La operación se ha desarrollado con absoluta discreción. Eran las 12:09 horas de este miércoles, 25 de junio, cuando el que fuera padrastro de la joven dominicana de 18 años de edad asesinada el pasado mes de noviembre, Yuliza Antonia Pérez, ha llegado en coche a la calle Mina para visitar la vivienda que compartía con la fallecida y la madre de ésta.
Acompañado por varios agentes de la Policía Nacional vestidos de paisano, entre otras personas, Antonio Luis Ferreira, conocido como "el portugués", ha permanecido dentro de la casa alrededor de media hora "para hacer la reconstrucción de los hechos", según las fuentes consultadas. Un procedimiento habitual que se incluye en las diligencias judiciales en algunos casos .
A pesar de que la calle Mina, donde se localiza la vivienda, se encuentra actualmente cortada por obras, eso no ha impedido que el vehículo que trasladaba al acusado aparcase justo frente al portal de la casa permitiendo que entrase en el menor tiempo posible al inmueble. El detenido, que se encontraba esposado, ha permanecido durante la entrada y salida con una actitud seria.
Un total de cuatro vehículos se ha acercado a la zona. El primero de ellos, ocupado por varios agentes de la Policía vestidos de paisano, lo hacía una hora antes de la llegada del detenido para realizar las comprobaciones oportunas de seguridad en el inmueble. Posteriormente otros tres coches han estacionado en las inmediaciones y los ocupantes, presumiblemente de la autoridad judicial, han subido a la vivienda en la que han permanecido durante aproximadamente media hora.
En prisión provisional
El pasado mes de abril, Antonio Luis Ferreira ingresó en prisión provisional sin fianza, acusado del homicidio de Yuliza Pérez, cinco meses después de que sucedieran los hechos. La investigación, desde el primer momento apuntó hacia el entorno de la víctima y descartaba a varios sospechosos, a excepción del compañero sentimental de la madre, un albañil de nacionalidad portuguesa. Varias contradicciones situaron a Ferreira como principal sospechoso, aunque su detención no se produjo hasta tener los resultados de unas pruebas de ADN que presuntamente le vinculaban con el homocidio.
Tal como explicó en su momento el Jefe Superior de Policía de Canarias, Narciso Ortega, el homicidio de Yuliza Antonia Pérez se produjo en el domicilio familiar, en el barrio de Los Geranios, en el que también residía Antonio Ferreira. Al parecer, ambos tuvieron una discusión, ya que el padrastro no veía con buenos ojos las amistades de la joven. Desde la Jefatura de Policía llegaron a hablar de una "obsesión" de Ferreira con su hijastra, por lo que creen que estaba enamorado de ella y que pudo tratarse de un crimen pasional movido por los celos.
Tras su detención, Antonio Ferreira ingresó en el Centro Penitenciario de Tahíche y posteriormente fue trasladado a otra prisión fuera de la isla, aunque esta semana regresaba a Lanzarote para volver al lugar de los hechos.
