El regreso del oro como valor refugio

10 de abril de 2019 (15:09 CET)
El regreso del oro como valor refugio
El regreso del oro como valor refugio

Desde hace cierto tiempo, están empezando a oírse voces que vaticinan una nueva crisis económica. Las guerras comerciales, el crecimiento desenfrenado de la deuda soberana mundial y las incertidumbres políticas no contribuyen especialmente al optimismo. Ahora bien, no todo el mundo está de acuerdo con estos malos augurios y, por ejemplo, una institución tan importante como el Banco de España cree que los temores son infundados. Ojalá estén en lo cierto, ¿pero existe alguna manera para protegerse frente a una nueva crisis? ¿Cómo podemos preservar el valor de nuestros ahorros?

 

Con las finanzas personales, más vale prevenir que lamentar


Suceda lo que suceda, no está de más curarse en salud y anticipar una nueva crisis económica. Si termina siendo una falsa alarma, estupendo. Si al final sucede, estaremos preparados para afrontarla de la mejor manera posible. Para ello, podemos recurrir al oro, un valor refugio tradicional con el que podemos proteger nuestros ahorros en tiempos de incertidumbres políticas y financieras como estos que estamos viviendo. Existen a nuestra disposición diversos productos que nos permiten tener exposición al oro. Veamos algunos de ellos a continuación.

 

Comprar oro físico


Quizá la manera más sencilla, pero a la vez más engorrosa de invertir en oro. Consiste simplemente en comprar lingotes o monedas de oro en un establecimiento especializado (físico u online). Además, a diferencia de otros metales preciosos, su compraventa está exenta de IVA. Es recomendable realizar un seguimiento del precio del oro durante un tiempo para asegurarnos de comprar al mejor precio posible.

 

Comprar participaciones en fondos de inversión


Si nos queremos ahorrar la preocupación de custodiar el oro, podemos invertir en fondos que repliquen el precio del oro. Normalmente, sus comisiones no son excesivas y aportan lo bueno de ambos mundos (siguen el precio del oro y nos evitan la custodia). Los más catastrofistas, no obstante, prefieren tener el oro físico en sus manos, ya que argumentan que,  en caso de colapso del sistema financiero, podría resultar imposible recuperar nuestra inversión (imaginemos un escenario de quiebra generalizada de gestoras de fondos de inversión).

 

Comprar acciones de compañías mineras


Otra opción interesante puede ser invertir en empresas de minería dedicadas a la extracción del oro. Podríamos ganar por partida doble: con la propia subida de la cotización del oro y con cualquier subida que se pueda producir si la empresa en la que invertimos encuentra nuevos yacimientos de este metal precioso. De nuevo, como aspecto negativo, seguiremos dependiendo de los engranajes del sistema financiero.

En resumen, si no quieres complicarte la vida, comprar el oro físico es la opción más recomendable. Tan solo tendrás que pensar cómo vas a custodiar tus posesiones de oro. Estamos en un momento complejo tanto a nivel nacional como internacional y no parece mala idea prepararse apostando por el oro, un valor que históricamente ha preservado los ahorros del ciudadano del pie en los peores escenarios económicos. Los analistas financieros están recomendando este año consolidar una posición en oro a la luz de la rentabilidad positiva que se espera para este metal precioso: se prevé un aumento del 11 % en su cotización este año.

Además, la demanda del oro no para de crecer, tanto a nivel industrial como especulador, por lo que el precio tiene una presión alcista importante. No podemos olvidarnos de que el oro lleva en mercado alcista desde hace casi 20 años y ha demostrado en las grandes crisis ser prácticamente el único seguro de vida para el ahorrador. Diversificar parte de nuestros ahorros en este codiciado metal precioso puede endulzarnos la amargura de un escenario financiero negativo.

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