Una intensa reunión dio como resultado un acuerdo entre la mayoría de las cofradías y asociaciones de pescadores de Lanzarote y La Graciosa. La resolución consistió en vedar las aguas tanto interiores, esto es, las de la comunidad autónoma, como las exteriores que pertenecen al Gobierno central cubriendo la zona de Alegranza, el norte y el noroeste de Lanzarote.
El objetivo de este acuerdo es recuperar las especies que se encuentran en estas zonas y que, según apuntó el consejero de Pesca del Cabildo, Marcos Páez, se encuentran esquilmadas. Los principales ejemplares que viven en la zona son merluza, morena y congrio. Desde su punto de vista los daños a los animales son causados porque hasta el lugar se acercan embarcaciones de otras islas y de la Península que echan más anzuelos de los permitidos, ya que el límite está establecido en 500 dentro de este arte de pesca.
Proceso
El acuerdo de vedar una parte de la Isla se alcanzó hace cuatro meses. En aquel momento la iniciativa se trasladó tanto al Gobierno de Canarias como al central y ambos se mostraron de acuerdo. Sin embargo, en aquella ocasión no se decidieron las zonas afectadas y desde Madrid se reclamó que se establecieran los lugares concretos.
Una vez tomado este acuerdo tendrán que volver a repetir el proceso. Sin embargo, hay que tener en cuenta que a la reunión de ayer no asistió el patrón mayor de la cofradía de San Ginés.
Por esto, Marcos Páez explicó que le enviarán el acuerdo tomado por el resto de las cofradías y asociaciones. De estar de acuerdo el plan se aprobaría, lo más seguro, dentro de un mes y entraría en vigor por un período de dos años una vez que se publicase en el Boletín Oficial del Estado. No obstante, el consejero de Pesca indicó que todas las demás cofradías piensan seguir adelante con el proyecto puesto que representan a la mayoría.
