El avión aterrizó rodeado de fuertes medidas de seguridad

Decenas de personas reciben entre vítores a Haidar en las calles de El Aaiún

El avión de la Fuerza Aérea Española que llevaba a bordo a la activista saharaui Aminatou Haidar aterrizó en el aeropuerto de El Aaiún a las 23:30 horas. Docenas de agentes de la Fuerza Nacional marroquí y miembros de los ...

18 de diciembre de 2009 (01:17 CET)

El avión de la Fuerza Aérea Española que llevaba a bordo a la activista saharaui Aminatou Haidar aterrizó en el aeropuerto de El Aaiún a las 23:30 horas. Docenas de agentes de la Fuerza Nacional marroquí y miembros de los servicios secretos han impedido a sus seguidores recibirla. Mientras, en la ciudad, a la llegada de la ambulancia que la trasladaba, decenas de personas la recibieron entre vítores, con gritos de ánimo y alborozo, vivas al Polisario y de "fuera Marruecos".

Haidar fue bajada del avión, posiblemente en una camilla -la llegada no tuvo más testigos que los agentes policiales y autoridades marroquíes-, acompañada de su hermana Laila y de su médico personal, Domingo de Guzmán. Una ambulancia condujo, hacia las 23:40 horas, a la activista y a sus acompañantes en dirección a la ciudad, escoltada por varios vehiculos policiales.

En las calles de El Aaiún, decenas de saharauis habían recibido con muestras de entusiasmo la noticia de la llegada de su compatriota cuando supieron que había despegado desde Lanzarote, pero no se acercaron al aeropuerto debido a las fuertes medidas de seguridad.

Inicialmente, coincidiendo con el despegue del avión militar del aeropuerto de Lanzarote, apenas eran visibles fuerzas de seguridad marroquíes en el entorno del aeródromo de la capital del Sahara Occidental. En realidad, un único vehículo con cinco policías en su interior se encontraba en las inmediaciones.

Sin embargo, hacia las 23:00 horas, y de forma progresiva, se fueron incorporando vehículos policiales al aeropuerto, en una clara señal de que estaba prohibido acercarse al recinto. Además de los policías de uniforme, de la Fuerza Nacional, también eran perceptibles miembros de los servicios secretos marroquíes.

Los periodistas -una decena, todos españoles- que esperaban a las puertas del aeropuerto la llegada de Haidar, fueron invitados por las fuerzas de seguridad a salir fuera de su acceso principal, y fueron situados junto a la carretera, a las afueras de El Aaiún y a aproximadamente un kilómetro del aeródromo, que ni siquiera se podía ver desde ese punto.

ACN Press

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