EL PLAZO PARA PARTICIPAR CONCLUYÓ EL 31 DE AGOSTO

El Concurso de Microrrelatos de Radio Lanzarote se cierra con 125 historias inspiradas en Manrique

El fallo del certamen, organizado en colaboración con la Fundación César Manrique, se hará público en la segunda quincena de septiembre

3 de septiembre de 2019 (12:18 CET)
El Concurso de Microrrelatos de Radio Lanzarote se cierra con 125 historias inspiradas en Manrique
El Concurso de Microrrelatos de Radio Lanzarote se cierra con 125 historias inspiradas en Manrique

El Concurso de Microrrelatos de Radio Lanzarote, que en su novena edición está dedicado a César Manrique, se ha cerrado con la recepción de un total de 125 historias.

El plazo para participar se abrió el pasado 1 de julio y concluyó el 31 de agosto, habiéndose recibido en la última semana más de 40 nuevos relatos. En esta ocasión, con motivo del centenario del nacimiento del artista, las historias debían estar protagonizadas por César Manrique, alguna de sus obras como pueden ser los centros turísticos de Jameos del Agua o las Montañas del Fuego o alguna de las casas que habitó.

El fallo del certamen, organizado en colaboración con la Fundación César Manrique, se hará público en la segunda quincena de septiembre. En cuanto a los premios, el ganador recibirá una televisión valorada en unos 300 euros, un pack de productos del centenario de Manrique y un pack de libros editados por la Fundación. El segundo premio será una tablet valorada en unos en 200 euros, un pack de productos del centenario y un pack de libros editados por la FCM; y el tercer premiado se llevará unos auriculares inalámbricos valorados en unos 100 euros, así como un pack de productos del centenario y un pack de libros.

 

Lo que Haría?


El jardín, placentero espectáculo. Basalto, verde intenso, rojo sobre negro. Calma.

Me acomodo el sombrero del artista custodiado por un arco sin flechas?

-"Estoy destinado a trabajar por la belleza".

La chimenea manifiesta una majestuosidad incomparable escoltada por el piano.

- "El mayor negocio de un país es la cultura de su pueblo".

Agua embalsada, azules, cítricos asientos, luz, sol. Paz.

-" He sido un hombre libre y feliz; no hay destino más hermoso".

Devuelvo el objeto fiado.

- ¡Lo que Haría sería volver a empuñar mi megáfono? ¡

Salida.

- ¿Perdón señor podría devolvernos la audioguía?

 

Manrique-Ramírez


La exposición se inauguraba a las 12, el sol se filtraba entre las persianas y un rayo de luz caía directamente sobre la firma de uno de los cuadros; nunca se había fijado en ella: la seguridad y sostenibilidad de la M, la armonía entre la dimensión de las letras, el trazo elegante de la E minúscula ..."MANRIQUE" dijo en voz alta llenándolo todo, como si hubiera pronunciado la palabra mágica que rompiera todos los hechizos y conjuros que se cernían sobre Lanzarote .

"Ahora que hemos aprendido a volar más alto que los buitres nada nos detendrá".


Cuándo César


Tengo intriga por saber cuándo convertiste en arte al viento, cuándo dejó de molestarte, cuándo oíste su silencio, cuándo lo escuchaste y en qué momento lo dominaste para elevarte. Quiero saber si tuviste miedo a las alturas, si fue allá arriba donde viste Lanzarote y pusiste blanco sobre negro, luz en la oscuridad, donde visualizaste la ceguera y acariciaste las aristas de los volcanes. Cuándo el rofe te dio masaje bajo los pies, cuándo se te ocurrió pinchar al dragón y dejar que liberara lentamente su fuego, cuándo fue que descubriste la crisálida, cuándo César,.. cuándo.

 

El encargo


El tráfico estaba lento, de fondo Nube de Hielo de Benito Cabrera, se acababa y vuelta empezar, sin prisa por llegar.

