doña Sofía dentro del Castillo, en concreto visitando en su interior el Museo Internacional de Arte Contemporáneo (MIAC), algunos curiosos, unos pocos policías nacionales y algún agente local pudieron percatarse de la molesta presencia de una funda rugosa bajo uno de los coches de los invitados, área rastreada previamente por los perros policiales.
Del interior de este forro oscuro salió nada menos que uno de esos textos con que los musulmanes se transmiten entre sí las sagradas enseñanzas del Islam.
¿Hay motivos para preocuparse o todo esto es sólo una broma pesada de algún desaprensivo que, intencionadamente y sólo para causar alarma, dejó el manual abandonado en tan comprometido lugar?
En esta ocasión y como novedad, el ejemplar del Corán de la discordia presentaba varias hojas centrales arrancadas.
Según los expertos, los fundamentalistas no tienen la costumbre ni se consideran con suficiente autoridad para arrancar páginas del Corán, a menos, claro está, que éstas pudieran contener interesantes anotaciones o instrucciones escritas en árabe que pudieran comprometerles.
Los propios representantes de la comunidad musulmana afincados en Lanzarote aseguran, por activa y por pasiva, que no es tan sencillo hacerse con uno de estos manuales si no se cree o no se está bastante vinculado al Islam, aunque también es verdad que el libro pudo simplemente haber sido robado.
A tenor de los primeros indicios, la situación en la visita de Los Reyes habría sido provocada intencionadamente por alguien no vinculado a los círculos terroristas, y que simplemente habría tratado de emular la situación que se dio en Madrid, cuando la Policía halló una cinta con versos del Corán en una furgoneta la misma tarde de los atentados del 11 de marzo de 2004.
En Madrid, además de la indiscriminación de la matanza y la ausencia de aviso, fue la cinta con versos coránicos la que sirvió para descartar como autora a la banda terrorista ETA.
Después de que lógicamente hayan sido analizados con prontitud tanto el texto como el libro en sí en dependencias externas a la Isla, ninguna autoridad autorizada se ha pronunciado al respecto por el momento, pero no puede descartarse que este hecho, que ha salido a la luz casi dos semanas después de la última visita de Los Reyes a las Islas, pueda guardar relación con la posible presencia de terroristas islámicos en Lanzarote, donde ya fueron detenidos cuatro marroquíes acusados de ser integrantes del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM) en diciembre de 2004.
Encuentros vigilados
Cuentan desde las altas esferas que en la misma isla en la que se ha hallado este libro podrían al parecer estar sucediéndose comprometidas reuniones entre simpatizantes, líderes o ex líderes que en su pasado habrían pertenecido a grupos terroristas armados. Dicen también que cada uno de sus movimientos está siendo controlado. Por las investigaciones que el juez Garzón llevaba desarrollando desde 1995, publicaciones especializadas situaban a España en el segundo lugar del ranking de amenaza antes del 11-M, lugar que ocupa ahora Dinamarca. ¿Por qué estas reuniones en la Isla? ¿Qué papel juega Lanzarote en esta nueva escala del terror?
