Un grupo de unas 30 personas pertenecientes al movimiento Democracia Real Ya se manifestaba este miércoles en las oficinas de la empresa pública de aguas Inalsa para protestar por los continuos cortes de agua sufridos este verano, por la mala gestión de la empresa pública y por la subida de las tasas que entrará en vigor en septiembre, entre otras razones.
Los manifestantes entregaron quejas en la oficina a título particular. Unos vecinos reflejaban en sus quejas que el agua sale con óxido en su vivienda, mientras que otros se quejaban de que se les cobra la tarifa turística. "He pagado casi 600 euros de agua en un año y tengo la casa casi cerrada", decía una señora. La queja de otro vecino se centraba en que el edificio donde vive, en Playa Honda, sólo cuenta con un depósito de 500 metros cúbicos cuando la normativa exige que tenga una capacidad cinco veces mayor, y sin embargo se le dio el visto bueno a la instalación.
Otra de las vecinas se quejaba de la rotura de una tubería junto a su casa que no se arregla desde hace meses. Otras quejas hacen referencia a los continuos cortes del suministro en las últimas semanas, sobre todo en las zonas rurales. Las denuncias se presentarán también en la Oficina de consumo del Cabildo de Lanzarote.
Los participantes en la concentración corearon consignas como "el agua es un derecho, no un privilegio" y leyeron un manifiesto en el que destacan el pésimo servicio que se da a los ciudadanos y en el que exigen una gestión transparente y despolitizada, así como la revisión de facturas abusivas, el traslado de las oficinas al centro de Arrecife o que se mantenga la empresa en manos públicas.
ACN
