Los trabajos de sustitución de una estación de bombeo sacan a la luz restos humanos del antiguo cementerio de Arrecife

La curiosidad de los muertos por las obras

Imagen: Sergio BetancortLas obras de ...

29 de enero de 2011 (19:36 CET)
La curiosidad de los muertos por las obras
La curiosidad de los muertos por las obras

Imagen: Sergio Betancort

Las obras de canalización de Arrecife han quedado en evidencia esta semana con las lluvias que han caído en la capital. Los trabajos, después de más de dos años, no están terminados, principalmente porque la empresa concesionaria entró en concurso de acreedores y no han podido paliar los efectos de la tromba de agua. Las obras las financia el Gobierno central y las dirige la Dirección General de Aguas del Gobierno de Canarias, desde donde se asegura que, después de varios meses paradas, se están reanudando poco a poco.

Entre los trabajos que se incluían en el proyecto y que faltan por terminar está la sustitución de la estación de bombeo de la calle Portugal, que tantos malos olores ha aportado al vecindario en los últimos años, hacia la zona que se encuentra junto al Cabildo, donde se encontraba antes el cementerio municipal. Esa es una de las fases que se han reanudado y con sorpresa incluida.

La semana anterior a las lluvias se abrió una zanja por la rotura de una tubería y aparecieron huesos humanos, mezclados con 'aguas negras' así que se volvió a tapar. El Director General de Aguas, Mariano de León, asegura que no es la primera vez, ya que hace más de un año aparecieron varios huesos y hubo que parar la obra hasta que Patrimonio determinó que los restos no tenían valor histórico. Según De León, se llegó a la conclusión de que pertenecían a un osario que quedó enterrado.

Antes de ese antiguo cementerio ya hubo otro en el solar que ocupa ahora el Instituto Agustín Espinosa. El segundo fue el que estaba junto al Cabildo cuando aún no estaba ahí el Cabildo, a la entrada de Arrecife desde el Sur y con vistas al mar para quien pudiera verlas. Se trasladó definitivamente en los años setenta, en la última etapa del mandato de Rogelio Tenorio de Páiz como alcalde, que permaneció en el cargo hasta finales de 1974.

"El cementerio nunca se tenía que haber trasladado" y su traslado fue "un disparate" y "un gesto de analfabetismo", según apunta el cronista oficial de Arrecife, Antonio Lorenzo, alegando que se destruyó con el traslado gran parte de la Historia de la ciudad. El motivo para el traslado fue una cuestión de imagen, para no asustar a turistas y visitantes colocando a los muertos a las puertas de Arrecife. Lorenzo subraya que en Las Palmas hay un cementerio en Vegueta y en muchas ciudades de Francia están integrados en el centro.

Cuando los muertos se mudaron a San Román necesitaron de la ayuda y voluntad de sus familiares para cambiar de aires. Los muertos sin familia tuvieron que quedarse. Según Lorenzo, con el traslado se supone que no debían haber quedado allí restos humanos aunque apunta que junto al cementerio había un osario de restos que nadie había reclamado. Mariano de León señala que los huesos son precisamente de un osario que no se trasladó porque nadie los reclamó. La curiosidad, ahora, los ha hecho salir reclamando un poco de la atención que nunca tuvieron.

SG/ACN

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