El concurso de Microrrelatos de Radio Lanzarote en homenaje a César Manrique ya tiene ganadores

Josefina García Laynez se ha alzado con el primer premio del certamen, organizado en colaboración con la FCM, y Sonia Vega y Santiago Betancort se han llevado el segundo y tercer premio

1 de octubre de 2019 (09:16 CET)
El concurso de Microrrelatos de Radio Lanzarote en homenaje a César Manrique ya tiene ganadores
El concurso de Microrrelatos de Radio Lanzarote en homenaje a César Manrique ya tiene ganadores

La IX edición del Concurso de Microrrelatos de Radio Lanzarote-Onda Cero, dedicada a César Manrique con motivo del centenario de su nacimiento, ya tiene ganadores. Josefina García Laynez se ha alzado con el primer premio del certamen, organizado en colaboración con la Fundación César Manrique, y recibirá una televisión valorada en unos 300 euros, un pack de productos del centenario de Manrique y un pack de libros editados por la Fundación.

El jurado del concurso, al que se presentaron 125 historias inspiradas en el artista, ha decidido otorgar el segundo premio a Sonia Vega por su relato 'La isla y el diablillo', consistente en una tablet valorada en unos en 200 euros, un pack de productos del centenario y un pack de libros editados por la FCM.

En cuanto al tercer premio ha sido para 'Cien palabras' de Santiago Betancort, quien recibirá unos auriculares inalámbricos valorados en unos 100 euros, así como un pack de productos del centenario y un pack de libros. 

Como en ediciones anteriores, además de los ganadores, el jurado ha elegido a siete finalistas que son 'Pobre diablo' de Teresa Vera, 'Sin Título' de Magdalena Cabrera Cejas, 'Padre' de Yanire Álamo, 'Las Ilusiones' de Fabio Carreiro Lago, 'La carta' y 'Manrique' de Txuso Gallego y 'Sín Título' de Paula Lorena Iurman de González. 

 

Relatos ganadores



Primer premio: 'Sin Título', de Josefina García Laynez

Desde su montículo oteaba el horizonte por si lo sentía llegar. Raramente su compañero de juegos faltaba a la cita.

¿Vendrás hoy corriendo alegre y lleno de energía, haciéndome tumbar con tu abrazo, o cansado y sin fuerzas apenas para subirte a mi espalda?

¿Me harás estremecer con historias del otro lado del océano, de otras tierras y otras gentes, o te quedarás a mi lado silencioso y casi inmóvil?

Estoy acostumbrado a tus cambios de ánimo y no me sorprendo ni de tu risa ni de tu rabia. Al fin y al cabo sólo soy tu juguete, viento. 

 

Segundo premio: 'La isla y el diablillo', de Sonia Vega

En una isla canaria habita un diablillo que corre desnudo por las playas. Pasa las tardes dibujando y descubriendo pequeños seres en los ríos de lava que cubren de negro y rojo el paisaje. Juega con el viento, se esconde en cuevas de asombrosos colores y habla con cangrejos ciegos.

Cuando alguien osa dañar la isla, se enfada y ruge con la fuerza de mil volcanes. Cuando ríe, le puedes escuchar en las olas del mar.

Cuentan que la mágica isla es Lanzarote y que el diablillo Manrique, en cada rincón, te acompañará.

 

Tercer premio: 'Cien palabras', de Santiago Betancort

? Me han pedido que escriba un microrrelato sobre ti ?le dije. César se puso el cinturón.

? ¿Un microrrelato?

? Una historia corta. De cien palabras.

Arrancó el coche en silencio, reflexionando.

? Cien palabras no son muchas ?concluyó al fin.

? No. Pero creo que pueden ser suficientes.

Me miró un momento, antes de volver la vista a la carretera.

? ¿Y de qué vas a hablar, si puede saberse?

? Voy a narrar este momento. Tiene su importancia.

Tardó un poco en comprender. Pero un instante antes de que ocurriera lo supo. El tiempo justo para revelar una sonrisa.

Todo estaba bien. 
 

Relatos finalistas



'Pobre diablo', de Teresa Vera

Acorralado, agotado, descalzo, sin camisa y aún con la horqueta en mano como única arma defensiva, vio aparecer un mar negro de rocas volcánicas que bajo aquel sol abrasador incitaba a sus doloridos pies a seguir huyendo.

Quizá podría cruzar el malpaís que lo alejaba de su libertad.

