Una casa de la calle El Antonio, número 37, resultaba afectada por un incendio, que se inició en una habitación de este domicilio. No hay que lamentar víctimas mortales, aunque la dependencia donde comenzó el fuego está totalmente calcinada y el resto de la vivienda sufre graves daños materiales. Además, parece ser que el dueño de la casa siniestrada no tenía seguro.
Según los primeros datos que se barajan, el inicio del incendio pudo deberse al juego de un niño. El joven, recién llegado del colegio, mientras esperaba a sentarse en la mesa, comenzó a jugar en su habitación con un mechero y prendió fuego, sin querer, a las sábanas de la cama. Según los bomberos que se desplazaron al lugar de los hechos, el fuego era muy intenso, aunque sólo se localizó en una habitación.
Un vecino del domicilio intentó sofocar las llamas, al darse cuenta del inicio del incendio, aunque sólo consiguió apagar las llamar que comenzaban a extenderse por el pasillo de la casa. "Al momento llegaron los bomberos, que no tardaron nada, y consiguieron sofocarlo en 5 minutos", comentó a La Voz este vecino.
Los tres habitantes de la casa y el vecino, que intentó apagar las llamas, han sido atendidos por efectivos de la Cruz Roja, que se desplazaron hasta el lugar. Aunque, al parecer, no sufren daños físicos, han sido trasladados al Hospital para que les realicen las pruebas oportunas. También han recibido apoyo psicológico por el estado nervioso en el que se encontraban.