Llevaba noches sin dormir estudiando minuciosamente el trabajo; durante el día recorrí todos los Centros de Arte que llevaban su sello: la isla era toda él y ella su lienzo.

Me llamó la atención el Mirador del Rio, su ventana panorámica, la mampostería blanca inmaculada, el techo, su excelente integración en el risco, escondido como las higueras o los morales.

Me atormentaba pensar porqué no habría nacido yo con ese don.

Aparqué fuera del Taro y esperé.

 

Ausencia y a la vez, presencia


Campanas de vida, campanas de muerte. A César Manrique le llora su gente.

¿En qué paisaje vives? ¿En qué nubes duermes?

Escuchamos tus latidos de colores y respiramos tu respeto al medio ambiente.

No dejaste soledad al marchar, sino belleza y libertad.

Lanzarote es una isla única gracias a tu originalidad.

Genio sin lámpara que concede calidad y armonía, tu esencia perdura día a día.

Quienes vienen o quienes están aman esta tierra gracias a tu creatividad.

César Manrique, artista hasta la eternidad.

 

Sin Título


-¿Qué haces César? Pregunta una maestra a uno de sus alumnos.

-Verá maestra, lo que estoy haciendo es representar el paisaje y el círculo vicioso de nuestra tierra. Él, en pocas palabras explicó lo que veía en aquel dibujo que para nada era entendible.

Está maestra no lograba entender estos dibujos que para ella no eran más que simples garabatos. Sin embargo, poco a poco fue descubriendo lo que estaba ocurriendo, aquel alumno que para estudiar era nulo, tenía la habilidad de encontrar en la naturaleza aquello que la misma escondía como si se tratase de un hijo de ésta.

 

El cuento que no quería acabar


Entre harapos te encontrabas cuando el prodigio sobrevino, pasando de la ceniza a las blancas vestiduras. Un príncipe de vientos y volcanes te calzó las joyas que sacarían a relucir tu belleza innata. De todos los confines vinieron a admirarte, e incluso tus hermanastras se inclinarían a tu paso.

Pero nunca olvides, Cenicienta, la fragilidad del cristal. Si tú zapato se rompe, no quedarán más que recuerdos del hechizo de un día, y colorín colorado: este cuento se habrá acabado.

 

25 de Septiembre 1992


Pito, pito, gorgorito... quien se irá hoy? Me llamo fatum y al igual que te mandé a esta isla, decido cuando te iras de ella. Dicen que es un lugar encantado, dicen que si te quedas abrazado por los volcanes, ya te quedas aquí para siempre. Solo tu lograste engañarme, Cesar !Quise acabar con esta tierra! Le mandaba erupciones, sequías, vientos. Hacia todo lo posible para romper este Paraíso donde se puede soñar y nadie piensa en mi. Tenia mucha envidia!

Normalmente se acuerdan de mi cuando ocurre algo muy malo. Pito, pito, gorgorito ....

 

Epistola


D. César Manrique

Lanzarote

Muy odiado Sr. Mío:

Por la presente le comunico mi más firme repulsa y disconformidad con el trato vejatorio que ha propiciado a mi imagen la ridícula caricatura del "simpático diablillo" diseñada por Vd. que es cotidianamente exhibida en Timanfaya.

Le conmino a que rectifique y realice un diseño en consonancia al respeto y temor debido al auténtico Príncipe de las Tinieblas.

Más le vale tener muy en cuenta que recientemente el Vaticano ha confirmado y repetido que existo.

¡Es un aviso!

Su Satánica Majestad

Lucifer Belcebú

 

Oídos


Cesar nos puso oídos a los mensajes que nuestra Lanzarote siempre ha estado transmitiendo.

Era muy pequeño cuando el Centro Cultural el Almacén fue inaugurado, no entendí por qué debían acudir tantas personas de "fuera", ahora, después de haber mamado del Mensaje, durante tantos años, comprendí tal condensación cultural y ecologista.

