El animal fue recogido en estado de shock, por lo que la primera actuación llevada a cabo por los operarios de limpieza fue abrir un pequeño orificio en la cinta para que pudiera empezar a respirar, según constantan desde el Consistorio.
Los empleados municipales se percataron de la presencia del can al retirar una caja de cartón situada encima de toda la basura existente en el contenedor.
El perro, de raza Yorksire Terrier, carecía de chip por lo que, desde la concejalía no pudieron averiguar la identidad del propietario. Por ello, contactaron con agentes del Seprona quienes identificaron al propietario del animal la misma tarde y trasladando el expediente al Juzgado de Guardia.
La concejal de Sanidad y Consumo en el Ayuntamiento de San Bartolomé, Rosa Mesa, ha declarado que el Ayuntamiento está "completamente en contra de estas y otras aberraciones a los animales". Así, informa de que el Consistorio cuenta con un "Servicio de Recogida" tanto de animales abandonados como para aquellospropietarios que quieran cederlos. "El maltrato no está justificado en ninguno de los casos", dice Mesa quien al mismo tiempo recuerda que este tipo de actuaciones son motivo de sanción administrativa muy grave, con multas que oscilan de los 1.500 a 15.000 euros, además de constituir también un delito penal.