Huir del mal país que lo perseguía por sus ideas era su única opción.

Pudo, por fin, sentir el escozor del mar en sus pies ensangrentados y observar a lo lejos las Montañas del Fuego antes de ser abatido a tiros.
 

'Sin Título', de Magdalena Cabrera Cejas

Ven? Disfrutemos de un viaje con aroma de higueras y sabor a salitre. Llegaremos a mi Famara querida, con su "Risco" reflejado sobre la arena mojada...

Mira, arriba, "El Mirador" extiende su brazo por el "Río" que nos deja sin palabras y nos ofrece su silencio. No pares y llegaremos al "Jameo" con sus perlas ciegas en su lago cristalino. Continuamos hacia "La cueva de los verdes", regalo del volcán de La Corona.

Vámonos a "Timanfaya". Espectacular, ¿verdad?, volcán y colores tierra...

Ahora debo marcharme. En Haría me retiro a descansar.

-Por cierto, ¿Quién eres?.

Soy César, un conejero más.

 

'Padre', de Yanire Álamo 

Con la madre Lanzarote,

César tuvo descendencia,

los amó y cuidó,

como buen padre que era.

Jameos el mayor, profundo y misterioso, con el disfrutó desde que lo imaginó.

Luego vino Monumento, campesino blanco y verde, en el centro de la isla, donde late el corazón.

La tercera fue Montañas, Timanfaya La Quemada, misteriosa y silenciosa, ardiendole las entrañas.

Mirador atrevido asoma, mimetizado...ofreciendo su visión.

Castillo el contemporáneo, majestuoso en la Bahia, marinero es su mirar.

Y el pequeño y mimado, Jardín el deseado, donde la naturaleza celebra, que César los haya
creado.

 

'Las ilusiones', de Fabio Carreiro Lago

Hasta llegar al precipicio había caminado discreto entre el grupo de turistas. Estaba fascinado con la Cueva de los Verdes hasta que sintió un profundo vértigo por aquella belleza aterradora y decidió acabar con su vida de una vez por todas tirándose al vacío. Detenerlo fue imposible. Se apartó del grupo, corrió un poco, lanzó un grito y se zafó de una mano que intentó sujetarlo. Lamentablemente quedó empapado, se hizo un esguince y salpicó a todos. El guía sabía bien que es tan difícil engañar como evitar que alguien destruya sus propias ilusiones.

 

'La carta', de Txuso Gallego

César, ¡cuánto te echo de menos!

Esos paseos interminables por Famara. Tu cuerpo libre de prejuicios sintiendo viento, tierra y océano. Sé que ahora descansas conmigo, y eso me llena de orgullo. Añoro la pasión y la fuerza que podía sentir cuando trabajas y, sobre todo, cuando defendías tu tierra ante las pretensiones de gente sin alma que quería destruir lo que miles de años permaneció virgen, puro y salvaje.

Gracias por amarme sin medida, por esculpirme con tanta delicadeza y cariño, y por llevarme siempre en el corazón.

¡Cuánto te echo de menos, César!

Siempre tuya:

Lanzarote.

 

'Sin Título', de Paula Lorena Iurman de González

Desde el enorme ventanal de su cuarto veía un desfile de vehículos destinados a la construcción de viviendas y hoteles. El impoluto blanco de las paredes de su hogar se impregnó del polvo negro de tanto picón desperdigado a lo largo y a lo ancho de toda la isla. El empresario reemplazó en las portadas de los diarios, al hombre de campo y al humilde pescador. La basura acumulada tapó sus paradisíacas vistas. Solo, hundido en la más profunda tristeza y derrotado por sus propios vecinos encendió la radio para poder escuchar las olas del mar de una cortina musical. 

 

'Manrique', de Txuso Gallego

Resopló e, indignado, dobló el periódico. Estaba furioso. Se llevó las manos a la cabeza y
con los ojos llorosos preguntó:

- ¿Por qué son tan majaderos? A la isla la siento, la escucho, puedo fundirme en ella. Es única en el mundo y nuestras Canarias; joyas naturales que el universo creó. ¿No comprenden que la belleza reside en su propia naturaleza? ¿Por qué les cuesta verlo como lo
veo yo? ¿Por qué no lo aprecian?

Le abracé y respondí:

- César, su error radica en limitarse a mirar con los ojos lo que tú observas con el corazón

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