Desde Comisiones Obreras Canarias se considera que el sector de limpieza es uno de los que "permite visualizar la feminización de los riesgos laborales" y "la discriminación que todavía sufren las mujeres en el ámbito laboral". El sindicato argumenta que uno de los grandes riesgos que sufren los trabajadores y trabajadoras del sector, son los "trastornos y enfermedades músculo esqueléticas" provocados por "la repetición de posturas, la realización continua de posturas forzadas y la continua manipulación de pesos".
Para CC.OO es "mucho más difícil el reconocimiento de estas situaciones en el caso de las mujeres" porque en muchos casos las mutuas de accidentes no las reconocen como enfermedades laborales. Estas empresas se excusan en que "esas actividades las realizan en sus domicilios, en su edad y en que es el deterioro "normal" de las propias mujeres", aseguran desde el sindicato. En definitiva, se penaliza a las mujeres doblemente, por su situación laboral y por ser las principales responsables del "orden" en sus domicilios.
Sin formación
En el sector de limpiezas la formación a los trabajadores y trabajadoras en materia de prevención de riesgos y salud laborales es, a juicio de CCOO, "prácticamente inexistente", aún siendo una de las obligaciones que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales impone a las empresas.
Asimismo, aseguran que es mayoritaria la falta de equipos de protección adecuados a las tareas que se realizan. Debido a esa falta de medidas preventivas se dan multitud de problemas de salud y accidentes que según el sindicato "podría evitarse si existiera una mínima conciencia empresarial".
Sustancias peligrosas
Otro de los riesgos para CC.OO es la gran cantidad de sustancias químicas con las que los trabajadores entran en contacto a diario y, muchas de las cuales son peligrosas para su salud. Desde el sindicato
se calcula que más de un 6 % por ciento de los trabajadores y trabajadoras del sector en este país sufren daños por sustancias químicas cada año.
Comisiones Obreras considera que muchas de estas sustancias pueden ser sustituidas por "otros productos menos dañinos para la salud y que ofrecen el mismo rendimiento". Sin embargo lamenta que "nos encontramos con un sector en que las empresas actúan con enorme negligencia y se despreocupan de sus obligaciones legales en materia de salud laboral".
