Antonio R.S., padrastro de Yulisa, la joven que [apareció muerta en un vertedero->14642] de Lanzarote después de estar varios días desparecida hace año y medio, declaró este lunesante el tribunal que lo juzga en la Audiencia Provincial de Las Palmas que la agarró "por el cogote" y le apretó "un poco".
El acusado ha reconocido que mató a la chica de 18 años, pero dice que no recuerda si la maniató con cinta adhesiva antes de dejar su cadáver en el vertedero donde posteriormente fue encontrada.[ La Fiscalía solicita un total de 20 años de prisión->26808] por un delito de asesinato con agravante de parentesco, porque el acusado había asumido la tutela de la menor. Por su parte, la defensa sostiene que existió un homicidio con atenuante de arrebato.
El acusado relató que una vez que estranguló a la joven en su domicilio, la dejó en el salón de la vivienda y bajó a hablar con una vecina. El imputado aseguró que trasladó el cuerpo de la joven hasta su coche, que estaba aparcado en la esquina pero que no recuerda haberla atado con cinta adhesiva, en la que luego apareció pegado un pelo del agresor.
Esta tarde proseguirá la vista con jurado con la declaración de la madre de la joven asesinada y cinco testigos más.
"Cínico, calculador y frío"
Hilma Altagracia, la madre de Yulisa, definió al acusado, con quien convivió como pareja durante ocho años, como un hombre "cínico, calculador y frío".
Una vez comenzaron los rastreos en busca de la joven, "él se quedaba en la puerta, parado y me decía que no se movía porque había herramientas que podían robarnos. Esa era la excusa para no ir a buscar a mi hija. Estuvo en mi casa como si nada hubiera pasado después de matarla", aseveró Altagracia.
"Quiero que se haga justicia para que se acabe tanto crimen y tanto miedo", dijo, manifestando que ha sentido el apoyo de la comunidad dominicana.
La letrada de la acusación particular, Rosa Callero, explicó que su petición por asesinato "está fundamentada" y espera que cumpla la condena "por lo menos para que la madre descanse porque lo esta pasando muy mal. El acusado tiene una frialdad de la que es merecedora de un castigo".
"Serán las pruebas testificales y forenses las que demuestren que asesinó a Yulisa y que no pudo defenderse", dijo Callero. "Estaba obsesionado con ella, yo no afirmaría que enamorado. Yulisa era una niña muy confiada, no salía, se relacionaba con poca gente, muy creyente", apuntó.
La letrada explicó que Hilma "se siente mal porque le hubiera encantado darse cuenta, pero estaba enamorada de él. Fue un doble varapalo porque perdió a su hija, solo seis meses después de traerla aquí de Santo Domingo y la mató la persona que vivía con ella. Lo ha pasado muy mal y la casa parece un santuario. Delante de ella jamás hacía nada, su comportamiento era el de un padre".
ACN Press