Una simple lata abandonada al sol, en medio del volcán, merecía la atención que otros no compartían.

Ya entonces se podía captar la energía de los alisios en Famara, su manantial, su belleza?dentro de Lanzarote.

 

Sin Título


Cesar Salvador Pardela ama volar sobre las blancas neblinas del Rio.

Ama subir hasta ver el amarillo del sol reflejado en los cristales del Mirador y virar repentinamente hacia los rojos y ocres del Risco.

Ama planear hacia el verde de los nacientes.

Ama remontar el viento hasta distinguir el plumón gris de sus polluelos.

Ama los colores.

A veces cuando se lanza en picado buscando la plata de los peces, en el momento en que sus ojos se sumergen en el azul del Atlántico, cree que en una vida anterior fue pintor.

 

Aparición


Durante años organicé una ruta guiada por Lanzarote en la que explicaba a los turistas quién es César Manrique. Por eso, desde que me jubilé hace unos días, su espíritu me visita cada noche para darme las gracias por mantener vivo su recuerdo. En nuestros encuentros, hasta ahora, hablamos de trivialidades, pero hoy ha comenzado a preguntarme por la ecología de las islas.

-¿Cuidáis bien el medio ambiente? ? dice, y yo, por no hacer sufrir a un muerto, no tengo más remedio que mentirle.

-Sí ? respondo, aún con los árboles en llamas latiendo en mis retinas ? claro que sí. 95)

 

Padre


Con la madre Lanzarote,

César tuvo descendencia,

los amó y cuidó,

como buen padre que era.

Jameos el mayor, profundo y misterioso, con el disfrutó desde que lo imaginó.

Luego vino Monumento, campesino blanco y verde, en el centro de la isla, donde late el corazón.

La tercera fue Montañas, Timanfaya La Quemada, misteriosa y silenciosa, ardiendole las entrañas.

Mirador atrevido asoma, mimetizado...ofreciendo su visión.

Castillo el contemporáneo, majestuoso en la Bahia, marinero es su mirar.

Y el pequeño y mimado, Jardín el deseado, donde la naturaleza celebra, que César los haya creado.

 

César ha "cromatizado" nuestros recuerdos


Mis veranos han sido siempre Lanzarote?desde los años setenta; y, por tanto, los aconteceres fueron siempre blancos, verdes y negros? Como, los muros, toboganes, y bancos de yeso decorativos por los que jugaba; y, los de piedra volcánica que delimitaban las playas del Cangrejo y del Hotel; o, jardines, como los de por fuera de la "Jocker", que se clavaban entre besos adolescentes. También, por el color de la madera en la que te apoyas, o a través de la que ves hoy la esperanza y las ilusiones, o, el cactus que las pincha? Colores.

 

Metamorfosis


Un paseo familiar entre parras, higueras y aulagas por un sendero muy ventoso. La sombra de mi yo sujeta la sombrera que llevo puesta. Frente a nosotros, la bodega El Grifo y su logo mitológico.

Mi hija, caminando delante de mí tras sus retoños, de repente, suelta:

?Hay aquí algo que me recuerda el mural de César, el que adorna la Biblioteca de la UNED. Solo falta la palmera.

¡Lástima! Hace unos días que se desplomó. Llevaba más de doscientos años abrazando a los pájaros.

Y, sin querer, levanto la cabeza y dejo escapar aquella mirada de la niñez.

 

Centenario 


-¡Hay que ver qué bonito dejó todo! Él sí que fue un genio. ¡El artista total! Mira tú, y pensar que esto antes estuvo lleno de basura y ahora está repleto de turistas gracias a que supo sacar la belleza natural. Por cierto, ¿ya tenemos licencia para el hotel en la playa? ? dijo justo antes de tirar una moneda a la laguna.

- ¡Ay! ? gritó un cangrejo.

