La diputada por Nueva Canarias (NC) en el Parlamento regional, Gladys Acuña, fue tajante esta semana afirmando ante el Pleno de la Cámara que "el cheque bebé no es la solución, ni mucho menos, a mejorar el decrecimiento del índice de natalidad en el Archipiélago canario". Acuña emplazó al Gobierno de Canarias a estudiar la realidad de las Islas instándolo a poner al servicio de los canarios más escuelas públicas para niños de cero a tres años recordando "la sonrojante estadística oficial que demuestra que mientras en Canarias los centros de primer ciclo de educación infantil apenas alcanzan el 4,5 por ciento, comunidades con poblaciones similares a la nuestra, como Castilla - La Macha o País Vasco, están por encima del 20 por ciento en incorporación de niños de cero a tres años a escuelas infantiles".
La parlamentaria lanzaroteña subrayó además que "la Ley de Racionalización y Sostenibilidad quitó competencias a los ayuntamientos con menos de 20.000 habitantes, que a pesar de tener instalaciones no las pueden poner a disposición del servicio público".
Gladys Acuña achacó a la falta de escuelas y a otros problemas tan presentes en las Islas como la precariedad laboral y la cada vez más difícil conciliación de las tareas del hogar con las responsabilidades en el trabajo, la disminución del índice de natalidad que registra el Archipiélago los últimos diez años. La población infantil de Canarias de cero a tres años ascendía en 2016 a 47.070 niños.
Acuña argumentó su exposición recordando "que el número de nacimientos en las Islas ha descendido alrededor del 20 por ciento en los últimos 10 años, un fenómeno provocado por la crisis y el retraso en la edad media de la maternidad. Canarias registra una tasa de 7,5 nacimientos por cada mil habitantes frente al baremo medio nacional de 9 alumbramientos, de hecho, las Islas ocupan el quinto puesto por la cola, solo por delante de Cantabria, Galicia, Castilla y León y Asturias".
El descenso, ahondó, "está marcado por el cambio en el modelo de familia porque cada vez somos más familias las que tenemos solo un hijo o incluso ninguno, y también la edad media de los progenitores que se va elevando, lo que supone diferencias más profundas entre las distintas generaciones".
