Una llamada advirtió de su desaparición sobre las cuatro de la tarde de este jueves. Estaba buceando con gafas y tubo cerca del Castillo de San José y le perdieron la pista. El teléfono sonaba en el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad, y desde el 112 se activó la búsqueda, que una vez más terminó en tragedia.
El fallecido, vecino de Arrecife, se había lanzado al mar desde la conocida como Playa de la Arena, desde donde partió presuntamente con el objetivo de hacer pesca submarina. Unas horas más tarde, sobre las 16:00 horas, y al ver que no retornaba, quienes lo habían visto por última vez decidieron dar el aviso a la Policía Local de Arrecife, que poco después lo puso en conocimiento de Cruz Roja. Un equipo de buzos de esta organización se desplazó al lugar para comenzar el rastreo, pero incluso antes de que todos los integrantes llegaran a sumergirse, el cuerpo sin vida fue hallado por uno de éstos en las cercanías del espigón de Puerto Naos.
Una comisión judicial personada en el lugar autorizó el levantamiento del cadáver, que fue finalmente izado al espigón por los cuerpos de seguridad y emergencias desplegados en el lugar. Diversas patrullas de la Policía Local, el Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil y la Policía Portuaria formaron parte del amplio dispositivo.
Las dotaciones de las ambulancias de Cruz Roja que se desplazaron al lugar tuvieron que hacerse cargo de prestar apoyo humano a varios familiares y amigos que se vieron afectados por crisis de ansiedad en el momento en que se verificó la identidad del fallecido.