- ¿Qué pasó, muchacho? ? le preguntaron.

- Nada, otro más que se desvive en elogios a César mientras demuestra su incoherencia con los actos.

- Siguen sin enterarse de nada, amigo.

 

Tu firma 


César de nombre, jardinero fiel, hijo de roca fluida. Hijo de tierra seca y de mar. De sal, fuego y viento.

Manrique por legado.

Un sediento otoño casi inédito nos trajo tristeza y soledad, y tu ausencia presente, que susurra entre tus creaciones abrazadas al paisaje, resaltando sin heridas el misterio y la belleza innata de un delicado horizonte de cristal.

Nos dejaste tu presencia ausente en tu Fundación que arde en el corazón callado del volcán.

Aquí sigues ?entre piel y piel? y en la saliva de nuestra querida isla de Lanzarote.

 

Monumento al Campesino 


Era una chinija que jugaba al escondite entre las rocas en la peña de Tajaste, cuando un día unos obreros comenzaron a superponer sobre ella abultados vientres de tanque oxidados.

Los fui observando sin saber que iba a ser testigo de cómo aquella escultura monumental se elevaba día a día, como queriendo despertar al cielo.

Quedó resplandeciente como una estatua de sal: un monumento a la fecundidad en una tierra sedienta.

Y ahí quedó enclavado en el centro de la isla, dirigiendo su mirada al cielo como un campesino más, sustentado por las alas de César.

 

Maresía volcánica


Encontrarse frente a aquel cuadro era un privilegio y el hombre se detuvo a conversar con él, emocionado al ver que asomaban al cristal de sus ojos texturas ocres sobre una negrura de piel quemada.

Ya no percibía el rugir de las fauces del volcán ni el poder magnético de aquel fuego de rojos inquietos de momentos antes. Solo el silbido del silencio: huellas de desolación convertidas en armoniosa belleza.

En ese punto, tuvo la completa seguridad de que el corazón de César había quedado atrapado para siempre junto al espíritu de las rocas.

 

Quizás Cesar


Quizás fue verdad que había una vez una Sílfide que se enamoró profundamente de un campesino y el hada del viento le concedió la gracia de que solo él pudiera verla.

Quizás hubo otras veces y otras ninfas del aire buscaron otros hombres de quien enamorarse.

Quizás alguna sílfide tuvo la idea de ir a buscarle a la Mágica Isla Afortunada del Viento.

Quizás la bella le encontró allí.

Quizás su enamorado agradecido le esculpió juguetes del viento en cada encrucijada de caminos de la isla.

Quizás él podía verla.

Quizás nunca se lo contó a nadie.

 

Cien palabras


? Me han pedido que escriba un microrrelato sobre ti ?le dije. César se puso el cinturón.

? ¿Un microrrelato?

? Una historia corta. De cien palabras.

Arrancó el coche en silencio, reflexionando.

? Cien palabras no son muchas ?concluyó al fin.

? No. Pero creo que pueden ser suficientes.

Me miró un momento, antes de volver la vista a la carretera.

? ¿Y de qué vas a hablar, si puede saberse?

? Voy a narrar este momento. Tiene su importancia.

Tardó un poco en comprender. Pero un instante antes de que ocurriera lo supo. El tiempo justo para revelar una sonrisa.

Todo estaba bien.

 

Un árbol


? Hoy han puesto tu nombre al aeropuerto.

César siguió analizando el lienzo en busca del próximo brochazo, fingiendo que lo que le había dicho no tenía mayor importancia. Pero yo sabía que estaba pensando en ello.

? Así que el aeropuerto ? dijo tras un rato. Su voz no denotaba nada en particular.

? Sí. Supongo que estarás contento. Tanto tiempo después siguen teniéndote en cuenta.

Entonces dejó su fingida indiferencia y me miró como si no pudiera creer que alguien fuera tan ignorante. Pero no habló.

