¿Qué acordó el Consejo de la Reserva de la Biosfera sobre las prospecciones petrolíferas?
Al fin y al cabo fue retomar lo que Lanzarote viene diciendo desde el año 2002, que es no a las prospecciones. Es una actividad de enormes beneficios pero para la empresa petrolífera, y de enormes riesgos para la población de Lanzarote y Fuerteventura. En el Consejo, se introdujeron una serie de factores nuevos. Siempre se ponía de ejemplo a Noruega para defender las prospecciones. Pero después del accidente en el Golfo de México, Noruega suspendió las autorizaciones en aguas profundas. Para la perforación en aguas profundas carecemos de tecnología y la posibilidad de un sellado de un vertido se convierte en una odisea. En el Prestige tardaron más de un año. Las garantías medioambientales plenas a las que se refiere Soria cuando habla de prospecciones son un sueño, un delirio e imposibles de concretar en la práctica.
Tras la limpieza que se ha realizado en el Golfo de México después del vertido de BP, aseguran que nunca se recuperará la costa, ¿es eso cierto?
Efectivamente. La alteración que se produce con una marea negra permite una limpieza cosmética, pero el grado de afección de las sustancias tóxicas dañan la flora y fauna, que no vuelven a ser lo mismo. La mera presencia de hidrocarburos impregnando la zona ya daña la costa. Nos podemos encontrar con un vertido que no veamos el piche, pero que afecte igualmente a la costa.
¿Cree que desde las instituciones se logrará que Madrid dé marcha atrás a este proyecto?
No lo sabemos, pero hay que decir que no. Es parecido a lo que ocurrió este fin de semana en España, con más de medio millón de personas saliendo y denunciando la Reforma Laboral. Es lo que estamos obligados a hacer como instituciones y como ciudadanos, expresar nuestro rechazo. Trataremos de impedirlo, pero la sordera del ministro Soria y del PP ignora las voces de la isla. Además, esto no quedará en una mera propuesta, porque se está articulando una respuesta de carácter judicial. Parecía que contra una empresa así no se podía luchar, pero un recurso del PSOE al que se sumó el Cabildo acabó con el decreto de Repsol hace tiempo, porque era chapuza desde el punto de vista jurídico. Esto parece que sucede también con este expediente.
¿Se pusieron de relieve en este Consejo de la Reserva de la Biosfera las posibles deficiencias del expediente?
Sí, las debilidades del decreto, ya que se han limitado a tomar toda la documentación existente y rehabilitar el mismo. Desde el punto de vista de tramitación administrativa no es adecuado y, además, supone una brutalidad y un atentado. Coger medidas de carácter preventivo de hace diez años y ponerlas nuevamente sobre la mesa como si no hubiera pasado nada no se puede entender. Ésta es una de las claves de las prisas indecentes del ministro Soria. En la Unión Europea se está tramitando una modificación del reglamento de exploración de hidrocarburos, que supondría un nivel adicional de seguridad, más gastos para la compañía, pero más seguridad para Lanzarote y Fuerteventura. Lo normal es que un gobernante sensato, preocupado por su gente y el territorio que gobierna, le dijera a la compañía petrolífera que esperara unos meses a que se aprobara esta normativa y luego volver a estudiar el asunto. Pero no, se ha hecho todo lo contrario, que es rehabilitar un expediente para corriendo tratar de evadir nuevas normas.
Pero el ministro José Manuel Soria aseguró que no habría prospecciones si no existían garantías medioambientales plenas?
La afirmación de Soria sin despeinarse de que no se hará sin garantías medioambientales es mentira. Si Soria dice eso y dice la verdad no concedería las autorizaciones. Repsol ha tenido en los últimos tres años más de 6.000 vertidos, algunos de ellos se han repetido en las costas de Tarragona. No porque Repsol sea incapaz manejando la planta, sino porque el negocio del petróleo tiene esas consecuencias. Usted va a llenar el coche a la gasolinera, y mire al piso para ver cómo está mojado de gasolina, porque siempre se derrama una pequeña cantidad. Hay que imaginarlo a gran escala en una refinería que opera con cantidades brutales de petróleo. A cargar y almacenar suceden vertidos operativos, del manejo habitual de las plantas no de accidentes. Esos vertidos son imposibles de eliminar.
¿Qué más se puede hacer para paralizar las prospecciones?
Por un lado está la respuesta judicial, de la que estaremos atentos todas las instituciones. A ese frente hay que sumarle la protesta ciudadana, que la sociedad se exprese sobre el tema. Me parece ideal lo que se está produciendo en las redes sociales, donde se organizan de manera espontánea protestas y manifestaciones como la de esta tarde, en el coso de Arrecife, donde habrá una marea negra. El sábado, además, hay una manifestación. Todo esto es muy sano, que la sociedad pueda expresarse.
Además del tema de las prospecciones, el Consejo de la Reserva de la Biosfera también trató la rehabilitación de las Salinas de Janubio. ¿A qué conclusión se llegó?
Por una parte, se apoyó una serie de obras de rehabilitación, básicamente en el muro de protección que separa las salinas del mar. Además, la propiedad reclama la adopción de una serie de medidas enormemente sensatas para la protección de las salinas canarias. Cuando vi intervenir al representante de las Salinas de Janubio sentí vergüenza ajena, porque es la segunda vez que esta demanda se pone en manos del Cabildo, del Parlamento de Canarias o de este Consejo. Me produce vergüenza que no hayamos optado ya por esas medidas. Llevamos mucho retraso en algo tan importante que define nuestro paisaje y forma parte de nuestro patrimonio. A ver si nos ponemos todos las pilas.
No obstante, el ex senador Marcos Hernández tenía conversaciones avanzadas en Madrid para rehabilitar las Salinas. ¿Qué sucedió con esos contactos?
Efectivamente, pero aún está sin dotación presupuestaria. Desde la Consejería de Política Territorial del Cabildo, cuando estaba al frente de la misma, se hicieron gestiones con Costas, prepararon un primer proyecto, pero con el día a día se quedó atrás este tema, que tenemos que desbloquear. Hay que considerar la sal no como un producto minero, que es su calificación actual, sino como un producto agroalimentario. Si se produce ese cambio legislativo, las salinas podrán acceder a subvenciones europeas. Tenemos que hacerlo, porque son una multitud de pequeñas cosas que no tienen gran complejidad y hay que solventarlas. Es una sal maravillosa, crea puestos de trabajo y ayuda a mantener el paisaje. Es una especie de Geria costera, porque el manejo de las montañas de sal es manual y crea un paisaje maravilloso. Tenemos una actividad preciosa, pero faltan medidas para proteger este trabajo.
