El guardia civil acusado de cometer presuntos delitos sexuales contra una mujer en Lanzarote negó el pasado viernes estos hechos y se declaró inocente, en el juicio que celebró la Audiencia Provincial de Las Palmas. Los hechos ocurrieron en febrero de 2011, en la carretera de Playa Blanca a Yaiza, cuando este agente ya no estaba de servicio. La conductora a la que dio el alto denunció que le había tocado un pecho y había intentado besarla, tras pedirle que entrara en su vehículo propio.
El agente sí que reconoció que la conversación con la conductora empezó desde un plano estrictamente profesional, pero luego pasó al personal. No obstante, insistió en que nunca se propasó con ella.
La Fiscalía ha sido quien ha llevado adelante este proceso, ya que la supuesta víctima decidió no presentar una reclamación. El fiscal consideró en su escrito de acusación que el agente había cometido un presunto delito de abusos sexuales y otro de detención ilegal, por lo que solicitó para el acusado de 24 meses de multa a 10 euros por día. Por su parte, la defensa pidió la libre absolución del agente.
El agente aseguró durante el juicio que salía del trabajo rumbo hacia su casa, cuando vio en la carretera a un vehículo que tenía una conducción anómala. Así, explicó que le dio el alto a su conductora, que iba acompañada por otra mujer, para pedirle la documentación y comprobar que no había consumido alcohol. En este momento, la conductora asegura que el agente le pidió que le acompañara a su vehículo particular, ya que no llevaba el coche oficial, y cuando estaban dentro, "accionó el cierre de las puertas" y, posteriormente, "le tocó un pecho e intentó besarla".
Por su parte, el guardia civil explicó que la mujer accedió "voluntariamente" a su vehículo, en el que no tenía ningún tipo de herramientas para poder hacer la prueba de alcoholemia, ya que no era el coche oficial. Además, dijo que las puertas se pueden abrir desde dentro y que él no activó el cierre centralizado desde la puerta del conductor, ya que el botón se encuentra en el frontal del vehículo.
El agente sí que reconoció que empezó la conversación con esta conductora desde un plano estrictamente profesional, pero luego pasó al plano personal. En este sentido, dijo que la conversación que mantuvieron era de dos personas que se estaban conociendo y que se resultaban agradables. Por su parte, la Fiscalía consideró en su escrito de acusación que el agente "le había tocado un pecho" y había tratado "de besarla" sin que ella "hubiera prestado su voluntad a ello".
La defensa del acusado aseguró en su alegato final que le parecía "inverosímil" la denuncia de la mujer y, además, dijo que había dado diferentes versiones sobre el mismo hecho, "de diferente manera y en diferente orden cronológico". El acusado continúa siendo guardia civil en Lanzarote.