Solo después, más tranquilo, señaló:

? Hubiera preferido que pusieran mi nombre a un árbol.

 

Boda


La gente celebraba el anuncio de la boda del siglo en Lanzarote, corrían los reivindicativos años 60, cuando se fue forjando una relación perfecta entre una pareja que haría perdurar el amor para siempre.

El padrino de la boda, Pepín Ramírez, simultáneamente, jugaba una calmada partida de ajedrez, después de un ajetreado día de pesca.

Mientras, César no paraba de dibujar bocetos, imaginar la belleza y darle alas a sus sueños para la organización, decoración y permanente recuerdo de tan sonado acontecimiento, que impregnaría la idiosincrasia de su amada tierra.

Los novios eran la Naturaleza y el Arte.

 

Los juguetes del viento


?César, soy yo, el viento. Siento haberme colado en el Taro, pero me gustaría pedirte algo. Bien sabes que me gusta pasar temporadas en esta isla: batirme en el mar, arreciar en la costa, y levantar arena; pero ¿hay algo más que me puedas ofrecer?

?Sí, claro que sí, te haré unos juguetes, de diferentes formas y de muchos colores; los llamaremos los juguetes del viento, y estarán colocados por toda la isla. Así, cuando vengas, solo querrás quedarte, y columpiarte para siempre en ellos.

?¡Qué grande eres, César! Silbaré siempre sin cesar, incluso dormido.

 

Sin Título


Dile al viento César cuántas horas calladas soñaste la piedra. Tu obra a mi me pronuncia el grito, de todos los que de arte fuisteis coronados al nacer.

Me pregunto, me pregunto cuando veo las faldas de lava sobre la montaña, qué profunda tuvo que ser tu soledad al intentar explicar a los tuyos que tú en ella veías formas, colores, luz, vida, aliento.

Dile al viento César que tú no hablabas palabras, tú hablabas el lenguaje del volcán que corría por tus venas, cuéntale al rofe los callados versos que coronaban tu alma. ¡Suéñanos!.

 

Eolo


En el amanecer te encontré, cuando volvía a casa tras una noche de guardia, exhausto y con sueño, pero te vi allí, delante del puesto de flores que arreglabas con tus esbeltos dedos. Te vi tan fresca, tan pura. Me acerqué para comprar un ramo de lilas y entonces pude oler tu aroma a azahar. Detrás de tu universo de flores había una escultura que se mecía por el viento,. Como me viste tan absorto por aquella silueta roja me dijiste: "Es el juguete del viento". Sí, Eolo estaba haciendo unos bellos malabares. Un dios testigo de nuestro encuentro.

 

Decisión drástica


Ya no se trataba de que las mujeres acabaran despeinadas o de que, eventualmente, se rompiera alguna rama de palmera. Había que tener cerradas todas las ventanas de casa y ser muy temerario para salir a la calle. Ir en bici era imposible y peligroso circular en coche. El aeropuerto llevaba meses cerrado. La situación era insostenible. El cabildo tuvo que reunirse de urgencia por videoconferencia. Todo había comenzado tres meses atrás, cuando se instalaron los móviles de Manrique: los alisios enloquecieron. Los miembros del cabildo tomaron una decisión drástica. Serían desmontados todos los juguetes del viento.

 

Cien palabras


Cien palabras me bastan para mostrarte que Lanzarote es única. La kilométrica playa de Famara en la que se reflejan sus riscos. El Mirador en el que, cobijado del viento, divisar un paisaje casi virgen. El Restaurante El Diablo, donde degustar comida preparada con el calor del volcán. La Cueva de los Verdes, el Charco de San Ginés? Los Jameos, paraíso que alberga un fascinante auditorio natural. Bellas casas campesinas vestidas de blanco, verde y azul. Mis propias casas, remanso de paz.

Viento, fuego, tierra volcánica, agua atlántica, pesca, vinos y cabras.

