Cathaysa salió de su casa el 9 de noviembre de 2006 y no regresó jamás. Su madre, Ester Rodríguez, acudió en tres ocasiones a la Policía Municipal de Arrecife para denunciar su desaparición. "No me prestaban atención. Todo el mundo me decía que mi hija se había liado con algún muchacho y que ya volvería", lamenta Ester. "Como antes no había pasado nada así de terrible en Lanzarote, la policía no me tomó en serio".
De esta manera, tras preguntar e investigar por su cuenta, Ester acabó encontrando ella misma el cadáver de su hija en un estado avanzado de descomposición en el interior del maletero de un coche.
Ester se muestra indignada con cómo se llevó la investigación del caso. "Son tantas cosas que no sé por dónde empezar. A mi hija la encontré muerta el 2 de abril de 2007. La autopsia la realizaron el día 26. Estaban esperando a unos forenses especialistas de la península y, finalmente, la autpsia se la hicieron personas de Lanzarote. Ha sido un cúmulo de meteduras de pata. Para mí ahí hay una mano negra".
Ester asegura que no descansará hasta saber qué le pasó a su niña, hasta que encuentre un culpable de la muerte de su pequeña.
Tres años después han llegado las pruebas de larvas. "Se presentó un hombre que decía que trabajaba en Medicina y no es cierto. No se sabe de dónde vino. Se llevó parte de las pruebas y desapareció", indica.