La murga más veterana de la isla cumple un cuarto de siglo de historia. "Los trajes nos los hacíamos nosotros mismos con los pocos medios que podíamos recopilar, las mujeres se pasaban las horas cosiendo los disfraces que luciríamos", recuerd

25 años de Intoxicados

Cumplen 25 años y son la murga más antigua de toda la isla. Nacieron como una iniciativa de tres amigos que vieron como su querida isla de los volcanes no tenía murgas que representasen el carnaval como ocurría en Gran Canaria. ...

15 de febrero de 2007 (00:05 CET)
25 años de Intoxicados
25 años de Intoxicados

Cumplen 25 años y son la murga más antigua de toda la isla. Nacieron como una iniciativa de tres amigos que vieron como su querida isla de los volcanes no tenía murgas que representasen el carnaval como ocurría en Gran Canaria.

Ángel Manuel Pérez Navarro, Eladio Rodríguez Medina y Pablo Luis Cabrera fueron los fundadores de la murga "Los Intoxicados". Corría el año del Naranjito en el Mundial del 82, y estos tres amigos fundaron una nueva murga en el barrio marinero de Valterra.

Los Intoxicados, porque por aquel entonces las industrias conserveras de pescado estaban en su máximo apogeo y los olores que desprendían "intoxicaban" a los residentes de aquella barriada. "Pensamos que era un buen nombre para una murga que surgía aquí, en la asociación cultural de Valterra" comentaba Ángel Manuel Pérez, uno de los fundadores.

Poco a poco la murga ha ido creciendo, y a la par del Carnaval de Lanzarote, han evolucionado con los tiempos. "Todo ha cambiado mucho desde los inicios de la murga" comenta su presidente y cofundador, Ángel Manuel Pérez, porque al principio se vivieron muchas desventuras "los trajes nos los hacíamos nosotros mismos con los pocos medios que podíamos recopilar, las mujeres se pasaban las horas cosiendo los disfraces que luciríamos". Han sufrido la escasez de presupuesto en muchas ocasiones desde entonces, pero "con ilusión y empeño" consiguieron sacar cada año una murga más preparada que la del año anterior.

Al principio, el presupuesto corría sobretodo de los bolsillos de los participantes, y sufrieron temporadas largas sin tener siquiera un local donde ensayar los cánticos más ácidos y divertidos. Se organizaban rifas, ventas de lotería, entre otras muchas ideas para "poder contar con algo más de dinero para comprar las cosas básicas que non pueden faltar en una murga que se precie".

Nunca se desanimaron a pesar de todo, y lo que había comenzado entre un grupo de amigos, a día de hoy son más de treinta los integrantes de la murga de Los Intoxicados. Y no se queda ahí la cosa, porque a la murga masculina le han salido hijos, sus propios hijos: Los Intoxicaditos. Una murga infantil que también, al igual que la de los mayores, tiene una ya larga tradición, ya que son más de 10 años que los chinijos salen al coso para mostrar a todos los conejeros las canciones más alegres. Y que pasados los años, como grandes vasos comunicantes, los más pequeños, a medida que han ido creciendo, han pasado a los Intoxicados. Además dentro de la asociación no falta la murga femenina, Las Intoxicadas que comenzaron en 1997 y que desde el año pasado están presididas por Teresa Barrio.

Durante todo este tiempo, han vivido un montón de anécdotas, como un viaje que realizaron a Tenerife, para participar en el Coso chicharrero. Y con las prisas y los preparativos de los trajes, los ensayos y demás, a alguien se le olvidó meter la "biodramina" en el equipaje. "Llegamos todos mareados, salvo dos o tres, y eso que éramos mayoría marineros".

Cuanto ha cambiado el Carnaval

"El fin de la murga no es otro que el de divertir al pueblo por unos días haciendo que se olviden todos los pesares" es lo que reza su manifiesto a modo de Filosofía de Los Intoxicados. Y es que, en estos 25 años desde su primer año, los Intoxicados han cambiado, pero lo que más ha cambiado ha sido el Carnaval. "El carnaval ahora es diferente, las murgas quieren sólo ganar el concurso" declaraba Pablo Luis Cabrera, uno de los fundadores, "Antes el carnaval era otra cosa, se aprovechaba como tradición y para divertirnos". Las fiestas se utilizaban como vía de escape de los problemas del día a día, pero según Pablo Luis Cabrera "ahora la rigidez de las normas del concurso hacen que todo sea más serio, por cualquier tontería te descalifican" y eso le hace preferir el carnaval de antaño.

Nada de políticos

Lo que parece el eje central de toda canción de murga: la ácida crítica a los políticos, hacen varios años que no interesa tanto a la murga de Los Intoxicados. "Preferimos que nuestras canciones traten de temas sociales y preocupaciones reales de todos los conejeros, contamos las cosas que pasan en la isla" eso si, de políticos nada: "nosotros no nombramos a nadie, no queremos hacer campaña política a ninguno". Hacen denuncia social pero sin nombres.

Ahora ya se han consolidado como una Asociación Cultural y mantienen con aprecio las reliquias más curiosas. Vitrinas llenas de trofeos y muchísimas fotografías. Las paredes están llenas de recuerdos y de insignias que les identifican. Los Intoxicados seguirán participando año tras año "hasta que el cuerpo aguante" y según Pablo Luis Cabrera "con la misma ilusión que cuando empezamos, por mucho que hayan cambiado los tiempos".

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