Descubre el paraíso. Ven a Lanzarote.

 

Un contemporáneo del futuro


Cuentan los viejitos, que en estas tierras habitó un ser de extraordinaria sensibilidad. Tenía un poder muy especial: ver con el corazón.

Su alegría por la vida y su privilegiado poder le hicieron crear preciosos cuadros con los que deleitaba a personas de lejanos lugares.

Un día regresó y observó horrorizado cómo hombres cegados de codicia destrozaban el paraíso en el que creció. Con pasión, tenacidad y la ayuda del pueblo conejero, defendió a Lanzarote de la total destrucción.

Dicen que era un visionario. Él se definía como un "contemporáneo del futuro".

 

Sin titulo


El niño iba abrazado por su padre quien se agachó para contemplar los cangrejos en

las aguas del jameo. La cueva les contaba los secretos del mar.

Se hizo hombre el niño y volvió con su joven esposa. En la intimidad de la caverna,

escuchó el secreto que ella guardaba. Con un grito eufórico, la abrazó tiernamente.

Pasaron muchos años. Llegó el hombre con su nieta. El perfume del mar, el frescor

del aire y la sensación de paz describían lo que ya no podía ver él, ya ciego igual que

los cangrejos. Pero con los recuerdos podría irse feliz.

 

El comienzo


Te vi por primera vez en el Mirador. Tu cara era un retrato de alegría. Miré por los

ventanales para compartir tu experiencia. Luego, cuando te busqué ya no estabas.

Nos coincidimos en el Jardín de Cactus. Yo llegaba. Tú te ibas. Nos sonreímos. Quise

parar el mundo, pero desapareciste otra vez.

Creí verte de lejos en Las Montañas del Fuego. Me tiraste un beso. ¿O te imaginé? En

ese paisaje extraterrestre podría creer cualquier locura.

Pero el destino solo llega a una conclusión. En Los Jameos nos conocimos por fin y

nuestra vida empezó.

 

Manrique


Resopló e, indignado, dobló el periódico. Estaba furioso. Se llevó las manos a la cabeza y con los ojos llorosos preguntó:

- ¿Por qué son tan majaderos? A la isla la siento, la escucho, puedo fundirme en ella. Es única en el mundo y nuestras Canarias; joyas naturales que el universo creó. ¿No comprenden que la belleza reside en su propia naturaleza? ¿Por qué les cuesta verlo como lo veo yo? ¿Por qué no lo aprecian?

Le abracé y respondí:

- César, su error radica en limitarse a mirar con los ojos lo que tú observas con el corazón.

 

Juguete del tiempo


Escondido en un cajón secreto de su casa de Haría reposa el más fabuloso proyecto de César. Hablaba con pudor de la necesidad de conectar con nuestra espiritualidad, de entender el milagro de la vida, y nunca contó a nadie que por las noches construía una máquina para acelerar ese proceso que permitiera a los seres humanos VER. La llamaba Juguete del tiempo. Se montaba en ella y empezaba a dar vueltas contemplando el pasado de la humanidad y vislumbrando furtivamente la felicidad futura que encenderá nuestras vidas. Así, pensaba César, se abrirían nuestros ojos para siempre.

 

Sin Título 


César Manrique pasó una noche entera en el Jameo del agua. Quería conocer su secreto antes de atreverse a transformarlo. Ya en la madrugada, tras horas de vigilia y "diálogo sin palabras", el Jameo y César ya no se distinguían.

El 4 de agosto de 2017, Luis Morales se reunió de nuevo con sus compañeros. Estaba deseando preguntárselo:

-César, ¿qué te dijo el Jameo aquella noche?

- Que su existencia y la nuestra comparten el mismo sentido: descubrir la belleza que nos habita.

Y Pepín, Antonio, Jesús, Luis y César celebraron la vida que sigue retozando en sus obras.


Casa del Volcán


Allá donde hubo fuego se fosiliza en lava, transformada en emociones nuevas. Oh, volcán, tú mi amigo, qué ilusión en las sombras de la noche para encender la llama de las artes. El tiempo se sucede y nos sucede, pero un hombre fue capaz de modularlo. Vino de Nueva York a instalarse en el siglo XVIII, qué regreso en el tiempo hacia el futuro, qué lavas enjugadas en el taller del arte, qué sudor en erupción hubo en Tahíche.

Solo viran los genios lo imposible: donde hubo fundición transmuta en fundación, y hasta su casa.


Contra ti


Hacen lo contrario de lo que nos dijiste y contratan más de lo que se debe con contratos que aquí no quedan.

Encontramos a contracorriente, intereses donde intentan ponerte en contra y aunque contraste con lo que vemos eres como un amor de contrabando porque contradictoriamente en estos tiempos, eres el contrarrevolucionario, contrariando a los que contra ti luchan contra tu idea.

En contra de lo que crean, muchos contraatacan contra ellos porque hacen lo contrario de lo que dijiste y gestan una isla que no queremos, contrariamente a tu idea, la gran contradicción.

 

A tomar por bulo, César


Así fue como te engañaron y así fue como viraron las prioridades que habías marcado.

Un destino de adorar construido como un palomar.

Vientos de cambio anhelamos, gente con conciencia elevada que cuide a su isla desde su casa y que viva la isla como si fuera su propia morada.

Elegir bien a sus dirigentes para que la vigilen constantemente.

A tomar por bulo César porque el valor de nuestra isla, ... cambia continuamente.

 

Sembrar el futuro


¿Que es realmente la bondad?

¿Cómo queremos ser recordados cuando ya no estemos?

_ Como destructores de una tierra que no nos pertenece, o como una generación que dejó en herencia un territorio mejor, que el que sus antecesores respetaron y legaron. Cesar sembró el corazón de todos y todas con la única visión de que entendiéramos la recogida de una siembra de amor y respeto y mantuviéramos a buen recaudo las semillas, para que los siguientes volvieran a recolectar lo mejor por Lanzarote.

 

¡Las piedras hablan!


Sábado noche en Jameos del Agua... una cola inacabable.

¡Cotorreo y bostezos!

Una suave brisa acaricia los rostros cuando, inesperadamente, un remolino agita el aire llevando consigo hojas que tropiezan con los presentes...

"en medio de su orgullo, el hombre ha querido siempre imponer su sistema a los demás", ¡pone un papel!

Y otro: "fronteras, banderas, nacionalidades, religiones..."

Más trocitos que se pegan a las piedras del edificio...

"súper-estructuras mentales que no tienen nada qué ver con los principios elementales y biológicos que rigen la naturaleza..."

¡Esas piedras ahora hablan a través del legado de Cesar!

 

Jameos


Agua cristalina, lava, cangrejos, ¡qué vergel! A veces siento que César sólo vino a desempolvar la magia que encerraba tal espacio en mitad del norte de Lanzarote. Hoy en día esa joya que me fascina después de haberla visitado decenas de veces y, que aún me sigue sorprendiendo una y otra vez en cada una de esas visitas. Y es que esa palmera parece ser la guardiana de aquel pequeño tesoro que César un buen día quiso mostrar al mundo. Permanece ahí, imperturbable observando cada día orgullosa a su protegido Jameos del Agua.

 

La huella de César Manrique


Lanzarote es a César lo que César es a Lanzarote. Y es que el orden de los factores no altera el producto. Y al final el producto no es más que la herencia en la tierra, su huella, su esencia, su mano? Es Naturaleza en estado puro cincelada con mimo Mariqueño, con el amor del padre más devoto. Es el Mirador del Río, los Jameos del Agua o Timanfaya sus obras, sus pequeños tesoros. Pero las palabras se quedan vacías cada vez que contemplo la huella que este genio nos regaló un buen día.

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